El fiscal Tarek William Saab sobre Carlos Lanz: «Hay que investigar hasta que se prueben los hechos»

Dijo el fiscal Tarek William Saab / Asesinato de Carlos Lanz: «Hay que investigar hasta que se prueben los hechos»

https://www.laiguana.tv/articulos/1065405-carlos-lanz-investigacion-saab/

¡Hasta hoy lo que si esta probado es la desaparición de Carlos Lanz!

Después de todas las afirmaciones a partir de la delación de Glen Castellanos e investigaciones ¨científicas¨ ha transcurrido mas de un mes y estamos atentos al desenlace de esta historia gris y terrible, relacionada a la desaparición del luchador social Carlos Lanz desde el 8 de agosto de 2020 hasta el momento de redactar esta nota.

La actitud desencajada del fiscal general Tarek William Saab ante los medios y el país, nos hizo recordar y revisar la historia de la desaparición y muerte de la doctora venezolana Raiza Ruiz en 1981, que copio para la ilustración de todos los interesados. En todo caso, es fundamental exigir mucho más que los señalamientos destemplados del fiscal TWS en representación del Ministerio Publico ante los medios de comunicación, también requerimos de la coherencia, la contundencia científica de los organismos de investigación policial (CICPC) y política (SEBIN), de la Asamblea Nacional en su rol de control sobre el Gobierno y la Administración Pública Nacional, en los términos consagrados en esta Constitución y la ley y del resto de poderes e instancias competentes. Quedarse en silencio, mirando al otro lado, escurriendo el bulto, no los hace menos responsables.

Acá la historia de hace 41 años, donde Raiza Ruiz volvió a la vida y hasta 2006 por fin pudo demostrar legalmente que nunca había muerto.

Le ocurrió a la Dra. Raiza Ruiz, venezolana, hoy de 67 años:

¨Cuando en septiembre de 1981 viajaba por el Amazonas en una avioneta. En esa época era residente de medicina y tenía solo 26 años. Hacía sus prácticas entre las comunidades indígenas de la zona y se dirigía a Puerto Ayacucho, la capital del estado de Amazonas, para cobrar su sueldo. Era un viaje que había hecho varias veces. Pero esta vez, su avioneta se estrelló.

Venezuela vivió su historia, su supervivencia y la extraña sensación de morir en vida. Por el estado en que se encontraba la avioneta era improbable que hubiese sobrevivientes. Tras el hallazgo, los familiares fueron oficialmente notificados de la muerte de todas las personas que se encontraban a bordo. Y el 5 de septiembre, los supuestos restos mortales de Raiza Ruiz fueron sepultados en el Cementerio del Este, en Caracas.

Entre tanto, otra historia, vital, de supervivencia se escribía en la profundidad de la selva, donde una mujer, diminuta en estatura, pero grande en agallas, luchaba para no desfallecer.

El agente Mirabal murió poco después del impacto y la explosión de la avioneta, el juez Herrera y el capitán Ordoñez sobrevivieron al igual que Raiza, pero las heridas, fracturas y quemaduras que les causó el incendio de la aeronave, pasaron factura en pocas horas.

En medio de la selva, la doctora Raiza Ruiz estaba completamente sola, aferrada a la vida, pero consciente de que la muerte la rondaba.

Las heridas, que inicialmente parecían menores, empeoraron al contacto con la humedad de la selva, los insectos, la intemperie. Su cuerpo comenzó a hincharse, se le dificultaba orinar, los gusanos se apropiaron de la piel quemada...¨

¨Ya el domingo, cansada de andar dando tumbos con su cuerpo martirizado, Raiza se derrumbó. Cayó a tierra, sin fuerzas para seguir intentando hallar la vía de escape de aquella pesadilla…Sin embargo, en aquel momento Raiza pudo escuchar voces humanas que se aproximaban, rodeándola. Primero fueron niños; horas después llegaron los adultos, indígenas de la etnia Baré, quienes le prestaron auxilio.

Limpiaron sus heridas, entonaron cantos tribales y oraron a sus dioses para devolver a la doctora al mundo de los vivos; construyeron una suerte de camilla con fibras vegetales para facilitar su traslado.

En una verdadera travesía con escalas y trasbordos, a través del Río Negro, consiguieron llevarla a la población de San Carlos, en busca de ayuda médica, la cual recibió a medias porque el personal del dispensario estaba en Caracas en los actos fúnebres de ella.

El 7 de septiembre es una fecha que jamás será olvidada en el hogar de la familia Ruiz Guevara. Era el inicio del novenario, ese rito católico para rogar por las almas de quienes partieron, pidiendo para ellos "que brille la luz perpetua y descansen en paz".

Un regreso y sus consecuencias

Una sucesión de errores, omisiones y mucha negligencia durante las operaciones de rescate condujeron a suponer y posteriormente oficializar su fallecimiento. Pero no, Raiza Ruiz estaba con vida.

Ahora Raiza, ya en Caracas, va en una ambulancia rumbo a la clínica. Su familia no para de llorar y agradecer a Dios por el milagro de traerla de vuelta.

Entre tanto, el país entero no sale de la sorpresa ante el hallazgo y se desatan las especulaciones. Si Raiza Ruiz está viva qué o quién fue sepultado con su nombre, es la pregunta.

Tres días después del rescate, el 10 de septiembre se realizó la exhumación que obligaba un hecho como este, para descubrir que, en lugar de restos humanos, en la urna sellada estaban dos sacos de cal y huesos de venado y lapa.

A la par del estupor nacional ante el hallazgo y las medidas judiciales contra los responsables de estos hechos, donde unos pocos jugaron con la vida de cuatro ciudadanos, con el dolor de sus seres queridos y con la institucionalidad del país, otro capítulo único e insólito de esta historia se estaba gestando.

Raiza está viva, pero…

Aunque Raiza Ruiz felizmente no murió en aquel accidente, existía un acta de defunción que certificaba su fallecimiento; la legislación venezolana no permitía corregir el equívoco. Desde 1981 hasta 2006 por fin pudo demostrar legalmente que estaba viva.

Pero tales mezquindades humanas no han hecho mella en el recorrido vital de Raiza Ruiz; luego de una larga y dolorosa recuperación física, vino un tiempo para sanar las heridas del alma y ordenar las ideas, tras lo cual volvió al ejercicio de la medicina.

Esta mujer de gran estatura espiritual volvió por un tiempo al Amazonas a hacer lo que sabe: sanar a otros. Actualmente presta servicios en la Unidad de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela y ofrece charlas motivacionales…¨

https://noticialdia.com/nacionales/hace-38-anos-raiza-ruiz-volvio-a-la-vida-un-milagro-en-el-amazonas

Por eso y ante la secuencia de las investigaciones, no es una actitud de obstinación, ni una necedad seguir en la búsqueda del Prof. CARLOS LANZ.  No es sólo una consigna, ni una lucha que hayan perdido significado. Todo lo contrario, tiene plena vigencia. Los ojos del mundo están puestos en este icónico caso, más aún con todo el adelanto tecnológico disponible, donde incluso es viable proponer alianzas y buscar los apoyos internacionales requeridos para llegar a las conclusiones científicas e irreversibles sobre la desaparición y supuesta muerte de Carlos Lanz.  Porque nadie quiere que se repita la historia de hace 41 años atrás.



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Ana Viloria


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