"Un ser espectral, ni vivo ni muerto, que deambula por la noche, buscando venganza por un crimen de pasión que manchó para siempre su alma" (Leyenda de la Sayona)
Hay tantas lecturas positivas que se le pueden realizar al proceso electoral del domingo 25 de abril del 2025, comenzando por que se convirtió en la elección N°32 en tan sólo 26 años, todo un record de participación política a escala planetaria, lo cual demuestra la evidente contradicción de la incesante guerra mediática de la ultraderecha internacional, cuando "aseguran" que en Venezuela, tenemos la peor de las dictaduras en toda la historia política universal y estos procesos electorales es una muestra evidente de la manipulación de la propaganda antichavista.
Es importante destacar que la realización de estas elecciones regionales representó un éxito político – electoral de la institucionalidad democrática venezolana, ya que a pesar de las terribles y criminales amenazas por parte de la ultraderecha nacional, cuando prometieron que "nadie va a salir a votar", "ante tanta violencia, tendrán que suspender las elecciones" "si tienes miedo de votar, no lo hagas", eso fueron algunas de las cosas que estaban enviando a través de las redes sociales.
Y el colmo de la desfachatez política, fue la actitud arrogante y manipuladora de MCM, quien se autonombró como la gran ganadora del proceso electoral de éste domingo 25 de mayo, cuando califica la abstención como un apoyo automático a ella, cuando la realidad es la siguiente: existe un promedio universal de un 30% de participación en elecciones locales y regionales, por lo tanto, es una tremenda irresponsabilidad que MCM, se atribuya el total respaldo de las y los abstencionistas.
La ultraderecha antichavista, no inscribieron ninguna candidatura, lo cual nos permite preguntarnos: ¿cómo se pueden considerar "los verdaderos ganadores", sino participaron en la contiende electoral?...lo que demuestra que éste extremismo radical fue la gran derrotada en ésta importantísima fiesta electoral venezolana.
Podemos resaltar dos hechos históricos claves: triunfó la paz institucional, al renovarse una gran parte de los cargos de elección popular y el haber otorgado legalidad y legitimidad al nuevo Estado Guayana Esequiba.