27/01/12.-Como parte de un despeje de las plantaciones de palmas, en la isla Indonesia de Borneo, que es compartida con Malasia las empresas aceiteras habrían ofrecido al menos 100 dólares a los cazadores por cada orangután muerto.
Estos orangutanes habían sido rodeados por cazadores con cuchillos y lo único que se le ocurrió a la madre orangután fué abrazar a su hija para intentar protegerla.
Afortunadamente el grupo internacional de rescate de animales “Four Paws” llegó justo a tiempo para detener la matanza, logrando salvar sus vidas.
La madre orangután, que además está embarazada, y su cría fueron capturadas y trasladadas a un área remota y segura de la selva. Sin embargo, antes de ser devueltas a la naturaleza, se le instaló a la madre un dispositivo de rastreo para que tanto ella como sus crías puedan ser localizadas y asegurarse de que están seguras.
Con información de dailymail.co.uk