Brasil: gritos desmayos y caos cuando un hombre se presenta vivo en su propio funeral

Gilberto Araujo y su supuesto cadaver

Gilberto Araujo y su supuesto cadaver

Credito: web

23 de Octubre.- Gritos, desmayos y caos generalizado: una familia del noreste de Brasil que velaba el cuerpo de Gilberto Araujo, un lavador de carros de 41 años, lo vio entrar a su propio velorio e interrumpir la ceremonia a la que asistían numerosos amigos y parientes.

El cuerpo que la familia había reconocido el domingo era en realidad el de un hombre que se parecía mucho a Gilberto Araujo.

El inspector de policía Roberto Lima dijo vía telefónica que el domingo José Marcos Araujo identificó un cadáver en la morgue de la ciudad como el cuerpo de su hermano, Gilberto Araujo

Lima dijo que José Marcos llevó el cadáver a casa de su madre.

"La confusión inició cuando empezaron a circular las noticias de que un lavador de carros había sido asesinado a tiros", dijo la esposa de José Marcos, Ana Paula, al portal de noticias de internet UOL. "La policía llamó a mi esposo y le dijo que su hermano había sido asesinado y su cuerpo estaba en la morgue".

Lima dijo que la confusión era "incomprensible".

"Ambos hombres se parecen mucho y ambos trabajaban como lavadores de carros", explicó Lima, que agregó que el hombre cuyo cadáver estaba en la morgue se llamaba Genivaldo Santos Gama. Indicó que hasta el momento no se dispone de más información sobre Gama.

"Todo el mundo tuvo mucho miedo. Las mujeres se desmayaban, las personas corrían para todos lados", contó Maria Menezes, que estuvo presente en el inusual velorio en Alagoinhas, a 100 km de Salvador de Bahia, citada por G1.

Gilberto Araujo se enteró a través de un amigo que encontró en la calle que lo daban por muerto. Llamó por teléfono a un pariente para avisar que estaba vivo. Pero nadie le contestó y pensó que se trataba de una broma. Entonces, decidió ir personalmente al velatorio para demostrar que estaba vivo y coleando.

"Un amigo me dijo que había un féretro y que yo estaba dentro. Entonces le dije, 'pero yo estoy vivo, ¡pellízcame!", contó Gilberto.

Uno de sus hermanos, José Marcos Santana, explicó que la última vez que alguien de la familia vio a Gilberto fue hace cuatro meses. "Gilberto sólo aparecía algunas veces por año y pasamos mucho tiempo sin verlo. Vive en Alagoinhas pero cada día está en un lugar diferente", dijo a G1.

"Estoy muy contenta porque, ¿qué madre que da a un hijo por muerto no se llenaría de alegría de verlo nuevamente en vida?", se felicitó Marina Santana.










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