Fort Laureldale, EE.UU.- Los gobiernos de Brasil y Venezuela rechazaron la reforma de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA), por considerar que los nuevos mecanismos son formas "de intervención".
La información, tomada de la agencia mexicana Notimex, se refiere a la posición asumida por ambas repúblicas suramericanas ante la propuesta que motoriza Estados Unidos, a través de su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, en la XXXV Asamblea General de las sesiones ordinarias de la OEA, respecto a la creación de un grupo de monitoreo de las democracias del continente.
"Queremos fortalecer la democracia en la región, pero queremos evitar mecanismos intervencionistas", dijo el canciller brasileño, Celso Amorim, tras reunirse con representantes de Asociación Latinoamericana de Integración (América del Sur más Mexico) durante el referido evento internacional. Subrayó que el grupo analiza una contrapropuesta argentina y que una vez que logren consenso planean reunirse con las naciones de Centroamérica y la comunidad del Caribe.
Por su parte, el canciller venezolano, Alí Rodríguez Araque, destacó que por lo que han “visto en los borradores", los nuevos mecanismos complementarios a la Carta Democratica Interamericana, y cuyo estudio se propuso encomendar a una comisión, "son formas de intervención".
El planteamiento estadounidense sugiere desarrollar un proceso sobre la forma como la OEA "debe tratar las amenazas a la democracia en forma oportuna, anticipándose a las crisis que pudieran socavar la democracia". Condoleezza Rice, Secretaria de Estado de EEUU, insistió en que su país busca un mecanismo que haga frente a las crisis que amenazan con socavar las democracias en la región."Esta no es una cuestión de intervenir y castigar. Es una cuestión de intervenir, tratar y sostener el desarrollo de las instituciones democráticas en la región", dijo Rice.
Para Rodríguez Araque, "encomendar a una comisión nuevos mecanismos, además de los que ya están en la Carta de la OEA, lo consideramos violatorios de los principios establecidos en la Carta". El canciller venezolano agregó que Venezuela considera “que los principios universales que están contenidos en la Carta deben ser escrupulosamente respetados y no alterados bajo ninguna circunstancia. Es una cuestión de principios".
Descartó que a su país le preocupen tales propuestas, pues "en todo caso, Venezuela es un país soberano y en cualquier condición hará respetar su soberanía. No va a tolerar ninguna injerencia externa, sea de quien sea y por mucho poder que tenga".
