¡Feliz año nuevo para todos, amigos! No intento ponerme a decir las miles de sandeces que se expresan cada comienzo de año. Todos sabemos que tenemos que echarle bolas; bolas de astronautas y no bolitas de Uribe. Una de las cosas que debemos hacer con más prontitud, es utilizar (sí es que en verdad somos revolucionarios) los espacios que nos dan para que expresemos nuestro punto de vista, en cosas que vayan en Pro de la patria. No podemos seguir escribiendo pistoladas, enviando mensajes a la novia, ocultando mediante claves nuestros verdaderos pensamientos de bobo de orilla de río. Se trata de que elevemos nuestras voces a la dimensión de la patria, obviando perder el tiempo en cosas superfluas- De una vez escribo un pensamiento del borrachito y ex torerito frustrado “Manolito el de Ibiza: “en la habitación de la patria sólo debe entrar el marido”
El año revolucionario tiene en agenda muchas cosas en las cuales debemos poner atención. Una de ella es atacar con democracia, verdad y hechos, esa oposición fascista que teniendo los órganos de comunicación a sus pies, apuntalada por célebres golpistas como Julio Borges, va a crear una matriz de opinión adversa a la revolución bolivariana, tratando de que mediante la vacuna mental que irradian los susodichos, el pueblo crea sus demagogias y sus perversidades.
La revolución necesita de nosotros. Confía en todos los que ven en este proyecto una vía al socialismo, su punto de apoyo para crecer y expandirse. Necesario es que no perdamos la brújula en cosas que nada aportan al fin específico de una patria en equidad, justicia y paz, sin ladrones, sin empresarios que se burlen de los trabajadores, llevándose el 95% de las ganancias, dejándoles sólo el 5% para sobrevivir. Esto deben entenderlo esos vampiros, si es que desean la paz de sus empresas: los trabajadores vagos que no acudan a la producción, igualmente están obligados al esfuerzo.
Si es que en nuestra mente pulula el amor y la confraternidad, dejemos a un lado el facilismo; la superchería, el juego y la creencia tonta de “que si pegamos un Kino nos resolvemos”. La avaricia, el facilismo, la fatuidad en que Dios nos va a resolver los problemas, es algo demodé, chistoso: el hombre y la mujer nacieron para luchar, para crear, para buscar con sangre y sudor el sustento que le permita sobrevivir... ¡Basta ya de paginitas en los diarios pidiendo a la patria lo que no le hemos dado, mendigando, anhelando quintas y mansiones, porque “soy padre de familia”, o se tiene dignidad o nos lanzamos por un precipicio a nunca jamás.
Tenemos que ser un soberano valiente, nada ha de doblegarnos. La lucha por la dignidad nos llama, no podemos evadir ese llamado. Es mediante el trabajo, la idea, la unión, los proyectos y las realizaciones, como vamos a edificar el futuro, que es hoy: no existe el laaaargo futuro: cada segundo que transcurre es pasado. Vamos a divulgar la obra del gobierno revolucionario en todos los espacios que tengamos, vamos, vamos igualmente a desarmar a los apátridas, a los que nunca hicieron nada por el país cuando pudieron y hoy se muestran como ejemplos a seguir. Vamos a caerles encima a los mentirosos, recordándole al pueblo inocente, cuales son sus verdaderos fines. Busquemos la historia de cada uno de ellos y divulguémosla, para que no se repita lo de Capriles Radonski, lo de Blyde, lo de Ledezma, lo de Pérez Vivas, quienes fueron golpistas, traidores, vende patria y hoy están a la cabeza de alcaldías y gobernaciones, porque el pueblo olvida pronto. Digamos la verdad, que ésta no ofende.
Hagamos que todos vean las comparaciones entre la Cuarta y la Quinta. No le hagamos publicidad a los traidores, a los tránsfugas, a los crápulas, que se mueven como anquilostomas en las aguas putrefactas de la demagogia. Digámosle al pueblo quienes fueron los adecos, los copeyanos, los Teodoros, los Pompeyos, los Miquilenas, los Allups, los Ravelles, los Granieres. No tengamos piedad ni miedo ante esta sarta de cobardes apátridas. Ellos son los enemigos del pueblo al cual maltrataron y violaron durante décadas. Evitemos que esta sarna vuelva a contaminar a la nación de Bolívar.
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