Sí, leyó bien. No se trata de Carlos, su hermano, abogado como él y chavista público y notorio. No. Es Hermann Eduardo Escarrá Malavé, titular de la C.I. V-7.051.525, ex constituyente y uno de los más prominentes voceros jurídicos de la oposición venezolana. Un reciente artículo suyo en El Nacional llevó por título “¿Tiranicidio?, ¿magnicidio?”. El texto termina desaconsejando el asesinato de Hugo Chávez, luego de pasearse por una gama de justificaciones al de los “tiranos”. En su condición de abogado, ha intentado sopotocientas acciones judiciales contra el mandatario venezolano, a quien inicialmente apoyó en 1998 y después repudió en 2001.
¿Aún no lo cree? Vea entonces el “Acta de entrega y recepción de vehículos” que sirve de ilustración a esta columna.
Hace poquito, el 30 de marzo de 2005, justo cuando sus compañeros de tratan de retomar aire con el martirologio alrededor de la famosa lista de Luis Tascón, el letrado Escarrá (Hermann) aparece ahora recibiendo un Ford Taurus azul, año 2002 y placas ADZ 03A, en su flamante condición de “asesor de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura”.
Se supone –porque así lo dice el cónclave mediático, amén- que Chávez controla todos los poderes. Y que nadie entra, come, camina ni respira en la Administración Pública si su nombre aparece en la solicitud de revocatorio presidencial. Mucho menos puede llegar a las alturas del Poder Judicial, donde se está muy cerca de las decisiones realmente importantes. De los autos de detención, los amparos, los sobreseimientos y las órdenes de allanamiento de un mañana no muy lejano.
Aún así, Hermann Escarrá es asesor de la DEM, el organismo que tiene a su cargo la evaluación de todos los jueces del país, para decidir, de entre todos ellos, quiénes se quedan fijos –casi inamovibles- o regresan a sus actividades privadas.
La melodiosa voz de Escarrá, no el chavista, sino el escuálido, parece que ha de tener alguna incidencia en ese proceso tan delicado, columna vertebral del nuevo Estado Derecho y de Justicia con el que sueñan los venezolanos.
A muchos les parecerá que esta historia habrá que leerla con la voz de Porfirio Torres y la musiquita de Nuestro insólito universo. No porque en sí sea escandaloso que haya gente seria de oposición participando de ese proceso, como forma de contribuir a darle mayor transparencia y profesionalismo. No. Es que, en el caso particular de Hermann, están demasiado frescas las arengas desde la Plaza Altamira a favor de un golpe militar, vía artículo 350 y demás artilugios jurídicos.
Para otros será una muestra de apertura y conciliación, muy a tono con el “entiérrese la lista de Luis Tascón” ordenado por el Presidente.
El “Acta de entrega y recepción de vehículos” nada dice respecto de si Escarrá cobra o no como asesor. De pronto lo es ad honorem y apenas puso como condición que le asignaran el Taurus azul. Quién sabe.
Lo cierto es que ahora asesora al “régimen”, porque -no lo olvidemos- el propio Escarrá y sus compañeros de la oposición fueron quienes se encargaron de estigmatizar, con esa palabrita a la que le arrastran la erre, a todo aquello que aparezca vinculado a la institucionalidad de la República Bolivariana. Desde los magistrados del TSJ, y sus sentencias, hasta los vigilantes de tránsito y sus boletas.
Definitivamente, este régimen castro comunista no lo aguanta nadie.
CONTRA LA CORRIENTE
ERNESTO VILLEGAS POLJAK
columnacontralacorriente@yahoo.es
