Primer Bicentenario

Son dos los Bicentenarios (2010 y 2011) que nos toca asumir junto al Pueblo Soberano, protagonista de la gesta libertadora y eje de las transformaciones sociales. La jornada del 19 de abril de 1810 fue el primer paso hacia la soberanía como Nación que luego se consolidó al año siguiente, en 1811, en la memorable sesión del cinco de julio cuando el Congreso reunido en Caracas proclamó la independencia de Venezuela.

Si bien es cierto que en estas jornadas iniciales fueron los grupos ilustrados mas avanzados los que constituyeron la vanguardia revolucionaria, es luego del fracaso de las dos primeras Repúblicas cuando el pueblo llano, se incorpora plenamente al movimiento de liberación nacional de la mano del genio visionario de Simón Bolívar y logra librar el territorio nacional de las fuerzas españolas. El 8 de noviembre de 1823 los restos de las tropas españolas se rinden en Puerto Cabello, último reducto realista en Venezuela.

Lo que no destacan los historiadores tradicionales es el rol activo y de combate de los humildes, de los habitantes primigenios e integrados a estas tierras, quienes durante trescientos años se enfrentaron al poder hispano

Comuneros en Mérida, rebeliones de negros, alzamientos de pardos, conspiración de Gual y España y la llegada a playas corianas en 1806 de Miranda con nuestra bandera tricolor fueron empujones decisivos para llegar a estos Bicentenarios. Insisto en el papel preponderante del pueblo en su voluntad de ser libre. La sabana de Carabobo es testigo permanente de la sangre regada por humildes labriegos, por esclavos, por manumisos, por pardos, por cuarterones, por indígenas y por blancos de orilla que decidieron ser libres.

Después de Caracas, Carabobo es el espacio estratégico de Venezuela. La llamada godarria valenciana existe. Con todas las limitaciones que están a la vista los frijolitos mal que bien parapetados heredan esa clase dominante. Es una escuela. De opresión y exclusión.

En tierras valencianas permaneció extraviado durante decenios el libro de Actas del 5 de julio de 1811, la partida de nacimiento del pueblo de Venezuela y nuestro anclaje físico con los Bicentenarios a celebrar. En una casona del casco histórico de Valencia un 4 de enero de 1827 Bolívar, inútilmente, trato de convencer a Páez que no separara a Venezuela de la Gran Colombia y en la misma ciudad el caudillo llanero, con la complicidad de Falcón y Guzmán Blanco, enterraron la Federación. De aquí salió otro separatista, Juan José Flores, porteño, a presidir los destinos de Ecuador con la complacencia de los ricos de Guayas y Quito.

Pero también Carabobo es paridora de movimientos sociales, de líderes populares, de comunidades organizadas. Durante la heroica jornada del cuatro de febrero de 1992 un grupo de estudiantes y trabajadores carabobeños fueron masacrados por los cuerpos represivos de la Cuarta República y de igual manera los rebeldes del Porteñazo de 1962 recibieron el mismo trato. Las fosas comunes en La Sorpresa, son testimonio de esta barbarie.

Es propicio entonces conmemorar junto al pueblo carabobeño estos dos Bicentenarios, con acciones populares, votando por el PSUV, por el pueblo soberano, heredero de los patriotas de 1810 y 1811, tanto para nuestros candidatos a la Asamblea Nacional en este año como por nuestro comandante Hugo Chávez Frías a la presidencia de la República en 2012.

Celebremos el 2010 con una mayoría parlamentaria al servicio del Soberano.


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Héctor Agüero


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