Los indígenas al poder

En Santa Elena de Uairén (esto es la Gran Sabana) uno de los firmes candidatos a hacerse de la alcaldía es un indígena de la localidad, que tiene una población pequeña y aborigen en un 80 por ciento. Este amigo cuenta con el respaldo del UPV, es decir, es uno de los tantos abanderados de Lina Ron, pero que hasta ahora se han mantenido en un extraño anonimato.

Situación similar ocurre en Caicara del Orinoco: El pueblo indígena está favoreciendo a uno de los suyos, que es respaldado por Lina Ron.

Como se ve, los amigos indígenas se quieren meter masivamente en la política. Ya no quieren permanecer pasivos, ahora quieren repetir la experiencia de Liborio Guarulla, que si bien es indígena, también es verdad que parece un político curtido durante muchos años. No es gratuito que milite en el PPT.

Pero la fuerza de Lina no se remonta solamente al indigenismo. Sin buscar mucho, ahí tenemos el caso de Antonio Briceño, actual alcalde de Ciudad Guayana, defenestrado del MVR, que prefirió postular al pepetista Clemente Scotto. A Briceño no se le puede ocultar la, digamos, pésima gestión, y se supone que ello fue lo que llevó al partido de gobierno a “revocarlo’’. Al mismo tiempo, si es por mala gestión que no se le renueva la credibilidad a Briceño, ¿por qué no se le dio la carta de despido a José Vicente Rangel junior por la misma razón? ¿Por qué a Alexis Navarro no se le inventa una embajada a ver si cogemos chance en Margarita?

Con legítimas aspiraciones de reelección y en trance de orfandad, Briceño apeló a última hora a la tarjeta de la UPV para inscribir su candidatura. ¿Qué tenemos en este acto, entre cosas? El completo desafío de Lina Ron a la escogencia oficial de los candidatos. Es decir, Lina no está aupando a Scotto, lo hace con Briceño, a quien inscribió. A decir verdad, en buena lid Scotto no le gana a Briceño, quien si bien no hizo la obra social que de un alcalde revolucionario se espera, es quien mejor se compagina con el pueblo raso. Es el que se faja a la hora de las movilizaciones hacia Caracas. Briceño es la versión bolivarense de Freddy Bernal: pésimas gestiones, pero por ahí como que todavía hay un gentecita que les hace barra. Porque a Scotto (que ya ha sido gobierno en la región) se le siente que procura un alejamiento sostenido de la masas. Es como si poquito a poquito se aburguesara. Lo mismo que ocurre con el PPT en general. No es que se quiera decir que han dejado de ser revolucionarios ni estén jugando a la traición, pero hay algo, se les siente un tenue no sé qué de pretensión a ser la élite intelectual de la revolución bolivariana. A Chávez pareciera satisfacerle esa puesta en escena azulada. Lo cual nos permite colar aquí una suerte de revelación: El ajedrez político al que juega el PPT debe ser uno de los más espectaculares del que tenga noticias el historial venezolano (en el futuro hablaré bien de esto).

Por ahora volvamos a Lina Ron, la desobediente. Lina desobedece la línea con Antonio Briceño. Lina desobedece la designación a la ratificación del pepetista Valmore García en Valle de La Pascua e inscribe a un abogado que tiene una mitad que se parece a Robin Hood, y otra a los adecos: La primera, que les resuelve los problemas a la gente pobre, lo que no puede hacer con tanta efectividad García, pero por la otra registra un enriquecimiento súbito que no es que sea ilegal, pero transparente tampoco es. Pero lo esencial es que nuestra amiga Lina Ron cuenta con él para quitarle la silla a uno de los del PTT, organización que tiene en Eduardo Manuitt un gobernador que sin la menor duda repetirá.


Noticias del Aragua y el Oriente


Ya lo sabemos: Didalco es un mal necesario. Hay que calárselo porque el chavismo no tiene otro gallo en la región aragueña. Insistimos: ¿Cómo se explica que el gobernador Bolívar no haya conseguido las firmas para revocar a cuatro diputados traidores?

Pues bien, la semana pasada se dejó colar una noticia que no tuvo tanta trascendencia. Hay un coronel Zapata que desde hace rato quiere latirle en la cueva a Bolívar, pero desde enero pasado, cuando solicitó su baja, el presidente Chávez se había estado haciendo el loco. Hasta la semana pasada que la firmó y ahora Zapata es libre de seguir adelante con su candidatura a la gobernación de Aragua. No hay que ser Luis Vicente León para darse cuenta de que la base chavista tolera a Didalco con un pañuelo en la nariz.




La Casa de Maíta


Nuestro alborotado afán nacionalista no hizo aterrizar el pasado fin de semana en la ciudad oriental de Casanay, que se ubica pasando San Antonio del Golfo y media hora antes de Carúpano, todo en el estado Sucre.

Al lado de Casanay queda el caserío llamado Pantoño. Exacto, terruño natal de Rafael “Pantoño’’ Oronó, gloria del boxeo venezolano. Es, pues, historia a flor de todos los labios aquella anécdota según la cual “Pantoño’’ se habría propuesto construirle una casita a Maíta, su abuela que seguramente ayudó a levantarlo en los años más difíciles. En cierta ocasión el campeón sufrió una lesión en las manos de importante gravedad, tanta que su entrenador asomó la idea del retiro, a lo que el gran “Pantono’’ se opuso porque “¿y la casa de Maíta?’’. Logró levantar el hogar a su vieja, que no pudo disfrutarla mucho tiempo, ya que a los dos años murió arrollada por un vehículo.

En el estado Sucre hay varias candidaturas disidentes a la de Ramón Martínez (por cierto, hay unos cinturones de miseria en Cumaná que le arrugan el corazón a cualquiera, ahí mismito, desde la autopista se ve). Martínez se siente tan bendecido, que ni se molesta en pegar un afichito recordándole a la gente que él es el gallo. Le deja el camino libre a un tal Napoleón, que tiene arropado todo el estado Sucre con afiches suyos. La semana pasada estuvo este Napoleón con el periodista Miguel Ángel García en La Entrevista, donde dijo disponer de un recorte de prensa en el que se demostraría el reconocimiento de Ramón a El Brevísimo. Se lee la nota y nada grave hay en ello, así que parece tener razón Martínez en dormir tranquilazo.

Donde sí que tiene un problemón es en la sección alcaldías. Abundan los aspirantes, que ponen sus papelitos en las calles diciendo que ellos están a la sombra del bueno de Ramón, quien no ha sabido o no ha podido conjurar la rebelión de las bases, que tienen candidatos diferentes a los oficiales. Diera la impresión de que el encargado de ungir a los candidatos a la alcaldías de Sucre fue directamente Ramón, a quien en esa hora específica poco le importó el favor del pueblo. Le importó nombrar a sus camaradas de Podemos.

En Casanay hay miles de cosas buenas, entre las que destacan el complejo “Las aguas de Moisés’’, una verdadera inmensidad de aguas termales, cuya estética tiende a asimilarse a la Grecia antigua.

Por esos lares también habita Cleto Rojas, una verdadera leyenda de la pintura artística.



douglasbolivar@yahoo.com


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Douglas Bolívar


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