Hemos querido con esta analogía entre la termodinámica y la geopolítica utilizar una dimensión de relaciones entre dos ciencias aparentemente tan alejadas como lo física y la política, a fin de hacer una combinación conceptualmente más poderosa para incorporar dentro de un marco que he estado explorando, como profano, acerca de la aplicación de la termodinámica a los sistemas sociales y políticos ofreciendo nuevas perspectivas teóricas, que puedan ayudarnos a comprender mejor la intervención de Estados Unidos en Venezuela, y crear otras herramientas intelectuales y políticas que a nos puedan ser útiles en esa contienda.
Tal perspectiva nos permite comprender cómo las interacciones entre distintos actores en el ámbito internacional pueden verse como un juego de fuerzas que buscan manipular el orden y el desorden, reflejando así una lucha continua por la "Razón" y la gestión de la entropía. En este contexto, resulta fundamental analizar cómo se manifiestan estas dinámicas en situaciones específicas, como el caso de Venezuela y su compleja relación con actores externos, como Estados Unidos.
Así una de las estrategias más comunes en conflictos geopolíticos es el aumento de la entropía externa en el oponente. Esto se traduce en diferentes acciones que los actores internacionales pueden emprender para inyectar desorden y confusión en el sistema político de otro país, como es el caso de las sanciones económicas, el apoyo a la oposición política o las campañas de deslegitimación.
Esto ensambla perfectamente con la idea del amigo Jesús Rendón Medina, que trae a colación los planteamientos de Car Von Clausewitz, el general filósofo y teórico militar, quien señala los fines estratégicos del Caos, Deslegitimar, Agotar sus recursos, Crear oportunidades y Negar las responsabilidades, aprovechando la confusión generada.
Desde una perspectiva termodinámica, estas acciones pueden ser entendidas como fuerzas que buscan degradar la energía útil del Estado, lo que incluye su capacidad para actuar de manera eficiente, la confianza social y la estabilidad de sus instituciones. Este proceso busca forzar un colapso narrativo y estructural en el país objeto de atención, dejando a sus líderes y a la población sumida en un estado de caos e ineficacia.
Mientras tanto, es crucial que como actor externo, Estados Unidos, defienda su propia narrativa interna aunque sea mentira, manteniendo la rigidez y coherencia de su "orden interno" o "verdad". Esta narrativa puede adoptar formas como: "Intervenimos por la democracia" o "Defendemos los derechos humanos". La defensa de esta posición es esencial para preservar la energía libre, es decir, la legitimidad y el apoyo internacional que le permite mantener su estrategia de inyección de entropía en el sistema rival. La capacidad de Estados Unidos para sostener una narrativa convincente y coherente no solo asegura su legitimidad ante los ojos de la comunidad internacional, sino que también actúa como un contrapeso al desorden que busca crear en el entorno de su oponente.
En esencia, la estrategia geopolítica puede ser vista, desde la perspectiva de la termodinámica, como una transferencia asimétrica de desorden. El objetivo primordial de este juego estratégico es exportar entropía al oponente, mientras se defiende la neguentropía, o el orden, de la propia posición. La "Razón" o "Verdad" de un actor se convierte en la fuente de energía que impulsa este complicado proceso de interacción internacional. Esta dinámica no solo resalta la importancia de las narrativas en las relaciones internacionales, sino que también subraya cómo la manipulación del orden y el desorden puede ser utilizada como una herramienta de poder y control por parte de actores en el escenario global.
Este análisis da cuenta de la relevancia de interpretar los fenómenos políticos a través de nuevos modelos conceptuales como la termodinámica, que permiten "sacudir los formatos de explicación" convencionales. Al descomponer situaciones complejas en términos de entropía y orden, se pueden obtener nuevas perspectivas sobre las motivaciones y las estrategias que subyacen a las acciones de los estados y otros actores en el ámbito internacional. La metáfora de la entropía y la neguentropía ofrece un prisma innovador para discernir las sutiles interacciones que marcan los conflictos y las alianzas en el mundo contemporáneo y en los que Venezuela está envuelta, más que por sus recursos naturales por sostener una posición propia de libertad real y de soberanía.
El enfoque propuesto proporciona una herramienta analítica valiosa y ayuda a reflexionar sobre cómo los valores, las creencias y las narrativas influyen en la estabilidad y el caos de los sistemas políticos. En un mundo donde los desafíos geopolíticos son cada vez más complejos y multifacéticos, la aplicación de este tipo de análisis puede ofrecer dimensiones para entender mejor cómo se configuran y transforman las relaciones entre naciones y, en última instancia, cómo se redefine el orden global.
Oscar Rodríguez Estrada 14 de noviembre de 2025