Los compañeros del PSUV, su gran mayoría, siempre han repudiado a Pedro Carreño, el solo está ahí porque es parte de un grupo que trafica con sus influencias.
Pedro Carreño defiende la política contrarrevolucionaria de su partido y del gobierno, que no hayan cómo justificar su claudicación ante el imperialismo y la derecha.
El pacto de las élites es evidente, se retroalimentan, gobierno y oposición, con la crisis, no están en el poder para resolver sino para salvarse ellos sacrificando a un pueblo entero que les confió la vida.
A los compañeros del PSUV, que todavía están ahí y piensan que pueden salvar algo, "les hago un llamado", ha pronunciarse contra la infamia, contra la traición, la deslealtad de los que dirigen al gobierno hoy y los voceros que justifican el entreguismo, atacando a un militante revolucionario, probo, al camarada Óscar Figuera, Secretario General de nuestro partido, el Partido Comunista de Venezuela, que no tiene tacha en su conducta revolucionaria y antiimperialista.
Los que lo atacan tratan de generar odio contra la única voz que tiene el pueblo y la clase obrera en la Asamblea Nacional cuando la realidad material es que traicionaron al pueblo y la memoria de su propio líder.
Los revolucionarios deben protestar ese ataque ridículo, falto de pruebas, es una falacia que se hace contra el PCV, un partido que tiene 90 años trazando la línea revolucionaria y antiimperialista, dando la cara y acompañando al pueblo en sus luchas.
Hablar de la historia del Partido Comunista de Venezuela es hablar de la historia de los últimos 100 años de Venezuela y las falacias, la calumnia, la censura, ni las arbitrariedades antidemocráticas podrán detener nuestra misión histórica que es hacer la verdadera revolución, una patria socialista con el proletariado al poder.
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