Solo los trabajadores pueden defender a los trabajadores. Nuevamente se ha confirmado esta máxima de la tradición de lucha de la clase en el mundo, frente al intento del gobierno de aplicar un ilegal, arbitrario e injustificado cese de pago, en el marco de una política neoliberal que lleva a niveles de hambre la remuneración de los trabajadores. Este pago, con cuya ejecución estaremos pendientes y alertas, no es una dádiva del Presidente, ante la cual habría que dar las gracias, en una actitud de servil adulancia; todo lo contrario: es una reivindicación arrancada a unos gobernantes que pretenden burlar las conquistas laborales.
Desde hace un mes se han venido registrando en todo el país, movilizaciones pacíficas pero combativas, de maestros, profesores y empleados públicos, para rechazar una política anti obrera plasmada en el llamado "instructivo ONAPRE", decidido en los altos niveles del gobierno y no como simple ocurrencia aislada de una oficina subalterna del Ministerio de Finanzas. Ese "instructivo" violenta los derechos laborales de maestros, profesores universitarios y demás trabajadores del sector. Pero además la disposición a violentar los derechos laborales llegó el colmo con una firma de un convenio írrito con una organización supuestamente sindical que no representa sino a los adulantes del gobierno y el colmo de intentar fraccionar el pago legal y justo del bono vacacional de los trabajadores universitarios y educativos del país.
Al mismo tiempo, el gobierno intentó detener la lucha laboral por varias vías: mediante amenazas e insultos a través de sus medios de comunicación donde tarifados, empleando un lenguaje soez, propio de delincuentes, ofrecieron la violencia como única manera de parar la indignación popular. Luego se propuso hacer esfuerzos de movilizar con chantajes a trabajadores para expresar una supuesta gratitud adulante hacia el Presidente de la República. En vano, porque incluso a niveles de base de su propio partido se expresó el descontento y la indignación hacia esta política anti obrera. Igualmente, le dio espacio a los sindicaleros adulantes del patrono, como si fueran auténticos representantes de los trabajadores, cuando no son más que traidores que firmaron un convenio donde se desmejoran todas las condiciones de trabajo de sus supuestos afiliados.
Ahora quieren tapar el sol con un dedo e intentar mostrar que se trata de una dádiva del Presidente la obligación del pago de los bonos correspondientes, conseguida ahora por la lucha en la calle. El mismo Presidente que en varias ocasiones insultó a las movilizaciones de los trabajadores por sus justas reivindicaciones. El mismo que ha impulsado una política neoliberal de entrega de las riquezas del país al capital extranjero, mediante ventajas fiscales y acuerdos secretos de asociación, e incluso de ocupación de gobiernos de otros países de franjas de territorio nacional. Precisamente, esta línea de bajar los ingresos de los trabajadores, de desconocer el derecho laboral en las ZEE y en el resto del país, forma parte de ese proyecto neoliberal que el gobierno impulsa.
Todavía hay objetivos que no se han cumplido en esta lucha. Ella continúa para conquistar La derogación definitiva del írrito instructivo ONAPRE, el presupuesto universitario, la auténtica discusión de los convenios colectivos y demás reivindicaciones que implica la recuperación del derecho laboral en el país.
Por ello insistimos: la lucha continúa en las calles, de manera pacífica pero firme, organizada y dirigida por los mismos trabajadores.
Auguramos, que esta victoria del pueblo y los trabajadores sea el precedente de muchas más, que permitan retomar el camino de la defensa de la constitución y la reconstrucción del país.
Por el Grupo de Pensamiento Crítico…
Oscar Feo, Jesús Puerta, Roberto López, José León Uzcátegui, Javier Biardeau, Luis Palencia, Jesús Vivas, Mariano Crespo, Joselyn Gutiérrez, Jesús Urbina, Guillermo Pereira, Miguel Jesús Arévalo, Corteza Agüero