Películas del Día de la Madre

El desmadre del día de la madre

Nancy Marchand era Livia Soprano en "Los Soprano"

Nancy Marchand era Livia Soprano en "Los Soprano"

5 de mayo de 2019.-

La celebración del Día de la Madre por la que luchó Anna Jarvis se desvirtuó por la codicia y el furor consumista. El cine, rendido a las madres buenas y maravillosas a las que se dedica esta fecha, no ha dejado de lado a las más siniestras, maltratadoras y perfidas de la ficción.

BEGOÑA PIÑA

Poco antes de morir, Anna Jarvis se lamentó por haber luchado para instaurar el Día de la Madre. Jamás, dijo en una entrevista, se había imaginado que se aprovechara esa fecha para fines comerciales. El mal ya estaba hecho. El amor y la admiración que sentía por su madre, la activista social Ann Maria Reeves Jarvis, había culminado en un furor consumista que hoy se ha ‘desmadrado’.

Entre flores y perfumes, y a pesar de los remordimientos de Anna Jarvis, la esencia de la madre buena y entregada sobrevive alimentada por la codicia sin límites de mercaderes de todo el mundo... y, por supuesto, por el amor incondicional de millones de mujeres a sus hijos. Siempre ha habido y siempre habrá madres maravillosas, madres-coraje, madres buenas… que todos celebramos y con las que de alguna manera se reconoce la única intención que buscó Jarvis. El cine también las ha rendido sentidos homenajes. "No sé qué voy a hacer sin mi Jo. Ve y abraza tu libertad y descubre todas las cosas maravillosas", decía la magnífica madre de Mujercitas a la talentosa Jo.

"Esa cosa no es mi hija"

Ninguna madre mejor que la poderosamente humana, la resistente y valiente Ma Joan de Las uvas de la ira. La sensibilidad, el compromiso y el talento reunidos de John Steinbeck y el genial John Ford, animados por la impresionante humanidad de la actriz Jane Darwell –ganó el Oscar por este trabajo–, crearon a la gran madre del cine, una mujer soberbia que quita el aliento.

Por otros motivos, aparentemente más demoniacos -aunque ¿qué hay más diabólico que la miseria y el dolor provocados por el otro?-, sufría muchísimo Chris MacNeil (interpretada por Ellen Burstyn), la mamá de Regan, una adorable criatura poseída por el príncipe de las tinieblas. "…el doble de Regan, la misma cara, la misma voz, todo. Y yo sabría que no era Regan. Lo sabría en mis entrañas. Y te digo que esa 'cosa' de ahí arriba no es mi hija. Ahora, quiero que me digas que sabes a ciencia cierta que no hay nada malo en mi hija, excepto en su mente. ¡Me dicen que un exorcismo no le haría ningún bien! ¡Dímelo tú!".

Macarra y sin pelos en la lengua

Todo amor y esperanza, era lo que Joy daba a su hijo Jack a pesar de los siete años (el niño tiene cinco) encerrados como topos en un espacio sin ventanas y sin luz, secuestrados por un hombre que es el padre del pequeño. La habitación, de Lenny Abrahamson, le valió a Brie Larson el Oscar a la Mejor Actriz por ese retrato de una madre dispuesta a todo por su hijo. Tanto como lo estaba Meg Altman (Jodie Foster) atrapada en otra habitación, La habitación del pánico, con su hija Sarah.

Bruna Cusí ejercía de madre a dos bandas en Verano 1993, exitosa película de Carla Simón, donde esta mujer aprendía a querer a su sobrina huérfana como a su propia hija. La ternura y el cariño iban surgiendo a medida que se diluía la trágica confusión en que vivía la pequeña. Y en el lado opuesto, la ira, la determinación y la entereza de Mildred, que habían nacido del dolor por una hija asesinada. Frances McDormand bordó el retrato de la madre intrépida –y se ganó el Oscar por ello- en Tres anuncios a las afueras. Fuerte, imparable, un poco macarra y sin pelos en la lengua, otra espléndida madre.

La peor madre del mundo

Sin embargo y a pesar de estas y de muchas más, todos sabemos que, desgraciadamente, Honoré de Balzac se equivocó cuando escribió aquello de: "Jamás en la vida encontraréis ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de vuestra madre". Hay otras madres, pérfidas y crueles, a las que el cine también ha acogido.

"¡Señor! Ayuda a esta mujer pecadora para que vea sus pecados. Enséñale que si ella no hubiese pecado, la maldición de la sangre nunca la hubiese tocado. Quizás fue tentada por el Anticristo y tuvo pensamientos pecaminosos". Qué apropiado para una chica que tiene su primera menstruación tantas palabras de desaliento de su propia madre. Piper Laurie destilaba odio y fanatismo en su papel de psicótica irrecuperable, madre de la desgraciada Carrie (Sissy Spacek) en la película de Brian de Palma.

La comediante Mo'Nique competía con ferocidad por el papel de la peor madre del mundo en Precious, donde se enumeraban casi todos los posibles modos en que una mujer puede maltratar a su hija. Todo su esfuerzo, magnífico, y el Oscar, el Globo de Oro, el BAFTA y el premio del Sindicato de Actores a la Mejor Actriz de Reparto no hacían sombra a una de las madres más perversa de la gran pantalla y, por estar inspirada en una historia real, una de las más estremecedoras, nada menos que Joan Crawford.

Su hija adoptiva Christina escribió un libro contando la crueldad y violencia a la que la sometió su madre, una estrella de Hollywood entonces hundida en el infierno del alcohol y desesperadamente rabiosa. Frank Perry llevó la historia al cine en Queridísima mamá, una película mala, muy mala, que, sin embargo, tiene legión de fans.

"El mejor amigo de un niño es su madre"

Merecidísimos los que conquistó Nancy Marchand en su papel de Livia Soprano, la madre de Toni Soprano, uno de los pocos personajes de madres malvadas sin resquicios, sin una sola grieta, sin espejismo de cariño o inclinación por sus hijos, de la buena ficción. Todas las escuelas de guion del mundo deberían estudiar a esta mujer, una mala sin fisuras extraordinaria. Una progenitora infame que, afortunadamente, no caló en la vida de sus hijos tanto y de una forma tan espeluznante como lo hizo Madre (Norma Bathes), que desfiguró el alma de su propio hijo convirtiéndole en un asesino psicópata. El mal en estado puro. Sin duda, Anthony Perkins interpretó a la madre más terrorífica de todos los tiempos del cine en Psicosis. Y eso que Norman Bates siempre pensó que "el mejor amigo de un niño es su madre".



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La fuente original de este documento es:
Publico.es (https://www.publico.es/culturas/peliculas-dia-madre-desmadre-dia-madre.html)



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