Merecido homenaje reciben Heroínas de Siempre

Un merecido homenaje recibieron Olga Luzardo, María León, Amelia Blanco, Doris Francia, Mélida Correa y María del Mar Álvarez de Lovera (viuda de Alberto Lovera) seis mujeres revolucionarias, heroínas y luchadoras de siempre, con más de 40 años de militancia en el Partido Comunista de Venezuela, al ser declaradas “Patrimonio del Partido Comunista y Patrimonio del Pueblo Venezolano en su lucha revolucionaria durante la historia contemporánea de nuestro país”, por ser fiel ejemplo del esfuerzo de nuestras mujeres en la construcción de una patria nueva, en un acto que se llevó a cabo en el Teatro Cantaclaro y que contó con la presencia de varias personalidades y las palabras de orden de Oscar Figuera, Secretario General del PCV y de Elena Linares, Presidenta de la Comisión Nacional de Mujeres Comunistas.

Olga Luzardo, nacida en la primera década del siglo XX, inició su formación marxista desde los 13 años. Fue una de las primeras cinco mujeres que iniciaron estudios en un liceo del Zulia, instituciones que en ese momento sólo admitían el ingreso de varones en sus aulas. Fundó los primeros sindicatos de obreras en el Zulia, y junto con otras mujeres antigomecistas, luchó por el derecho al voto de la mujer. Trabajó en la Organización de la Agrupación Cultural Femenina, y formó parte de la resistencia contra la dictadura militar de Pérez Jiménez. Fue perseguida política y sufrió cárcel y exilio. Hoy, es un ejemplo vivo, de la fuerza y el coraje de las mujeres revolucionarias.

María León, inicia su militancia desde muy joven, a los 17 años. La actual Presidenta del Instituto Nacional de la Mujer, fue siempre una luchadora comprometida por los derechos de las mujeres y de los trabajadores y las trabajadoras. Participó en la lucha armada de los años 60, y sufrió cárcel y persecución por ello. Sin embargo, María nunca desistió de su ideal marxista leninista y hoy en día, en los frutos de la revolución bolivariana, contribuye desde la instancia que dirige a lograr la materialización de los derechos que nuestra constitución bolivariana le ha otorgada a las mujeres, que siempre fueron las grandes excluidas de la historia.

Amelia Blanco, nacida en 1913, esta camarada de 92 años, inició su militancia en el año 1936. Trabajó en la clandestinidad desde 1953 a 1958, durante la dictadura perejimenista y hasta hoy en día, se mantiene activa en sus tareas políticas apoyando al Presidente Chávez y participando en la construcción de la patria que queremos.

Doris Francia, militante desde 1952, participó en la lucha clandestina contra la dictadura; fue, tras la caída de Pérez Jiménez, activista sindical de la CANTV, participando en la huelga telefónica de 1960. En el 62, fue presa y juzgada por las acciones del Carupanazo y del Porteñazo. En 1966, se incorporó a la lucha armada. Fue corresponsal de guerra por el periódico “Ruptura”, en el proceso de la revolución nicaragüense y por el periódico “Triunfo Socialista”, en la lucha revolucionaria de El Salvador.
Mélida Correa, nacida en Colombia en 1918, inicia su militancia en el PC colombiano desde muy joven. Durante la década del 40 llega a Venezuela e inicia su lucha por la liberación de la patria de Bolívar. A pesar de su avanzada edad, esta mujer continua activa en su militancia política y trabaja con la UBE de la localidad en la que vive, donde transmite a las nuevas generaciones su dilatada experiencia en la lucha revolucionaria.

Maria del Mar Álvarez de Lovera, viuda de Lovera; su apellido de casada resaltará para siempre en la historia, puesto que su esposo el profesor Alberto Lovera, fue víctima de uno de los crímenes políticos más abominables de la historia de Venezuela. Sin embargo, María del Mar, se destaca no sólo por haber luchado incansablemente para dar castigo a los culpables de la muerte de su esposo, sino por ser activista del movimiento de mujeres y de la lucha política. Ella misma sufrió cárcel, persecución e injuria por defender sus ideas, y por luchar por un futuro mejor para su país. Es hoy, la Defensora Nacional de los Derechos de la Mujer.

Estas seis rosas rojas de amor y valentía son el legado, el patrimonio que dan fe y testimonian la lucha de las mujeres comunistas, la lucha de las mujeres revolucionarias, con y sin militancia, en la Venezuela del siglo XX y son el ejemplo de las nuevas generaciones de luchadores y luchadoras que la Patria necesita para continuar en el camino hacia un sistema que, como decía Bolívar, “nos proporcione la mayor suma de felicidad posible”.






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