La razón principal para dar el SÍ a la enmienda

A 10 años de Revolución Bolivariana y Socialista, de iniciar el proceso final de liberación patria, el mismo que se incubó cuando el primer indígena se resistió al saqueo y genocidio colonial, los venezolanos somos colocados ante un nuevo reto político que exige el más entregado patriotismo y la mayor lucidez: tenemos el poder de decidir si enmendamos el texto constitucional para asegurar la postulación libre de Presidente, gobernadores, alcaldes y diputados, blindando la construcción del Socialismo del Siglo XXI; o desaprovechamos la oportunidad histórica diciendo “no”, poniendo en riesgo las conquistas sociales de la Revolución y permitiendo que el entrópico sistema escuálido se enseñoree valido de sus mentiras y su siembra de miedo y odio.

En nuestro día a día, en el contacto con camaradas integrantes de varios espectros políticos, profesionales, laborales y educativos, hemos percibido una verdad que se yergue como una catedral: la victoria del SÍ es una victoria que se obtendrá en la Batalla de las Ideas. En los conceptos y argumentaciones que sepamos incorporar, digerir, interpretar y transmitir. En el radio bemba. En la confianza que podamos inspirar al vecino, al amigo, al compadre, para que abandone las falacias que por la vía de la propaganda de guerra ha sembrado el imperialismo en los medios de (in)comunicación para servirlo en bandeja de plata a inocentes, disociados, mercaderes de la política, anémicos ideológicos y pitiyanquis de clóset, muchos de ellos vestidos de rojo.

Por eso, bajo la prédica guevarista de que “el deber de todo revolucionario es hacer Revolución”, y como una modesta contribución al debate que debe plenar, hirviente, todos los espacios de conversación de la gente con conciencia, enumeramos en sucesivas entregas 10 razones, 10 argumentos, 10 llamados al combate en esta gesta épica que arropa la Patria. Iniciamos el primer argumento, la razón fundamental, primigenia y rotunda:

1)  Hugo Chávez es necesario e imprescindible: aunque suene a blasfemia desde el punto de vista tan manido y poco estudiado de “que nadie es imprescindible”, la verdad es el Comandante Presidente reúne caracteres políticos y espirituales que lo constituyen en fiel exégeta del mandato popular, traductor y ejecutor de las demandas sociales y arquitecto y partero de una Patria Nueva donde vivan Mujeres y Hombres Nuevos. Bertolt Brecht, aquel gigante del humanismo mundial, truena con una frase que calza como anillo al dedo en este momento histórico con respecto al comandante Presidente Hugo Chávez: "Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles".  Chávez es esto último.

El paisano de Barinas forma parte de esa raza de hombres que han transitado el camino agreste del poder, sin abandonar ni un momento el compromiso con los descamisados que a ese mismo poder lo llevaron. Por el contrario, la dialéctica histórica de estos 10 años de Revolución nos dibuja a un Chávez que mantiene una tensión permanente por acelerar y profundizar los logros con que el nuevo proceso político nos beneficia. Así, como el botón de muestra, Venezuela alcanza según cifras de la ONU el más alto Indice de Desarrollo Humano y, léase bien, el más bajo nivel de desigualdad social. Ni más ni menos: desde que el pueblo llevó a Chávez al poder, se le ha partido el espinazo a la aberrada exclusión social.

Ese Chávez de todos los días, el que a la mínima oportunidad escapa de las rigideces del protocolo para evidenciar una fibra bondadosa y humana, chistosa y solidaria, es el líder que como hormiguita construye un nuevo tejido político con rostro humano y es un pintor que merece concluir su obra monumental para asegurar a nuestro hijos y nietos una Venezuela llena de “Suprema Felicidad Social” conforme al sueño de Bolívar, que para los revolucionarios encabezados por Chávez constituye una orden imperativa que invita a la acción inmediata.

No hay, ni dentro de la Revolución ni fuera de ella, un ser humano que encarne el patriótico sentir venezolano, la solidaridad indígena, la fuerza incansable de trabajo ni la preclara inteligencia como Hugo Chávez. No hay, tampoco, gerente alguno con la dimensión estratégica ni la brillantez táctica para actuar con tino en un mundo lleno de conflictos y conspiraciones del imperialismo, llevando a Venezuela a convertirse no sólo en un país ejemplo de justicia y conquistas sociales y políticas, sino en una potencia energética, científica y alimentaria, tal como lo estamos construyendo en nuestro día a día. Ni siquiera hablemos de las naciones otrora oprimidas que han visto en Venezuela a un hermano mayor en la liberación de los poderes creadores del pueblo y avanzan, en una emulación de victoria, hacia un progreso traducido en bienestar para los más desposeídos.

No hay, tampoco, una mente tan llena de creatividad para inventar y ejecutar nuevas fórmulas innovadoras para enfrentar los problemas. No hay, claro que tampoco, mil veces tampoco, un líder sin compromiso alguno con las oligarquías ni el latifundismo. Tal compromiso con el pueblo, en actos de valentía que sólo él pudo ejecutar, le permitió rescatar del secuestro imperialista a nuestra industria petrolera y cerrar el abundante e inmoral chorro de dólares que los gringos llevaban a su país con la complicidad perruna de sus lacayos de aquende. Ahora, las divisas son del pueblo por lo cual se usan para invertir acá, generando empleo para nuestros compatriotas y para traer al país los necesarios bienes de capital, como maquinarias y equipos para el progreso colectivo.

¿Qué hubiera pasado si el Libertador Simón Bolívar hubiera tenido un mandato de 20 años? ¿Habría caído la Patria en el abismo montonero y la rapiña que promovieron los intereses foráneos, las oligarquías y el latifundismo? Definitivamente no. Era Bolívar un ser signado por el desprendimiento a los bienes materiales y su cuna de oro y muerte en pobreza nos atestiguan con suficiencia este predicado. El Sol de Colombia, como lo llamó en sus postreros momentos el General Montilla hubiera, quién lo duda, conducido con tino a la República por la senda triunfante de la modernidad y habría asegurado, incluso, la concreción de la Gran Colombia. Pero la conspiración y abyección de quienes envidiaban su monumental talla moral, dieron con el traste en un sueño que hoy, con Chávez, es utopía posible. Guardando las distancias con el prócer más benigno que jamás hubo de parir la Humanidad, constituye Hugo Chávez una segunda oportunidad en la historia del pueblo para ver perfeccionado el noble sueño bolivariano. Tan es así, que la oligarquía, la misma que al decir del cantar de Alí Primera va a Miraflores a “asegurarse que Bolívar esté muerto, bien muerto”, ha pretendido secuestrar el legado bolivariano descontextualizando y falsificando un pensamiento del prócer para pretender, con mucha ridiculez y patetismo, volverlo contra la fuerza política del pueblo revolucionario. “Operación Angostura” llama la bajeza criolla a este nuevo envión contra la Patria, mientras tratan de esconder otra vez, como el espurio Presidente Pedro Carmona Estanga –Pedro El Brevísimo- la figura mayestática de Simón Bolívar. Pero otra vez, así por siempre, se quedarán con los crespos hechos.

Es además Hugo Chávez Frías el único factor político que asegura la aglomeración unitaria del pueblo venezolano, hoy alzado en comunión de redención social. No hay un político, ni creemos que lo haya en muchos años, capaz de sumar voluntades y convocar al pueblo para la conquista de sus más grandes sueños. Dicho en cortas pero contundentes palabras: Chávez asegura la paz social de la Patria y es, en sí mismo, un poderoso antídoto contra la violencia. La redención de los desposeídos, la democratización del hecho social, político y económico que ha obtenido el hacer de Hugo Chávez, nos protegen contra la espiral de violencia, miseria e injusticia que pudiera generar un gobierno apátrida, en un supuesto mil veces negado. Nunca el pueblo venezolano se calará más a los sátrapas ilustrados que, para autodefinirse como “Padres de la Democracia” según el triste ejemplo de Rómulo Betancourt, masacraron al pueblo en viles asesinatos colectivos. Con Chávez todo, sin Chávez nada, truena el pueblo.

Ideológicamente Chávez ha abrevado del acervo del pensamiento bolivariano, robinsoniano, zamorano y de los inestimables aportes del movimiento socialista mundial. Aún más allá, se ha hecho acompañar de intachables personalidades que con su lucidez, espíritu justiciero y pensamiento de izquierda se han convertido en operadores políticos de altos quilates. Y es que para nadie es un secreto que el pensamiento de izquierda constituye la fuente moral de donde se alimentan los procesos políticos redentores y que la militancia, la fuerza y el empuje de los comunistas y socialistas son incuestionables. Recordemos con el Ché que “un guerrillero vale por 20 soldados de la fuerzas regulares”, pero maticemos la afirmación dejando claro que el Socialismo que construimos es un Socialismo Venezolano, democrático, propio, autóctono, con alto contenido indigenista y que es, ¡vaya reto!, un proceso en plena construcción. De las hermanas repúblicas socialistas, como Cuba por ejemplo, hemos obtenido el gigantesco apoyo de ese otro gigante de América llamado Fidel Castro, quien con sus luces nos ha legado la solidaridad de su pueblo, en hermandad de logros sociales.

Escuchamos, para concluir el argumento Número 1 para votar por el SÍ a la enmienda, justificadas críticas al proceso político venezolano. Lunares en el terreno de la gestión pública, corrupción o desprecio por el pueblo de parte de personeros del gobierno. A todos ellos les decimos, sin caer en el irresponsable expediente de la negación, que sólo con Chávez, es decir con el pueblo y desde adentro, podremos corregir, acelerar y profundizar en la tarea de construir una Patria orientada a la transparencia, salvaguarda, bienestar y progreso de todos sus hijos.

pegenie@hotmail.com




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Pedro Gerardo Nieves

Autodidacta. Comunicador popular, coordinador de la Brigada de Agitación, Propaganda y Comunicación Florentino del PSUV Barinas, vocero de la Guerrilla Comunicacional Florentino, delegado de formación de la Escuela Nacional de Formación Socialista "Hugo Chávez" del PSUV.

 pegenie@hotmail.com

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