La Reforma, el 307 y ¿el etanolen acecho?

No es una alarma. Cristo señor nos cuide esa parte. Más bien un porsiacaso, Presidente Chávez y Presidenta Cilia Flores. Es que uno, campesino de los viejos y de nuevo en nuestra serranía, siempre está como malicioso desde cuando los gringos malos y sus lacayos, con sus gendarmes, nos hicieron “cojé” el cerro para dejarle la llanada a las petroleras trasnacionales. Además sabemos que, otra vez, los inquilinos de la casa blanca y sus mandantes capitalistas están desesperados porque se les esta acabando el confort, debido a su propio despilfarro y a las locuras guerreristas de la familia Bush, que son como mechurrios para quemar combustible.

Uno se imagina la frotación de manos de los oligarcas latifundistas de acá con sus grandes extensiones de tierra ociosa, cuando lucubran ocuparlas con la siembra extensiva de la materia prima para la producción del etanol. Miles de campesinos tras la “bulla” del agrocombustible como otro argumento “humanitario” contra el desempleo, aunque sea otra forma de esclavitud con salarios miserables.

Un sueño más, es verdad. Pero como ésta oposición sueña mucho con Bush, no es de extrañar que tenga agazapada la orden de su mandante querido. Es capaz de transferir la guarimba al campo venezolano, con el argumento de poner a producir “su” tierra para exportar la materia prima de la gasolina con la que “alimentan” las potentes Hummer de allá.

Uno, desde este mirador serreño, observa cómo la punta de lanza del imperialismo yanqui, representado por los partidos Un Nuevo Tiempo de Rosales (AD) y Primero Justicia (Copei), asoman las melladas garras anti-reforma contra las disposiciones que establecen las normas de la propiedad privada y pretenden confundir a la gente con subterfugios de vieja maña ya conocida. Se imaginan que el pueblo no los conoce tras el nuevo antifaz. Por ejemplo, Primero Justicia enarbola el demagogo cuento de entregarle el titulo de propiedad a la gente que ellos contribuyeron a ubicar en esas laderas inestables del llamado, por adecos y copeyanos, el “cinturón de miseria”. Tal cual Eduardo Fernández cuando se hizo fotografiar a la vera de uno de los tantos ranchos de Caracas, para decirle a los entonces incautos que su sueño en aquella “vivienda” le resultó placentero, aunque él, pupilo de Caldera entonces, sabía que le estaba dando una bofetada a la dignidad de los pobres que, por tales, tuvieron que instalarse a malvivir en esa laderas donde nunca llegaba la salud.

Ahora se imaginan que no se les ve el bojete de la cizaña a propósito de la Reforma Constitucional, en la que se está intercambiando opinión respecto de las normas que regulan la propiedad privada y la prohibición del latifundio. Nos ignoran cuando creen que no les leemos la mala intención distraccionista y, cuando al mismo tiempo, tratan de que los pobres se eternicen en el cinturón de la muerte para que no reclamen sus derechos a la tierra promisoria de la Patria, que es a lo que en realidad le temen.

Por nuestra parte, presidente Chávez, presidenta Cilia Flores, debemos informar que, debido a esta patulequera que no equilibra el bastón, nos valemos del pie de nota para proponer que se adicione un inciso al Articulo 305 de la siguiente manera: “El Estado velará porque los productos del agro, a escala nacional sean procesados en un 97% para el consumo de la población. El otro 3% de la sumatoria nacional no procesado, podrá ser utilizado como materia prima de sustancias para consumo no humano”.

Y para finalizar dejamos esta proposición a la libre sabiduría de los abogados Carlos Escarrá y Roberto Hernández, para que la corrijan si es que da lugar. Mientras tanto, para que escuchen los intrigantes, el pueblo esta resteado al grito de Patria, Socialismo o Barbarie. Venceremos.

*Pedromendez_bna@yahoo.es


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Pedro Méndez


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