Será el 15 de julio

Presidente Maduro ratifica el traslado de los restos de Argimiro Gabaldón al Panteón Nacional

Argimiro Gabaldón

Argimiro Gabaldón

Caracas, junio 21 - El presidente Nicolás Maduro, en Consejo de ministros ratificó lo dicho en mayo pasado cuando aprobó el traslado de los restos del comandante Argimiro Gabaldón al Panteón Nacional.

"Lo he aprobado en Decreto de Emergencia, y el traslado será el 15 de julio, día de su nacimiento".


Argimiro Enrique de La Santísima Trinidad Gabaldón Márquez, nació en la Hacienda Santocristo, ubicada entre las poblaciones de Biscucuy y Guanare del Estado Portuguesa, el 15 de julio de 1919. Hijo del General José Rafael Gabaldón quien combatió contra la dictadura del General Juan Vicente Gómez y fue Gobernador en dos oportunidades del Estado Lara y embajador de Venezuela en Brasil y Cuba y de María Teresa Márquez Carrasqueño. El mismo padre fue quien ayudo a su madre a traerlo al mundo, pues en aquel momento no se pudo hallar comadrona. Fue el octavo de diez hijos: Joaquín, Carmen Amelia, Natty, María Auxiliadora, Roberto, José Rafael, Esther, Argimiro, Edgar y Alirio Ugarte Pelayo, quien era hijo del General con Romelia Tamayo Anzola.

Inició sus estudios junto con su hermano Edgar en la Hacienda bajo la tutela del maestro Arturo Simonet, quien les enseñó sus primeras letras del libro estrito por José Martí y firmado por su suegro Luís F. Mantilla. Según su hermano Edgar, a Chimiro, como familiarmente se le decía, se le quedó grabado para siempre, una lectura llamada “El pájaro prisionero” y él decía: - mira, aquí dice: Di libertad al pájaro, que gozoso saltó a su nido. Este escrito más adelante decía: -Tendamos siempre la mano al necesitado, consolemos al atribulado, socorramos al desvalido, y tratando de hacer feliz a los otros, nos haremos felices a nosotros mismos-, y él comentaba, que hermoso y fácil es hacer el bien. Solo tendría para aquel momento siete u ocho años.

Como era un niño muy precoz y curioso, con ayuda de los trabajadores de la hacienda, quienes sentían por él una especial preferencia, lo ponían al corriente de las cosas de la vida y en particular del arte de pelear, le enseñaban el valor de la lucha, se esmeraban en enseñarle a jugar con garrote. Se apoyaba mucho en lo que los peones y sus mayores le decían. Era muy insistente, quería saber siempre la verdad de todo, lograba que ellos se la explicaran de modo que él quedara satisfecho.

El Comandante Carache, como le decían sus camaradas, fue además de un luchador social, defensor de los derechos humanos, agricultor, alfabetizador, poeta, artista plástico, profesor de artes plásticas, matemáticas, historia, dirigente campesino y urbano, predicador de ideas, maravilloso padre y excelente esposo.

Argimiro, junto con María Luisa Martí Pérez, su compañera y esposa; han sido pilares fundamentales, ejemplo de dignidad, firmeza y amor de sus hijos: Carmen Dolores, Beatriz, Alejandro y Tatiana.

Militante desde muy temprana edad del Partido Comunista, de hecho fue fundador con un grupo de hombres, de la primera célula del Partido en El Tocuyo.

Un hombre que no nació para ser soldado, ni quería serlo, que era amante de la paz, que estaba convencido que un pueblo unido por el amor a su patria, algún día lograría ser libre, decide junto con otros patriotas, después de muchas discusiones, contradicciones y análisis, que era necesario tomar las armas para defender a su pueblo de las garras del imperio norteamericano y de los gobiernos serviles que tenían a Venezuela hipotecada y que torturaban, desaparecían, violaban, atemorizaban a su gente. Las circunstancias lo hacen guerrillero y a comienzo de los 60 sube a las montañas, siendo fundador junto con otros camaradas y llega a ser el conductor del Frente Guerrillero de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), más importante de Venezuela como fue el “Libertador Simón Bolívar”, ubicado en las serranías del entonces Municipio Morán del Estado Lara, hasta el 13 de diciembre de 1964, cuando es victima de un disparo, según dicen que fue accidental, que le quita la vida a los 45 años de edad.

Aún a 41 años de su siembra, Argimiro está vivo en la conciencia del pueblo, en el alma de quienes lo amamos y seguimos su huella hasta las últimas consecuencias.

“SOMOS LA VIDA Y LA ALEGRÍA,
EN TREMENDA LUCHA,
CONTRA LA TRISTEZA Y LA MUERTE”

Argimiro Gabaldón


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