Chávez y Fruto Vivas, un mismo criterio

No sólo porque son filósofos de la vida, que si lo fueran de profesión pero con criterios disímiles, diríamos que cada filósofo a su filosofía, de manera de adornar lo de “zapatero a su zapato”. Pero como el problema es de casa para los que fuimos desposeídos, tenemos que reconocer y hacer valer que los dos estén de acuerdo en priorizar el asunto. Además, como refuerzo a la unidad de criterios, no es descartable la otra importancia que significa que ambos saben de casa. Uno, el Presidente Chávez, porque casas hicieron y son las de sus ascendientes. Ahora Presidente sabe cómo se hacen las de los demás pobres.

Fruto Vivas sí se profesionalizó de casas con sus parques recreativos y, como el presidente Chávez, también es humanista, sentimiento desarrollado a la par con el aprendizaje universitario, en la escuela que nos enseñó a diferenciar las “necesidades” del avaro imperialista de las de los espoliados por ese monstruo. Además que el avaro, por naturaleza, es egoísta, hasta el punto de sentarse encima de lo que nos roban. Allá ellos. No es conformismo; tampoco falta de ganas, pero algún día a los avaros se les romperá el saco. Que no nos culpen.

Ahora a lo central. El domingo 7-10-2007 en televisión con los Rangel. En la mañana con José Vicente y en la noche con Eleazar Díaz, vimos y escuchamos al arquitecto Fruto Vivas. Sus razonamientos, sin que sean contrarios a los del Presidente, quien pidió su asesoramiento, son respaldados por una gran porción de venezolanos y venezolanas que, como el mismo profesional, no estamos de acuerdo con la construcción de otros edificios en la vieja Caracas. Particularmente en los terrenos del aeródromo de La Carlota, espacio donde fue acordado con el Presidente hacer un gran parque de recreación para todos los caraqueños y bienvenidos. A lo que nosotros le agregaríamos, ante la falta de viviendas para la clase media que, de la misma manera como la empresa privada construye en las periferias de la Gran Caracas, a precios inalcanzables para ese segmento de nuestra sociedad, nuestro gobierno presidido por Hugo Chávez y asesorado por el arquitecto humanista Fruto Vivas, hasta donde lo permitan las cotas, le construya viviendas a esos venezolanos y venezolanas en colinas más estables. Creemos que sirve como ejemplo el anuncio hecho por el Presidente, con relación a un proyecto urbanístico en los sólidos terrenos frente a Tacagua.

Ahora lo más peludo por la complejidad. Ante la pregunta de cómo resolver el problema de la saturación poblacional de Caracas, el Arquitecto contestó que él empezaría por las “viviendas” de los cerros de Caracas. Todos estamos de acuerdo, no así los de primero justicia que pretenden la perpetuación de la mal vivencia de nuestros compatriotas menos afortunados que ellos, cuando insisten en que se les reconozca el derecho a la propiedad de esos terrenos inestables. No les duelen las desgracias de los pobres. Demagogos que son.

Por nuestra parte, además del respaldo en la materia y porque el Presidente Chávez haga nuevos discernimientos con el arquitecto Fruto Vivas, somos de opinión de que nuestra gente no tenga nunca más necesidad de estar pidiendo muros de protección contra las avalanchas ni embaulamientos de quebradas; ni escalinatas al cielo, paños tibios de la muerte que nos dejaron adecos y copeyanos. Que los cerros de Caracas y La Guaira sean reforestados y las empresas y Ministerios sean descentralizados y reubicados en las periferias de los 23 estados, de manera que el comercio informal se vea en la necesidad de seguir a su clientela. Y no porque éste sea el último planteamiento, deje de ser el primero en la practica. Desahoguemos a la Sultana. Mientras tanto, ¡Patria, Socialismo o barbarie! ¡Venceremos!

Pedromendez_bna@yahoo.es


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Pedro Méndez*


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