El reformismo gobernante no tiene pueblo, sus fuerzas están mermadas, ya los que revolucionarios se dieron cuenta del desvío hacia el capitalismo y cada día son menos sus seguidores.

La ultraderecha tampoco tiene pueblo, sus bases despertaron y entendieron que sus líderes son falsos y corruptos que pactan con los reformistas neoliberales y cohabitan en la oscuridad.

Los alacranes de la derecha, menos pueblo tienen, son simplemente una cepa creada por el reformismo como comodines para la justificación de elecciones. Unos vivianes y mediocres tan iguales a sus antiguos jefes ultraderechistas, que hoy también se alinearon a la trilogía pactante y al Show montado por instrucciones de los gringos.

La despolitización de las mayorías de los venezolanos que no creen en estas cúpulas podridas y corrompidas al viejo estilo cuartorrepublicano, mantiene al reformismo en constante movimiento y con la preocupación latente de que se unifiquen en un solo bloque entre izquierdistas, independientes y todas las bases con diferentes pensamientos, que por decepción no creen en sus líderes. Fenómeno que se dió con Chávez en 1999 y anteriormente con Caldera y su famoso chiripero en el 93.

El Reformismo gobernante necesita un candidato adversario aparente como Guaidó para lograr sus fines. Necesitan victimizarlo, lograr que recupere algo de aceptación de sus bases nuevamente para que funcione el plan. De allí el predeterminado y preparado saboteo en su gira, donde será victima para que las bases descontentas que los seguían, se apiaden de él y el rio vuelva medianamente a su cauce a través de la victimización y así *no* exista la posibilidad de la Unión de un bloque nacional anti cúpulas podridas, que pueda derrotar al reformismo desde la propia izquierda y las diferentes tendencia honestas despolitizadas.

El plan consiste en que Guaidó sea el candidato de peso contra el reformismo luego de reunificar a las bases de la derecha, para que después él mismo faltando poco para las elecciones presidenciales, diga que el CNE no es creíble y que no deben votar, facilitando así el triunfo nuevamente al reformismo neoliberal y limitando también la posibilidad de un bloque histórico unido con diversidad de pensamiento, al cual necesitan frenar con urgencia, ya que crece silenciosamente y se mueve en busca del líder idóneo para la candidatura unificadora que con toda seguridad, *vencería al nuevo pacto Puntofijista..

Todo radica en los dólares y en cuanto vale cada pseudo líder derechista, los cuales no tienen plan país, sino sus propios intereses y por eso sirven hoy al igual que los anteriores Alacranes, como comodines y facilitadores de la mediocridad antipueblo.

Si quieren saber por qué Guaidó no va preso, saquen una regla de tres y verán el resultado.

Seguiremos viendo espectáculos Guaidoseros preparados y concordados con el reformismo, para victimizar al ejemplar hombre corrupto ultraderechista con patente de corso, que en vez de hacerlo preso por autoproclamarse presidente y por desfalcar Monómeros y Citgo, lo preparan de payaso y como comodín para que engañe nuevamente a sus bases y así no se dé un evento popular unificador como el que logró Hugo Chávez en el 99, quién venció y desmanteló aquel pacto politiquero, corrupto y nefasto de la cuarta República.

Despierten bases populares, porque camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. Ojalá despierten también algunos camaradas honestos que aún siguen creyendo que están viviendo en una revolución.

Unidad de los iguales, o nos hundimos en el abismo neoliberal del capitalismo pro imperial antipatria.

El que siga creyendo en pajaritos preñados, terminará siempre viendo hacia el cielo pidiendo paz para su conciencia.

No hay diferencia, la cúpula reformista neoliberal, la derecha alacrana y la ultraderechista, son los mismos

Sin justicia no hay patria y sin revolucionarios no hay revolución. Despierten.