Diplomacia

Domingo, 25/05/2025 04:51 AM

Ya sabíamos que, desde su triunfo, Trump había enviado emisarios a Venezuela para que se reunieran con representantes de Nicolás Maduro. El todo es que se debía elaborar una agenda, sumamente importante, que tenía que ver directamente con el tema petrolero, la geopolítica y los presos que quedan de la oposición, incluyendo unos presos estadounidenses que participaron en la operación Gedeón, algunos al parecer miembros activos de las fuerzas armadas gringas.

Dimes y diretes fueron de un lado a otro en el campo de la especulación, esperando que alguno de los dos gobiernos ratificara un encuentro permanente, esta vez en un país del Caribe. Finalmente, Donald Trump admitió las conversaciones entre su Gobierno y el Gobierno de Nicolás Maduro, donde al parecer, ya hay algunos acuerdos.

Hace dos semanas, el Gobierno venezolano, estaba haciendo algunas jugadas estratégicas, en busca no sólo de nuevos mercados, sino de aliados estratégicos que serán demasiado importantes para el Gobierno venezolano. Entre ellos algunos países de África, principalmente con el de Burkina Faso, presidido por el capitán Ibrahim Traoré, un nacionalista que en dos años ha dado pasos agigantados hacia el bien del pueblo burkinés.

Y por si esto fuera poco, en Rusia se dio la cumbre de jefes de Estado de los Brics y más, donde estaban presentes cuatro de los países más poderosos de la actualidad, tanto tecnológica como económicamente y en recursos naturales: Rusia, China, la India y Brasil, más otros no menos importantes, Irán, nación que juega un papel de extrema importancia, por ser el país que controla uno de los estrechos fundamentales para el tráfico marítimo, el de Ormuz. Hoy Irán, además, ha desarrollado una panoplia militar de largo alcance y es una amenaza directa a Israel.

Venezuela que no es miembro del Brics, pero asistió en calidad de invitado, logró resultados asombrosos, entre ellos el que tanto China como Rusia le dieran su respaldo en caso de ser víctima de cualquier agresión; lo que es un mensaje directo al big brother. Y luego de esa especie de intercambio de prisioneros, Venezuela-Estados Unidos, recibió la buena pro de extender el contrato de Chevron para la explotación petrolera. Quiere decir que Venezuela está en una posición clave en este momento, lo que le genera ventajas importantes dentro del comercio internacional. Maduro se anota otro triunfo, al que se le sumarán las elecciones de este domingo.

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