Esa es una pelea solo para multimillonarios, pues Estados Unidos, producto de una confrontación entre la dividida elite del país, representada una por los Demócratas y la otra por los Republicanos, se ha lanzado a una medida de cierre y paralización de su gobierno, cosa que ningún otro país estaría dispuesto a realizar.
En medio de una declarada confrontación contra Rusia y China, y manteniendo un discurso de ser la primera nación del mundo, una medida de este tipo resulta por lo menos incomprensible, por muchas razones, siendo una de ellas la que se considera entre los más variados analistas de seguridad nacional y política exterior de EE. UU, que un cierre gubernamental prolongado otorga una ventaja significativa a Rusia y China, y un respiro al mundo, tanto desde el punto de vista del tiempo perdido para ese país como por la percepción de ser este una señal de alivio ante tanta opresión mundial.
Cerrado el gobierno desde el 1 de octubre de 2025, debido a la falta de aprobación de las leyes de financiación para el año fiscal 2026, se otorga ventajas para Rusia y China que no tienen que inventar historias sobre la disfunción estadounidense; simplemente citan los titulares de las noticias. Esto refuerza su narrativa de que la democracia estadounidense está en declive y es incapaz de funcionar eficazmente, lo que socava el liderazgo de EE UU ante todo el mundo.
Este cierre sin embargo trae una serie de beneficios a la población mundial, como es el impacto en lo militar y en lo que a ojos de este sencillo escribidor debiera llamarse la Maldad Planificada, pero que se denomina Operaciones de Inteligencia.
Así aunque el personal militar activo sigue trabajando, muchos empleados civiles del Departamento de Defensa son suspendidos sin goce de sueldo, lo que repetimos, para suerte del resto del mundo, que afecta la planificación a corto y a largo plazo, la investigación y el desarrollo (I+D) y el mantenimiento de equipos. También se ha generado incertidumbre en la paga al personal y a los contratistas lo que toca la moral, y estiman es un riesgo para la seguridad nacional, riesgo por lo demás inventado porque nadie en su sano juicio debe estar planificando atacar a EEUU.
Evidentemente que en la competencia internacional, los oponentes a Estados Unidos pueden y deben percibir este momento de distracción o debilidad como una oportunidad para probar los límites, escalar tensiones o desafiar los intereses estadounidenses en regiones donde ese país ha abusado de su poder y de su fuerza.
Así que esta parálisis parcial administrativa de EE.UU se traduce en una vulnerabilidad estratégica que los competidores globales pueden explotar, proporcionándoles, de facto, una ventaja temporal en el ámbito geopolítico, concedida sin que nadie se la pidiera, por esa potencia imperialista.
Si este cierre gubernamental continua, probablemente requerirían una cantidad significativa de tiempo y esfuerzo para que se recupere por completo, y algunos daños podrían ser permanentes e irrecuperables. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que incluso cierres más cortos tienen un costo millonario diario en términos de PIB y las pérdidas se acumularían significativamente, aumentando las probabilidades de una recesión económica.
Con una recesión, la cual ya se ha mencionado, la crisis deja de ser administrativa y afectaría a los Mercados Financieros, los cuales han estado un poco indiferentes a la situación, más atentos al aumento de sueldo de Elon Musk, que a los efectos de este cierre. De generarse una recesión, puede incrementar la devaluación del dólar y ampliar los costos de endeudamiento del gobierno, con las repercusiones que eso conlleva.
Un cierre prolongado estaría llevando, paso a paso a una crisis en la estabilidad global, ya que ese colapso económico o una recesión severa tendrían efectos devastadores en los mercados internacionales, el comercio mundial y la estabilidad política de otras naciones.
Así que aunque ambos partidos Demócratas y Republicanos tratan al cierre como una contrariedad que no afecta grandemente sus intereses, su escalamiento dejaría de ser simplemente una molestia, pasaría a ser una crisis nacional e internacional con consecuencias sistémicas de gran impacto. Eso además algunos dicen que es como una muestra del inevitable declive de los Estados Unidos.
Oscar Rodríguez Estrada 9 de noviembre de 2025