Las agresiones imperiales. La más amplia unidad popular, progresista y los salarios

"Una revolución popular tiene que conquistar los corazones,

emocionar a la mayoría de los hombres para que trabajen y

luchen por un nuevo sueño, por una nueva esperanza de

felicidad, por una cristalina justicia."

Eduardo Liendo. "Los topos".

Las contradicciones aumentan porque interceden quienes no viven la experiencia del Quijote, quien pese su fantasía, tiene al lado alguien que la realidad percibe y al caballero andante se la menciona y hasta por ella advierte, como dijo Luis Britto García en su artículo "La salida en pos de la obra maestra", "El Caballero regresa a su aldea para proveerse, más que de un escudero, de un interlocutor. Desde entonces, cada nueva peripecia es examinada desde los antagónicos puntos de vista de la imaginación barroca y del realismo experimental". https://www.aporrea.org/actualidad/a331138.html

"Cada cabeza es un mundo", dice el refranero popular y, en esa expresión como en infinitas, hay mucha sabiduría. En días recientes, he publicado dos artículos, donde también hablo de una "salida en pos de una obra maestra", la unidad de todas las fuerzas, en virtud de las amenazas de la contradicción fundamental, el primero "Francisco Torrealba y los llamados al diálogo. Un gobierno y política emergentes contra la agresión externa", https://www.aporrea.org/actualidad/a334067.html y el segundo "¿Cómo encarar lo inmediato? EEUU insiste en seguir con las sanciones y Jesús Farías admite que se puede aumentar el salario", https://www.aporrea.org/tiburon/a334162.html.

Quiero antes continuar que, particularmente, al primero ha entrado una cantidad significativa de lectores, lo que revela lo del

"gobierno y política emergentes contra la agresión externa", es un punto de mucha sensibilidad a atracción.

Por ese artículo de Britto, al cual hice antes referencia, que recomiendo leer, dado lo excelente del manejo del lenguaje, el recurso literario y el pertinente llamado que allí hace, como Sancho al Quijote, a percibir la realidad, dado que éste vive ensimismado en la fantasía, recurso usado por Cervantes para decir lo que en buena medida no estaba permitido, repongo un trabajo de unos meses atrás, con unas ligeras modificaciones y fundamentos recientes.

Dados los resultados electorales, las posibles, pertinentes alianzas que demanda la realidad y la lectura que de todo ello se deriva, he optado por reponer, un trabajo publicado en mayo pasado como un llamado, reclamo, a leer la coyuntura con pertinencia, influido por el de Britto García, antes mencionado. Alguien tiene que mirar y narrar la verdad para que la fantasía no se imponga.

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La lucha por el salario. La metamorfosis de Kafka y la muerte de un viajante de Miller.

Eligio Damas

Cuando asistí al acto de presentación que sus amigos, muchos de ellos también amigos míos y yo mismo, hicimos del libro de cuentos del Dr. Arnaldo Cogorno, titulado "Cuentos de niños, solo para adultos", le comenté a dos ellos un asunto en el cual dije un pequeño disparate, de esos causados por "los vacíos momentáneos" de la memoria de los viejos. Al hacer un comentario, acerca de eso natural y propio de la realidad, que envuelve la frase "cada cabeza es mundo" y no sólo eso, sino que cada quien tiene pleno derecho a decir lo que piensa con libertad, pero decoro, hice referencia a Kafka y "La metamorfosis", pero a la obra del genial narrador checo, la llamé dos veces, "El escarabajo". Lo que tampoco es muy desacertado, dado que Gregorio Samsa, el personaje principal de esta corta obra narrativa, se descubrió vuelto escarabajo una mañana temprano al despertarse.

La referencia que hice sobre ella, es que había tenido acceso, días atrás, a tres o cuatro interpretaciones de la obra, absolutamente diferentes todas, como también a la que le he dado, desde la primera vez la leí, lo que he hecho, que recuerde, por lo menos dos veces.

Y señalé eso para insistir que la realidad, es como es y no como uno la desea. Y ella implica que, cada uno de nosotros, por más cerca que estemos, siempre tendremos, aunque sean muy sutiles, diferencias en la percepción, apreciación al juzgar el acontecer; uno que se mueve de manera constante y estando nuestros instrumentos de medición y calificación determinados por intereses y valores no siempre coincidentes y menos homogéneos, es natural que percibamos distinto.

Lo mismo me sucede con "La muerte de un viajante" de Arthur Miller; para mí, Willy, el personaje principal en la obra del gran dramaturgo norteamericano, termina suicidándose, por las mismas motivaciones que hicieron que Samsa se volviese escarabajo.

Casualmente, uno y otro, son "viajantes" o vendedores al servicio de empresas capitalistas, las cuales ponen a ellos sus exigencias y ambos con obligaciones familiares de conformidad a los rasgos del modelo social. Para mí, Samsa y Willy, por las exigencias del trabajo, el esfuerzo por ellos puesto en cumplir sus roles e intentar el mayor rendimiento y las obligaciones familiares, terminan evadiéndose, uno se vuelve escarabajo y el otro se suicida. Willy terminó insatisfecho, hasta descalificado por su jefe, patrón, su amigo, dueño de la empresa a la que dedicó su vida como vendedor estrella y, esperaba en la vejez, un trato consecuente y por añadidura en unas relaciones confusas con sus dos hijos. Hasta su esposa, terminó siendo una triste víctima de todo aquello.

Pero como dije antes, sobre las dos obras, hay personas, conocedores por encima de este humilde servidor, que dan, de acuerdo a eso, sus muy altos niveles, explicaciones de otra naturaleza, hasta complicadas, como que mis limitaciones no me permiten entenderlas, porque "cada cabeza es un mundo" y los instrumentos de cada quien son diferentes y unos de mejor calidad y calibrados que otros.

Y a lo anterior se agrega, que por hacer un comentario según el cual, en "El Proceso" y "América", obras de Kafka, obras en las cuales el señor K y Karl Rossmann, sienten el peso y significado del Estado sobre el hombre y la sociedad, alguien casi se burla de mí, alegando que en ninguna de ellas aparece el Estado por ninguna parte.

La perorata insustancial anterior se explica por continuar con mi alarma encendida, por percibir como gente con mejores instrumentos que uno y enorme influencia en la colectividad y particularmente en el espacio de la política, sigue evadida, como Willy y Samsa o, para decirlo de manera más sutil, vendiendo una narrativa que la aleja "del meollo del asunto", dicho así, para ser consecuente con la vulgaridad propia de un cumanés nacido y criado en una aldea de pescadores. Pero también percibo que esas personas evadidas, empiezan a distanciarse de la gente común y particularmente de la que antes mucho interés les ponía, dado que eran sus faros.

No cabe duda, uno, por muy rústico que sea, así lo entiende y narra, tanto que en Twitter o X, por eso hacer cuando a esa página entrábamos, llevábamos "leña pareja", de parte quienes eso no creen o no les interesa "creer" y divulgar, que nuestra primera contradicción como nación es con el capital internacional, particularmente el de EEUU y sus aliados internos. Pues para ellos, lo primero en la contrariedad es Maduro y el chavismo y que, a estos guindándolos, pues sacarlos del gobierno no les sería suficiente, todo se arregla. El mismo discurso de los guarimberos que se extiende, en otras circunstancias, hacia otros factores. Tanto que, asombrosamente, uno observa que gente de la izquierda, banaliza las sanciones y subestima la injerencia de Estados Unidos.

Pero también entendemos que, al mismo nivel o muy cercano, de esa contradicción, está la lucha por el salario, sobre todo en un país donde los trabajadores están sometidos a un grado de explotación casi – observe el lector que dije casi – no se repite en ninguna parte del mundo. Salvo algunos sitios muy particulares, que no mencionaremos para no distraer la atención ni provocar reacciones innecesarias entre los persistentes dogmáticos.

Cómo entendemos, sin que nos quepa la menor duda, lo hemos venido diciendo, que la lucha por el salario dentro del capitalismo, y en Venezuela estamos en una sociedad de este carácter, pese para gente interesada del bando opositor, habiéndole "cogido la palabra al gobierno", particularmente de muy poco tiempo atrás, estamos en un sociedad socialista, lo que es una mentira del tamaño de la montaña andina, es el deber, derecho y obligación del movimiento por el cambio y la justicia y hasta para la "revolución", para decirlo en esta palabra que se ha vuelto como convencional y especie de antorcha gubernamental.

La definición de socialismo pareciera usarla el gobierno como para justificar o darle valor moral, no sólo a la precariedad de los salarios sino la cancelación de los mismos sin importar de quién se trate ni el rol que se desempeña, en base a una supuesta igualdad, expresada en unas tablas de la ONAPRE, mientras otros reciben beneficios descomunales, lo que desbarata aquel discurso. Y la usa la oposición extremista para descalificar toda propuesta de cambio, atribuyéndole, a un socialismo inexistente, la miseria y pobreza material y humana que genera un modelo capitalista decadente, derivado de diversas circunstancias, en donde las sanciones por ellos solicitadas y defendidas juegan un rol preponderante. En lo que ella, esa oposición, como el gobierno, tiene seria y grave responsabilidad.

De donde separar una consigna o lucha de la otra, la contraria al bloqueo y sanciones, de la favorable al salario, es desacertado y hasta reaccionario. ¿Qué ganarían los trabajadores si se logra que EEUU suspenda las sanciones, mientras empresarios y gobierno mantienen la misma política salarial? ¿Es cierto que, bondadosamente, el patrón, privado o estatal, subiría los salarios, devolvería los servicios "generosamente" al nivel y alcance necesarios? ¿Es posible eso viendo el Estado y el empleador privado, a trabajadores y factores políticos que siempre asumieron eso como una bandera sustantiva con ella arriada? ¿No hace falta darle al Estado, al gobierno, respaldo popular mediante el reclamo, por los medios legales, para se sienta motivado a acceder a los aumentos salariales en conformidad a los procederes pertinentes, como los contratos de trabajo? Es decir, ¿no hace falta Sancho para que Don Quijote perciba la realidad?

Pero hay algo más sustantivo aún. ¿Vamos a seguir insistiendo en el mismo error de creer que los trabajadores no deben luchar por el salario, sino esperar pacientemente que el "piadoso" patrón tome la iniciativa? ¿Es esa la estrategia inherente a los trabajadores y la lucha por el cambio o al contrario, no es la del capital?

Cierta cúpula gobernante y sus seguidores acríticos, dejando por sentado que hay dentro del mismo quienes no son eso, insisten en que hay que luchar contra las sanciones y dejar de lado lo del salario porque esto sería como hacer daño a lo que ellos defienden. Es decir, difunden que eso es contradictorio. Olvidando que, entre lo que ellos deberían defender preferentemente, además de la soberanía, están los derechos de los trabajadores, pues como suelo decir, es la bujía que mueve las luchas por el cambio e incluso contra las sanciones, el bloqueo y hasta favorece la permanencia del gobierno de manera holgada o cómoda y no precaria. O para decirlo de manera más clara, el asunto salarial, al cual van ligadas otras cosas, es la causa o motivo del descenso del apoyo popular del gobierno, de la pérdida de votantes y, en consecuencia, del fortalecimiento del bando opositor.

En Venezuela pareciera haberse convertido en algo difícil de entender, por algunos factores, como la propaganda, publicidad y hasta el odio que, si algo es ajeno a los intereses de los trabajadores, por la lógica del modelo imperante, son los grupos políticos y personajes ligados a la extrema derecha que ejercen la representación genuina del capital interno y externo.

Tanto es así lo dicho anteriormente que, miro y observo con atención y hasta asombro, a viejos compañeros de lucha del frente magisterial, esperando que la oposición más alejada a nuestros intereses, a lo que ellos han representado toda la vida, llegue al poder, para que inmediatamente sus salarios sean aumentados sustancialmente. Esperando que sea el enemigo histórico, resultado de las relaciones del modelo social, quien les saque justa y equitativamente de su tragedia.

Lo que hace Milei en la Argentina, que es un accionar, hacer, no un simple discurso, en sentido contrario de lo que creen y aspiran, a ellos nada dice. Y nada les dice porque el odio y la desconfianza generada por las políticas salariales en Venezuela, los ha llevado a generarse esa falsa ilusión. Es una manera de mirar "el mundo al revés".

Ya es hora que el gobierno tome conciencia sobre este asunto y haga lo pertinente, más cuando Jesús Farias, quien ha sido su vocero en este tema y se ha enfrentado a quienes han venido reclamando aumentos salariales, ha admitido que "ya se están generando las condiciones para nosotros volver a lo que reivindicamos siempre que es la dignificación de los trabajadores y el incremento de los salarios". https://notizulia.net/diputado-jesus-faria-dice-que-se-estan-generando-las-condiciones-para-un-aumento-de-sueldo/

Es evidente que, para la extrema derecha, hablo de esa con sus estrechos vínculos o amarres con el capitalismo, por razones inherentes al modelo económico, lo que comporta sus socios mercantiles, financieros y los factores culturales, particularmente los políticos, el bloqueo y las sanciones "son buenas y sabrosas", porque han llegado a someter al gobierno, en términos tales que, en este momento, Fedecámaras, como nunca antes, ni en los tiempos de la tan odiada, desacreditada y difamada, no sin razón, "tripartita", tiene las mejores cartas en las manos al momento de dilucidar el tema salarial, tanto que se atreve a proponer aumentos, sin perder la ventaja y estando a punto de "ahorcar la cochina" que es la reforma de la LOT, en lo relativo a prestaciones sociales. Y esto sin dar nada a cambio, porque ya los empresarios privados pagan, hasta más de lo que proponen, pero no como salario mínimo, sino a modo de bonificación. Y, además, pagan muy por debajo de lo que en otros países del continente y, aún así, ganan en demasía, más al comparar con los tiempos de antes.

Pero estando, así las cosas, volvemos a Gregorio Samsa de "la Metamorfosis" de Kafka y "la Muerte de un viajante" de Miller y de los evadidos. Y volvemos porque me sigue incomodando, angustiando y preocupando, como los evadidos, que denuncian "al imperialismo", particularmente al norteamericano, pues hay quienes dicen que es el único que existe y quizás también los países de la OTAN, pasan por alto el tema salarial. Es decir, no reclaman al Estado y particularmente al Ejecutivo, la obligación, dado que también es patrón, de atender los reclamos salariales, más ante la grave situación que viven los trabajadores que, en Venezuela, no es cualquier cosa. Y es obvio que, los bonos aumentados, conducen a la negación de los aumentos en prestaciones sociales, aguinaldos y vacaciones; lo que implica que, en fin de cuentas, tal aumento se anula.

Creo que como dijo Britto, la fantasía y la realidad pueden encontrarse, hace falta buena disposición y un interlocutor. Y yo quiero, como Sancho, pese lo incómodo y hasta molestoso que resulte el rol, hacer las veces de Sancho, leer en voz alta lo que dice la cartilla de la realidad que nos circunda.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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