Esto es un solo «yo grito», de un viejo solitario de estas serranías venezolanas.
Presidente Ahmadinejad, créame que este lamento lo es de un ser humano que se atreve, aunque guarde la distancia, a respaldar su verdad dicha en cuanto a que el tan publicitado holocausto contra los judíos, fue y sigue siendo un aspaviento que no ha podido borrar las dudas. Y no he de extrañar en una secta en la que la mentira ha llegado a ser parte de la conformación orgánica; Y si quedan dudas, un ejemplo bíblico: fueron ellos los que hicieron estampar en el primer testamento lo de la «mujer costilla».
En cuanto al mil veces cacareado holocausto, este serrano venezolano invita a la humanidad entera a revisar los testimonios de los actos criminales de Hitler, propagados por Goebels, ambos hijos de judíos y el segundo amaestrado en una universidad judía, (quien nació renco en Renania y se declaró herido de guerra) y se darán cuenta que el tan nombrado holocausto fue una cortina de humo para cubrir la retirada y, de paso, aparecer como víctimas de un conflicto que ellos mismos provocaron, con la pretensión de resarcirse del fracaso de la primera contienda racista. Este viejo, cuando usted no había nacido, le leía a los mineros del carbón analfabetas, las noticias de la segunda guerra que ellos se encargaron de hacerla mundial, y jamás durante ese horrendo conflicto, se habló de holocausto judío. Sí de los asesinatos en masa de la «raza indeseada», por lo que fue masacrado el pueblo alemán y 20 millones de rusos.
Hay más presidente. Aquí no cabe, pero está escrito en un libro que, acá en nuestro país, nadie se atreve a editar. Es que quien toque el tema de los que están matando al pueblo palestino y enseñando al sicariato a desangrar vivos a los seres humanos de otras fronteras, es tildado de terrorista contra una religión que no es tal.
Pedromendez_bna@yahoo.es
