La juventud no puede caminar si no lleva la voz de la experiencia a un lado.
La parafernalia y el Show mediático montado para el reemplazo de la experiencia por jóvenes sin formación, se les convirtió en un boomerang mortal.
La formación, la revisión detallada y exhaustiva del cuadro que va a ser impulsado como líder y que se va a colocar en cargos de elección popular, es fundamental, porque de su comportamiento en funciones, dependerá la estabilidad del movimiento político que lo impulsa.
Hoy nos topamos nuevamente con los desesperados, que tratan de cambiar la realidad planteando que ellos, los detenidos, son los únicos responsables de sus desmanes, que en parte es muy cierto, porque las responsabilidades de cualquier delito son individuales, sin dudas, ¿pero en el problema de fondo, quienes son los responsables de impulsar a estos jóvenes sin formación, sin ética y sin moral?
Hay un viejo dicho en el refranero popular que dice; que los hijos son la imagen del padre y que de tal palo, tal astilla.
Ese es el grave problema del reformismo, que siempre le echa la culpa a los demás de sus propios errores, es excusa, echa al fuego y al abismo a cualquiera, con tal de salirse del problema que los embarga y lo menos que hacen, es reflexionar y tratar de corregir, sino que al contrario, siguen avanzando con sus propias mentiras, a pesar de que los tiros no lo llevan nada más en las alas, sino en todo el cuerpo.
Reflexionen, porque el tiempo es corto y ya les queda muy poquito pueblo que les crea.
El sectarismo la prepotencia, la sordera y las malas actuaciones en general, no son buenas consejeras.
Sin justicia no hay patria.
