No es cualquier cosa. Además es una reformulación entre familia, pues Alfredo Maneiro y los consecuentes revolucionarios de siempre somos una sola y única familia en lo político, en el afecto, en el sacrificio revolucionario. Menos que nadie los criminales de entonces y de ahora, incluido el inadaptado de las cruces del cementerio portocruzano, quedaron autorizados por Maneiro para regatearnos esa parte de los símbolos de la revolución. Además, es mucho camisón para alguien que se volvió a quebrar ante el enemigo de clase después que Alfredo lo recuperó del vahído social, casi crónico entonces, para incorporarlo a la lucha revolucionaria en defensa de la unidad de la clase obrera y sus reivindicaciones.
No decimos el nombre del posible usurpador de las consignas revolucionarias de Alfredo Maneiro, porque estamos conscientes que, de los discípulos de ese gran revolucionario, son contados los que después que Carlos Andrés Pérez lo mató, se estén dando el abrazo de la traición con los de la fanfarria del crimen. Claro que esta descripción es un retrato escrito. Pero si el usurpador se atreve a reclamar, las evidencias se le convertirán en un relieve en la cerviz para mayor degradación.
Ahora cómo vemos nosotros desde acá las tres erres reformuladas por el camarada Presidente Hugo Chávez Frías.
Rectificación. En cuanto al socialismo, que es único y universal, no debemos ubicarlo en tiempo determinado ni ponerle patrocinante. Es originario con el ser humano, a quien le sirvió para ser gregario. De aquí los afectos, la hermandad, hasta que irrumpió el egoísmo y la avaricia. Nuestro Jesucristo palpó las injusticias. Quiso recuperar la realidad y lo mataron. No puso ninguna otra mejilla. Fue Herodías quien le grito al verdugo: “dale por la otra mejilla”. Muerto Jesús dijeron los del globoavarovision “el mesías fracasó”. Y entre otros, Marx escribió el por que del socialismo y murió sin patria. Lo envenenaron. Simón Bolívar juró en el monte sagrado la liberación de los oprimidos y murió en los patiaderos de Santander y Uribe, que no en la Patria neogranadina. Luego entonces, no fue el socialismo del sabio Salomón, que Jesucristo quiso hacer valer, el que fracasó. Lo creyeron muerto con el Redentor pero resucita con Bolívar cuando despiertan los pueblos.
Así las cosas, en la rectificación, en cuanto al socialismo, en todo caso es adaptable a la idiosincrasia de cada país y con esta practica, actuar con acciones socialistas desde el gobierno. Ya que con el socialismo las palabras sobran si no se acompañan con la práctica.
Por otra parte es rectificable entre hombres y mujeres el prejuicio inducido que nos hace dubitativos en cuanto a nuestras capacidades. Un ejemplo. Se nos ha hecho creer que la colectivización para producir lo que nos comemos fue un fracaso en Rusia y que por lo tanto en Venezuela también fracasará. Los denigrantes no dicen que allá el dictador, después que murió Lenin, se ocupó solamente de la industria bélica para atemorizar las pequeñas repúblicas vecinas que ya había amarrado con el botín de guerra.
Entonces, al ratificar esto de la necesidad de la colectivización de la producción agroalimentaria, señalamos que es de vital importancia para el país rectificar esa apreciación que más bien parece una timidez. No obstante que todos estamos contestes en cuanto a que el desabastecimiento es una bandera que los importadores y los enemigos del consumidor, enarbolan contra el gobierno presidido por Hugo Chávez. Además, es tiempo ya de frenar el excesivo gasto vía Mercal para cancelar las importaciones a que nos obligan los acaparadores y traficantes internacionales.
Presidente Chávez en un Aló… del año pasado nos alivió usted en nuestra inquietud, cuando informó que se había constituido PDVAGRARIA. De aquí la tercera R, desde ya, para que mediante la incorporación de 100 mil compatriotas y los tractores iraquíes sembremos el petróleo en toda la fertilidad de la tierra. Ya que la Tierra si paga y Venezuela no perecerá con el socialismo. ¡Que viva la Patria! Venceremos
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