NO me cansaré de tocar este tema de la utilización de los símbolos patrios
por parte de los opositores, para justificar sus actos violentos, sus
irreverencias, su desobediencia. Que manera de irrespetar la soberanía
Nacional, el concepto de País, la formación moral y el respeto.
Bajo el manto de los símbolos patrios y la desobediencia civil se insta a
realizar acciones violentas de toda índole que empezaron con acciones
generales: como la obstrucción de las vías de comunicación, cacerolazos a
personas y negocios, apoyo a un paro brutal, y tratar de destruir la
principal industria del país; para converger en acciones individuales:
como la destrucción de la infraestructura de su comunidad, con una
estrategia de guerrilla urbana que resulto ser una “guarimba mortal”, que
desató esos instintos violentos que subyacen en cada ser humano y que son
controlados por las normas éticas y sociales basadas en el respeto y la
tolerancia.
Yo me pregunto, ¿como se sentirá la persona que cegó la vida de un amigo,
de un compañero de trabajo o vecino? cuando utilizo un arma casera para
disparar metras, sin medir que esa acción podría convertirlo en un asesino,
porque ni que se arrope con todas las bandera posibles y se lea la
Constitución oyendo el himno nacional durante el resto de su vida, podrá
revivir a ese ser humano al cual mató en un momento de violencia desatada.
Como se sentirán ahora, ese grupo de vecinos que pudimos observar en el
video filmado en el distribuidor Santa Fe en Caracas, Marzo 2004, que
atacaron a una persona, que no solo eso fue agredida por reclamar su
derecho al libre transito, sino perseguido y su carro destruido.
Que sentirán ahora que ven sus espacios comunes destruidos, que ven a niños
y mayores enfermos a consecuencia de la inhalación de gases tóxicos, de
conocer que hubo personas que se agravaron e inclusive murieron porque no
pudieron salir de sus urbanizaciones para buscar asistencia medica ya que
al llamado de la guarimba mortal acorralaron y secuestraron a los
habitantes de las zonas donde habitan no solo impidiendo el libre transito,
sino el derecho al trabajo, la salud y la educación.
Como podrán actuar estos señores después que han ejecutado actos violentos y
terroristas, de ahora en adelante para mantener las normas y el respeto
familiar, les gustara que uno de sus hijos no obedezca sus órdenes,
aduciendo que sus derechos individuales prevalecen sobre los familiares. ¿No
habrán pensado en esas situaciones? ¿Como reaccionaran ante un hecho de
desobediencia familiar?
NO será ya hora que empiecen a preguntarse que están haciendo y midan las
consecuencias de sus acciones, porque a estas alturas, se han quedado sin
trabajo, sin familia y hasta sin la vida, mientras que al frente el país
avanza y se desarrolla con el esfuerzo y trabajo de los constructores.
