Desde Tocomita familiares de Rodney Álvarez, trabajador preso injustamente, exigen su libertad

Hay pequeños poblados al margen de la carretera, que cuando uno pasa, nos damos cuenta que existen, solo porque al transitar lo vemos a nuestro paso. Pero más allá de esa circunstancia, no revisten mayor importancia para quien transita. Es solo un punto en el mapa.

Tocomita, es un poblado rural que está a quince minutos de Ciudad Piar, en el estado Bolívar. En este poblado vive la Sra, Yanitza Rodríguez, madre de Rodney Álvarez. Aguerrida mujer que asumió la lucha por la libertad de su hijo y la atención de sus tres nietos abandonados por el estado a su suerte, una vez que Rodney fue detenido y Ferrominera Orinoco (FMO), la estatal en la que se desempeñaba como trabajador, lo sacó de la nómina, con las consecuencias que agravian en la calidad de vida, que se puede tener en un caserío como Tocomita.

Este pueblito rural al margen de Ciudad Piar, aglutina unas tres mil familias, y ellos dicen que eso es mucha gente. Su economía es principalmente agrícola, pero hay muchos jóvenes que viven de las contratas como primer paso para entrar a FMO. Otros, de la minería informal, o del comercio, todo impactado por los niveles inflacionarios que les imponen formar parte de las zonas del Arco Minero, Tumeremo, y el Callao.


Como vemos Tocomita, aun siendo un caserío, vive al pulso de todo cuanto pasa en el país. Su alta composición de trabajadores y las cercanías a Ciudad Piar, forman un conglomerado que al mismo latido del país, la región minera-obrera, hacen que se mueva todo con los ánimos y aportes que le imponen quienes habitan Ciudad Piar y Tocomita. Veamos: Una inconsulta decisión de Nicolás Maduro, a la entrega de recursos del Arco Minero, pulsa en la región como mano de obra barata.

Claro y es que en Guayana, como zona obrera, la gente vive de su esfuerzo. Y como trabajadores unidos reaccionan cuando la injustica les toca en la piel. Así fue, la respuesta de los que son ferromineros de Ciudad Piar, una vez que las mafias políticas y sindicales del ex gobernador Francisco Rangel Gómez, imponen la infamia de que Rodney Álvarez, asesinó a Renny Rojas. Se movilizaron en caravanas hasta los tribunales y hasta donde fuera necesario en su defensa y por su libertad.

Otra fue el 21.02.2016, cuando la poblaciones de Ciudad Piar, Tocomita y sus alrededores, agobiados por los bajos salarios, la inflación, la escases de medicamentos y de víveres para llenar las despensas, tomaron las calles y saquearon los comercios, buscando los alimentos faltantes en sus casas. Los dueños de algunos comercios son militares que no dudaron en reprimir. Pero, de infamias, represión, calamidades y escases creadas por este gobierno, conocen los trabajadores.

En estos días hay una máxima que hemos desempolvado: Los trabajadores son una misma clase a nivel mundial. Y la compresión de esa unidad, hace que trabajadores y organizaciones sindicales del país y el mundo miren hacia Guayana, hacia Tocomita, exigiendo la libertad del ferrominero injustamente reo de los gobierno de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.

En la gráfica que nos antecede, están Yanitza Rodríguez, madre de Rodney y la acompañan sus nietos, Josue David Álvarez de 11 años, Rennielis Alexandra Álvarez de 9 y Chalón Adonay Álvarez de 8. También están Julio Tovar cuñado, los sobrinos Darwin Bermúdez de 4 años, Santiago Bermúdez de 7, y Joaldris Lara de 4. Todos del núcleo familiar de Rodney.

Siete años hacen del atentado cuando individuos armadas del PSUV, agredieron a una asamblea de más de 400 trabajadores. Los únicos tres disparos fueron ejecutados por el directivo sindical Héctor Maicán, hieren a Luis Quilarte, Agustín Lezama y Renny Rojas, quien muere a los segundos. El hecho, recogido por el sistema de seguridad de la empresa, y la prensa regional fue cambiado velozmente por las mafias de ese partido, culpabilizando a Rodney Álvarez, de un crimen que no ejecutó.

Ya son siete años de infamia. Mucho tiempo para destruir a las familias de dos trabajadores. La de Renny Rojas asesinado y la de Rodney Álvarez, vilmente encarcelado. Hoy, son centenares los que a nivel global exigen su libertad, y no debemos callar hasta que lo veamos libre y en las calles. Los trabajadores de Guayana han dado importantes luchas unitarias. Y hoy esa es la consigna. Juntos a imponer la libertad de Rodney. Los trabajadores somos una clase global, y la exigencia por su liberad no conoce fronteras.



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La fuente original de este documento es:
Deslinde (https://deslinde2011.blogspot.com/2018/06/desde-tocomita-familiares-de-rodney.html?spref=fb)



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