Alberto Fernández recibe a líderes de AL. Ministro de Economía asegura que resolverán el problema heredado de la cesación de pagos

Gobernador de Buenos Aires asume el cargo y anuncia suspensión de tarifazos

Alberto Fernández, presidente de Argentina (a la derecha) recibió ayer en la Casa Rosada a Michael Kozak, subsecretario interino de Estados Unidos para asuntos del Hemisferio Occidental.

Alberto Fernández, presidente de Argentina (a la derecha) recibió ayer en la Casa Rosada a Michael Kozak, subsecretario interino de Estados Unidos para asuntos del Hemisferio Occidental.

Credito: Afp/Oficina de la presidencia de Argentina

Jueves 12 de diciembre de 2019.-

Buenos Aires. Un día después de asumir el gobierno, el presidente argentino, Alberto Fernández, se reunió con su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, y con Michael Kozak, enviado del mandatario estadunidense Donald Trump, mientras en La Plata, provincia de Buenos Aires, asumieron sus cargos el gobernador Axel Kicillof y la vicegobernadora Verónica Magario, quienes hicieron importantes anuncios, al igual que algunos ministros de áreas estratégicas.

Como anécdota de lo que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner había advertido al mandatario sobre la "herencia de país devastado" que le dejaron, el gobernante debió recibir a su primer invitado de este día extremadamente caluroso en una oficina sin aire acondicionado, porque Mauricio Macri se llevó, entre otras cosas, el equipo eléctrico.

Kicillof confirmó que, al igual que la nación, la provincia está en default (cesación de pagos) y hubo un corte de luz que afectó a miles de bonaerenses, a pesar de que la empresa chilena Edesur y su filiales aumentaron las tarifas en más de 3 mil por ciento para hacer inversiones y evitar los apagones.

El recién asumido gobernador bonaerense, quien ganó holgadamente a su antecesora María Eugenia Vidal, informó que declarará la emergencia en la provincia más grande y poblada del país, y suspenderá los aumentos tarifarios dispuestos por el gobierno que antier concluyó.  "Lo que dejó Vidal, entre otras cosas, es una caja de 25 mil millones de pesos que no alcanzan para cubrir las obligaciones del próximo mes, que suman 50 mil millones de pesos, además de las altísimas cifras de desempleo, pobreza, deuda e inflación".

También resultó afectado el Banco Provincia de Buenos Aires, cuyos trabajadores denunciaron a la ahora ex gobernadora, y la gravísima situación de la industria y el comercio.  "Lo que se aplicó aquí fue un modelo de valorización financiera, de endeudamiento y fuga de capitales", expresó Kicillof.

En tanto, Fernández almorzó con Michael G. Kozak, subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien se mostró dispuesto a que su país ayude a Argentina en las negociaciones de restructuración de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y se habló de la necesidad de reforzar las relaciones bilaterales.

En un mensaje oficial de la presidencia se informó que "acordaron crear un sistema de consulta para trabajar de manera coordinada". Asimismo, se conoció que en la reunión no se habló sobre la decisión de Mauricio Claver, asesor presidencial y director de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, de anticipar su regreso supuestamente por sentirse "afectado" por la presencia en la ceremonia de investidura del ministro venezolano de Comunicación, Jorge Rodríguez.

En este aspecto el gobierno remarcó que el presidente "es dueño de invitar a Argentina a quien quiera". En la reunión participaron también el embajador en Buenos Aires, Edward C. Prado, el consejero político Chris Andino y la asesora Mariju Bofill. Por Argentina estuvieron el canciller Felipe Solá; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y Jorge Argüello, quien podría ser embajador argentino en Washington.

Fernández recibió a varios de sus invitados, entre ellos los ex presidentes de Ecuador Rafael Correa, quien ha recibido aquí varios homenajes de instituciones y universidades; de Uruguay José Mujica y su esposa Lucía Topolansky, y de Paraguay Fernando Lugo.

"Venimos a resolver el problema de virtual default que dejó la administración anterior", explicó el ministro de Economía, Martín Guzmán, muy cercano al premio Nobel Joseph Stiglitz, durante su primera conferencia de prensa en la cual señaló que 2020 "no es un año en el que se podrá hacer un ajuste fiscal" y agregó que "no funciona atacar la inflación solamente con política monetaria".

Guzmán, quien ha mantenido un diálogo con funcionarios del FMI, mencionó que en ese organismo "hay un reconocimiento del fracaso del programa anterior", y remarcó que el organismo también admite la grave situación económica en la que está Argentina.

"La macroeconomía –detalló– está en un estado muy frágil, navegando por un corredor muy fino", y estimó que al finalizar 2019 la inflación va a rondar 55 por ciento y el país terminará con elevados índices de pobreza, desempleo y destrucción de empresas.



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La fuente original de este documento es:
La Jornada (https://www.jornada.com.mx/2019/12/12/mundo/023n1mun)



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