La oposición logra el milagro: recoge las firmas. Llegado este punto, en el que la oposición logre el milagro de conseguir más de 2 millones de rúbricas, afrontará un desfavorable escenario electoral: necesita 3.750.000 de votos para lograr su cometido.
Supongamos que el CNE, en un ataque esquizofrénico y desesperado por salir de Chávez, diga que los 12 millones de electores que actualmente registra su base de datos pueden ir a la consulta electoral. El escenario sería el siguiente:
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Padrón electoral |
No. Votos para revocar el mandato de Chávez |
Votos emeverristas |
Abstención |
Votos oposición |
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12.000.000 |
3.570.000 |
40% |
30% |
30% |
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Total 3.600.000 |
Mendoza revoluciona las matemáticas. El presuntuoso gobernador de Miranda se presenta en la tele con un cartelito que da risa: según su interpretación de las matemáticas, la oposición sacaría más de 4 millones de votos en un eventual referendo.
Sin embargo, a las matemáticas de Mendoza habrá que anteponerle las interpretaciones que hace el PPT, y que parten de una lógica inobjetable: para que la oposición active el referendo, primero deberá recoger las firmas. Para ello tendrá que superar la siguiente ecuación:
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1.- No. horas diarias para recoger firmas según CNE |
2.- No. días para recogerlas |
3.- No. minutos en una hora |
4.- No. centros de recolección firmas |
5.- No. de minutos (promedio) que tarda un elector en estampar su firma |
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10 |
4 |
60 |
2.700 |
4 |
Ecuación: col.1 x col.2 x col.3= 2.400 minutos x col.4 = 6.480.000 / col.5= 1.600.000 firmas
La oposición no le para a Pitágora y reedita otro “fraudazo”. Los organismos de inteligencia han detectado en Guarenas un supuesto centro de acopio de firmas, donde más de 80 jóvenes trabajan las 24 horas del día para falsificar las rúbricas registradas en la base de datos de uno de los tres primeros bancos comerciales del país.
Con el apoyo de Ravell, Cisneros y Cia., al final del cuarto día, emergerá Mendoza, Julio Borges, Cova, Juan Fernández, con una foto de Carlos Ortega y Carmona, etc., etc., diciendo que recogieron 5 millones y algo de firmas. Todo una sainete que por supuesto a estas altura está preparado hasta el guión.
José Vicente es aceptado como pitoniso. Tal como lo ha reflejado el vicepresidente en sus últimas apariciones públicas, la oposición no logrará activar el referendo. Fundamenta su vaticinio el vicepresidente, no sólo en las matemáticas, sino en su agudo olfato político que le inclina a pensar de que el brazo armado de la oposición (Bloque Democrático) cada día que pasa se vuelve más loco y disociado.
¡Paaaartidaaaaaaa!, sale Henry Ramos Allup, y toma la punta... Así es, AD madrugó a sus “amigos” de la CD presentado la listas de los revocables emeverristas. ¿No dijeron hasta la saciedad que la prioridad era Chávez? ¿Cómo es que ahora cada partido de la oposición tiene otros objetivos? Claro, nadie de estos políticos quiere perder su cambur en el Parlamento. Ni siquiera el viejo Salas Römer quiere perder la golilla de Carabobo, y juramentó a “más de 400 mil” (por Dios) jóvenes no para buscar firmas contra Chávez, sino para protegerse del revolcón que le viene al hijo.
Chávez se vuelve a salir con la suya. Pero es que este Chávez se las sabe todas. La oposición pasó un año hablando de referendo, y cuando menos se lo esperaban, Chávez insurge con una lista de 700 revocables y con un poderoso comando de campaña. A todas estas, la oposición, agarrada in fraganti en robo hacia la segunda base, tiene que recurrir a lo único que sabe verdaderamente hacer: terrorismo. Se repite el mismo libreto, el mismo esquema y los mismos autores. Es, pues, una película pasada de moda.
Rubén Marcano, periodista
