Un medio local, Noticias Curazao, reseñó que la dama de 35 años, junto a otra mujer también encinta, se sujetó a un bidón de combustible que había quedado a flote y así se ayudó a nadar para poder llegar a la costa. "Gracias a Dios que quedé viva. Mis dos rodillas están golpeadas y todavía no logro caminar bien", expresó la sobreviviente.
González, quien es oriunda de Coro (Falcón), en medio de su lucha por sobrevivir, perdió su pasaporte y su teléfono celular, que fue encontrado por autoridades curazoleñas, indicó el medio local.
La sobreviviente narró que algunos de los pasajeros se ahogaron de inmediato, mientras que otros nadaron desesperadospara tratar de llegar a tierra firme. De las 30 personas que se estima iban en la embarcación, las autoridades conocen el paradero solo de 21. Cinco murieron por inmersión, otros cinco fueron detenidos por autoridades de Curazao y 11 son los sobrevivientes que se encuentran escondidos en la isla, buscando evitar la deportación.
La mujer, al igual que gran parte de sus compañeros de viaje, no intentaba por primera vez llegar a la isla para trabajar. En dos oportunidades intentó obtener la residencia legal, sin éxito. El año pasado fue deportada.
Cuando estuvo en este territorio de las Antillas holandesas convivió con su actual pareja y padre del niño que lleva en el vientre,