O César Pérez Vivas es un imán para recibir las agresiones más ridículas ó es el farsante masoquista más estúpido del parlamento. Esta segunda apreciación es la que más atrae mi atención. Recordemos la cara contraída de Pérez Vivas, cuando recibió aquel supuesto huevazo en los pantalones de parte de un supuesto integrante de las “hordas oficialistas”. Ahora llega al parlamento, justo cuando Globovisión se dispone a llevarnos otro día cargado de mentiras, con la cara rasguñada y el consiguiente baño de sangre para que toda Venezuela se entere de la “violenta actitud” de la camarada fosforito.
No veo a Iris Varela clavándole las uñas, por que Iris tiene el guáramo suficiente para clavarle un coñazo bien plantado en la jeta. De paso, no solo bien merecido por la permanente actitud provocadora del hombre del huevito. La oposición ha boicoteado una y otra vez todas aquellas sesiones en las que se trate de aprobar alguna ley que controle, beneficie ó aclare el panorama institucional. Pérez Vivas es un experto en la farsa, el show de esquina y la bajeza con que se esquilmó a las mayorías su rol protagónico. No son capaces, Pérez Vivas ha sido uno de los cabecillas, de debatir y lograr acuerdos que beneficien al pueblo venezolano. Mantienen una actitud de boicoteo permanente a cualquier orden que vulnere los intereses de los poderosos. Cuando la macoya es grande y los bolsillos se llenan de dinero proveniente de quienes no quieren que existan controles, es seguro que no importa abrirse la piel para crear ese mundo virtual que es protegido por los medios de comunicación. No importa si generan violencia, caos, desestabilización ó afectan el libre desempeño del estado. El peo es no dejar que este gobierno obtenga las condiciones para hacer los cambios en paz.
Marquina de Acción Democrática, no le importo recientemente llamar a cacerolear frente a la casa del presidente del Consejo Supremo Electoral. Marquina es adeco y Pérez Vivas copeyano, pero no se diferencian en nada a la hora de lidiar con la vergüenza de ser golpistas y utilizar métodos fascistas con el fin de evitar cualquier cambio favorable a las mayorías. Son simple instrumento de la oligarquía y no lo ocultan; más bien se muestran orgullosos de su capacidad destructora. Por eso es imposible que puedan legislar ante el pueblo con la cara en alto y en sitios que sean concurridos por las clases populares.
Pérez Vivas demuestra nuevamente su poca originalidad y su predisposición histérica a ensuciar la labor parlamentaria. Un hombre (si es que se le puede llamar así) que fue grabado cuando le da un rodillazo a una mujer, en este caso a Iris Varela, en la presidencia del hemiciclo buscando enturbiar el libre desempeño de un debate, no es más que una basurita que no llega al grado de animal en la fauna vertebrada. Al menos los animales tienen una función específica. Pérez Vivas no tiene ninguna función específica en el mundo más que la de joder. Pero, esta basurita no está sola en el parlamento; esta “cosa” está rodeada de otras “cosas” que deberán ser desplazadas de sus curules por votación popular en las próximas elecciones parlamentarias.
Pérez Vivas y su verbo parecido al de las viejas chismosas que saben que no tienen nada que buscar, se ve alimentado por las cuatro jineteras prestas a buscar cualquier vaina que sirva para desestabilizar el país. No le da vergüenza posar como un ilustre hueveta y, encima, pedir a un fiscal del ministerio público para que le sea revisada una herida auto infligida tras bambalinas. Si estos son los representantes de un sector que busca retomar el poder, pues están bien jodidos, porque afuera hay millones que quisieran partirle el alma por ser tan faramallero y ridículo precursor de la suciedad que los ha asalariado para comprar el país. Sería bienvenido que Iris le hubiera reventado la nariz con un recto de izquierda. Bien merecido lo tendría por pendejo.
La situación que hoy se ha planteado en el congreso, obliga a las fuerzas revolucionarias a tomar en cuenta quienes son los que nos representarán en los cargos legislativos. Casos como el de Pérez Vivas, no pasarían de ser un breve ejemplo de estupidez si no se hubieran elegido tanto tránsfuga y vagabundo que terminó entregándose a la oposición y vulnerando la mayoría absoluta que teníamos en el congreso. Necesitamos gente comprometida con el proceso para aplastarlos y arrinconar sus intenciones fascistas. Si vamos a elegir nuevamente a los diputados que serán nuestros representantes y que tendrán la obligación de crear las leyes que consoliden el gobierno bolivariano, no podemos errar en la elección de los candidatos que conformarán el bloque del cambio. Un Pérez Vivas en medio de una abrumadora mayoría, no será nadie y poco importarán sus acciones masoquistas. El norte hoy no es darle cuatro trompadas a este pendejo que sirve de estribo a los poderosos. El norte es cambiar la estructura del congreso y echar a patadas con el voto popular a quienes traicionaron la confianza del pueblo.
Pérez Vivas no es nada sin los acólitos tránsfugas que lo acompañan.
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