La
crisis económica mundial de la actualidad puede tomarse como la
correspondiente crisis que cíclicamente toca a cada periodo
dialéctico-evolutivo del capitalismo, los Estados Unidos con su
política bélica en pos de dominar a los países productores de petróleo
son el padre de este monstruo que hoy vive el mundo, un presupuesto
bélico que deja sin dinero a un país por conquistar otro los lleva a la
derrota no solo en el campo de la guerra, en la
crisis del año 29 del siglo pasado el economista Jhon Maynard Keynes,
se hizo acreedor del premio Nóbel de economía por su política
inflacionaria y años después otro premio Nóbel, Walt Whitman Rostow lo
acuso de inflacionista y de haber convertido a esa nación en un país de
dinero inorgánico, inorgánico porque el dinero que circulaba en ese
país no tenia respaldo real en las reservas nacionales; los billetes no
son dinero real, los billetes son un cheque al portador, tome un
billete y en el leerá “pagaderos al portador en las oficinas del
banco”, eso no es mas que un cheque sin fondos, si usted quiere quebrar
un banco pídale a todos sus clientes que vallan el mismo dia ha retirar
sus ahorros, el banco comenzara a abrir sus puertas mas tarde y ha
cerrarlas mas temprano hasta que comiencen a negarle su dinero
simplemente porque no tienen con que pagarle, porque su dinero ha sido
invertido en negocios que les generan a los bancos mucho mas dinero que
el que ellos pagan por “guardarle” el suyo, es la economía de mercado
que se sustenta en el laissez faire, laissez passer, “dejar hacer,
dejar pasar”, claro esta hasta que necesiten que los gobiernos
intervengan inyectándoles dinero del erario publico, y el gobierno
incrementara los impuestos para recuperar ese dinero y por supuesto
quien termina pagándolo es el ciudadano común, el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial no escapan de este esquema, prestar
dinero a países subdesarrollados o atrasados con unos intereses
impagables a cambio de tener el dominio de las políticas económicas,
que siempre apuntan al retorno de dinero desde los bolsillos de los
consumidores a través de los impuestos, la economía capitalista se
sustenta en las sociedades de consumo que han sido creadas por un muy
bien planificado sistema de creación de necesidades, el consumo
mantiene la circulación de dinero, y la generación de impuestos.
El
mercado de capitales es un mundo virtual donde en minutos se realizan
transacciones por montos multimillonarios, dinero que pasa de unas
manos a otras sin siquiera tocarlo ni verlo. La realidad política de
Latinoamérica tiene un rol protagónico en esta crisis, con gobiernos
progresistas como el de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Brasil, a las
instituciones financieras-colonizadoras como el FMI y el BM se les han
recortados los espacios, Argentina en el pasado era el laboratorio
económico de estas instituciones, allí ponían en practica sus
creaciones como la caja de reconversión entre otros, lo que hacia que
esta nación experimentara momentos de relanzamiento económico para mas
temprano que tarde sumirse en otra crisis mas profunda que la anterior.
Ante toda esta realidad las naciones latinoamericanas y tercermundistas
no podemos volver a tenderle la mano al verdugo, quien volverá a
blandir su hacha contra nuestras cabezas, necesario es entonces darle
ese saludo en el hombro que lo termine de desestabilizar y enarbolar la
bandera que del socialismo, pero no ese pseudo socialismo Stalinista,
ni el que llevo a que el muro de Berlín se derrumbara hacia el lado
contrario, son nuevos tiempos y deben ser nuevos postulados nacidos y
creados de cada una de nuestras propias realidades, la historia espera
por una respuesta que cambie su curso, Francis Fukuyama debería
resarcir los daños y perjuicios a quienes creyeron en su rebuscada
teoría del fin de la historia, la historia dejara de escribirse cuando
cese la humanidad, cuando cesen los explotados y excluidos, cuando las
relaciones entre los hombres no sea la de explotadores y explotados, y
eso nunca será posible bajo el dominio del capital.
efrendez@hotmail.com