A propósito del escándalo del Proyecto Iraní

Si yo fuera Chávez

 

Comencemos por decir que no somos escuálidos; que apoyamos este proceso que está viviendo nuestra Patria y que hasta donde nos quede vida estamos dispuestos a defenderlo. Eso para que no se nos califique de contrarrrrrrevolucionarios. Sigamos diciendo que hasta ahora no hemos visto una actitud en Luzmely Reyes que nos haga dudar de su calidad y ética periodística. Que muchas veces escribe cosas que molestan a los chavistas, está bien; ello no nos da la cualidad moral para descalificarla a ella o a su trabajo, porque nos consta que es abnegada, seria, responsable de lo que hace y dice.

Aclarado este punto, queremos recordar los días de la tragedia de Vargas, cuando las lluvias de enero acabaron con la vida y las pertenencias de muchos. En aquellos días, Vanesa Davies, querida periodista de El Nacional, denunció que en Vargas se estaban produciendo ejecuciones extrajudiciales (matanzas las llamamos algunos) por parte de la DISIP. Muchos que se salvaron de los ríos de barro y agua, no tuvieron la misma suerte con las balas de los tombos de negro. En aquella oportunidad el Presidente Chávez dudó de estas afirmaciones. Vanessa se afincó en su verdad y le retó a que con sus propios ojos fuera a verificar los hechos. Fue así como Chávez se embarcó en un jeep y fue a parar a las humildes ruinas de los familiares de los desaparecidos. Lo demás es historia. Vanessa demostró que hacer críticas y denuncias no necesariamente implica conspirar.

Ahora vayamos al punto. Si yo fuera Chávez, en lugar de escuchar lo que me dicen los burócratas de escritorio, le pediría a Luzmely que me lleve a los sitios que ella visitó; me montaría en un jeep para ver la octava maravilla en que convirtió la hija de Ana Mharzal de Bolívar la carretera de Macaira. Me pondría un buen casco para resguardar la cabeza y me lanzaría por la oscura vía de Guatopo para ver esa obra de ingeniería tan costosa a la que querían que la comunidad le diera el “visto bueno”. Si yo fuera Chávez repetiría la experiencia de Vargas: le daría el derecho a la duda a lo afirmado por Luzmely.

Si yo fuera Chávez, sentaría en el banquillo a todos, absolutamente todos los funcionarios involucrados en este proyecto y les exigiría que, carpeta en mano, me mostraran desde cómo se hicieron las licitaciones, pasando por las adjudicaciones, los porcentajes entregados para comenzar las obras, el seguimiento de las mismas, el finiquito, los pasos que dan los cheques para llegar a las manos de los beneficiarios, los criterios para aceptar recálculos una vez firmados los compromisos y todo lo que pueda esconder un guiso. Claro, sabemos que esta no es su tarea, que administrar un país es difícil y que para eso se nombran ministros, directores y demás hierbas. Pero está visto que a nuestro Presidente le están jugando kikiriguiqui con muchos proyectos bandera de la revolución.

No importa cuánto se quiera o se confíe en un funcionario; todos o casi todos están bajo sospecha hasta que demuestren lo contrario. No podemos permitir que la Revolución Bonita se nos escape de las manos porque unos burócratas confundan los bienes públicos con su chequera personal y que emulen a quienes combatieron y criticaron en el pasado. ¿Se ha preguntado de donde vienen la mayoría de funcionarios chavistas?, ¿acaso sembramos árboles para cultivarlos? ¿ser militar es condición sine qua non para ser honesto? Muchos de los escándalos de la cuarta república tuvieron entre sus protagonistas a uniformados que hoy se fotografían con nuestro Presidente.  Muchos adecos y copeyanos de vieja data hicieron una extraña conversión y hoy son más revolucionarios que el Ché. Muchos otros que en el pasado fueron activistas de izquierda, perseguidos y hasta encarcelados por la cuarta república, descubrieron que su sueño de revolución se concretaba en tener una Hummer, tomar whisky 18 años y comprar la casa de sus sueños.

Si yo fuera Chávez le exigiría a Pedro Morejón, Ministro de Economía Popular, que ponga su cargo a derecho por las sendas cartas que mandó a Luzmely Reyes y al Director de Ultimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, donde prácticamente los amenaza por denunciar la corrupción, tal como exige el Presidente en cada alocución que hace al país. ¿Callar al mensajero hará que el desfalco no exista? Al contrario, creo que ambos hicieron lo que tenían que hacer. Así es como se construye Patria.

Finalmente, querido Presidente, ¿si usted supiera que tan fácil es montar cualquier obra en cualquier programa de computadora? ¿Si usted supiera lo dispuestos que están muchos de sus funcionarios a mentir sólo para que no los haga pasar la pena pública del regaño cuando los tiene al frente en Aló Presidente? ¿si sólo pudiera caminar por las calles como lo hacemos los mortales comunes para que oyera como lo quieren a usted y como aborrecen a muchos de sus funcionarios? ¿si sólo tuviera una bola de cristal para que viera cuántos proyectos, hermosos todos, se van quedando en el papel o se convierten rápidamente en ruinas con costosas vallas de lo que iban a ser?

A los chavistas de verdad, a los revolucionarios del alma, al pueblo comprometido con el futuro de la revolución bonita: convoquemos una gran movilización de CHAVISTAS CONTRA LA CORRUPCION y demostremos al Presidente que en esta lucha sin cuartel cuenta con los de abajo, con los que nada tienen y que sólo aspiran a construir una Patria Buena para sus hijos y nietos.

VIVA LA PATRIA SIN CORRUPCION

 

itza97@yahoo.com



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Ana T. Gómez F. (La Guara) / PNA-M13A


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