63 años creando borrachos

El Grupo Polar y otro

Cuando vemos y escuchamos a los locutores racistas de Meridiano decir que “ El grupo Polar ha contribuido durante 63 años con el deporte”, se nos despierta la célula de la rabia, la cual nunca utilizamos, porque lo nuestro es amor y paz, como en aquellos años sesenta. Por cierto, hace poco observando en la madrugada un juego de fútbol italiano, porque estaba sufriendo de insomnio creo que entre Lazio y otro que no recuerdo, porque ese deporte casi no me gusta, escuché una cosa que me dejó barbilampiño. Uno de los locutores que estaba narrando, hacía un comentario sobre los jugadores de “color” africano y agregó que, “los jugadores negros son muy torpes en el manejo de la bola porque no son muy inteligentes”. El Beto Perdomo que se la da de sajón es igualito en el beisbol. Cuando la cámara de la televisión se pasea sobre el rostro de un “negro” ahí mismo sale con la estupidez de…”eso está feo, muy feo” y los tontos de capirote, Dámaso “el gringo” Blanco y el que se dejó color ese ridículo seudónimo de “La perla”, ríen la babiecada del baruteño que, como todos sabemos está limitado cerebralmente para ser un buen narrador de ese deporte. Volviendo a la Empresa Polar, nada hay más ofensivo que creer que el pueblo es tonto. La Empresa Polar sí tiene 63 años en el país, pero igualmente la Empresa Polar es la número 1 en haber convertido a las zonas más deprimidas de Venezuela, en adeptas al lúpulo y la cebada, o sea la CERVEZA. No seamos mojigatos. Todos sabemos, leemos y entendemos, que el mayor índice de irresponsabilidad familiar en Venezuela no es producto de la droga, la marihuana, la piedra, el güiski, la sidra, la vodka, el ron, el anís, el vino, etc. Es producto directo de la consumición de CERVEZA. La deformación anatómica de los hombres venezolanos (barrigones) nace de ahí. Los rostros rojizos, ajados, ojerosos, con mal aliento, es producto de la ingesta de cerveza. En los barrios más deprimidos puede haber necesidad de azúcar, pero nunca jamás de CERVEZA. Los accidentes automovilísticos más terribles se suceden porque los que conducen los autos, van atapuzados de cerveza, que adquieren antes de emprender el viaje, por esas carreteras del país. Los padres irresponsables de los barrios antes de llegar a sus viviendas, se detienen en la bodeguita a echarse varias CERVEZAS y luego que se marean, llegan ofendiendo a la compañera, a los hijos, a quien sea. La Empresa Polar ha contribuido con eso. Ha dejado en varias décadas, hombres en el camino, en los hospitales, en los cementerios. Muchas familias se han desintegrado, porque el jefe de la casa no puede dejar el vicio de la CERVEZA. Por ejemplo conozco una zona en un lugar de Caracas, donde durante años he visto crecer a los hijos de mis amigos, con su “polarcita” entre los dedos y eso pasa desapercibido, porque para algunos tomar CERVEZA es símbolo de macho, de jodedor, de viva la pepa y “así es el pueblo”. Nada más estúpido, aunque sea relajante, sabroso, animador del espíritu, que admitir que el licor es chévere para la salud. El licor y la droga, son hermanos. Quien ofenda a un drogadicto, si toma licor, debe verse en el espejo del bar de la licorería o de la taguara y reflexionar con profundidad, para luego admitir que es tan enfermo como al que censura. ¿Es qué el hombre de estas latitudes no consigue distracción en otras cosas que no sea el licor? Alguien dijo por ahí, que “La revolución le respeta los gustos al pueblo”, porque al parecer la bebida de CERVEZA es parte de la COSTUMBRE criolla. Nada más lejos de la verdad, porque el licor embota, mata, produce crímenes, malformación genética, hacer caer los valores morales familiares y crea dependencia y si existe un Ministerio de la Salud, pues, lo más lógico es que vea por su pueblo. Pero que no se preocupe la Empresa Polar. Nadie le va quitar que siga llenado de CERVEZA al pueblo, pero por favor, que no se vanaglorie de que “El deporte”. Otra cosa que es sinónimo. Hace años había por Sabana Grande un grupo de “intelectuales” que crearon una cofradía de borrachos y fumones, bajo el nombre de la República del Este. Uno de ellos es el Caballero de la “boina hedionda”. Pues se zampaban en cualquier lenocinio del sector y acaparaban todas las barras, para beber y hablar pistoladas, porque ellos “son poetas” y Khayám dijo que “el ánfora debe estar repleto de vino para libar de su sangre”. ¡Necios y tontos! La Empresa Polar se jacta en sus comerciales de que “Han contribuido con el deporte en ese espacio de tiempo” Muy bien, pero no nieguen que igualmente fueron parte del golpe en abril de 2002, quitándole la harina de hacer arepas al pueblo y otros productos de la dieta criolla. Se burlaron del pueblo cerrando las fábricas y luego que todo pasó, volvieron con sus mensajes de que “yo no he hecho nada y solamente fabricamos Maltín Polar, porque somos unos párvulos tocadores de liras, que visten batolitas de seda”. ¡No me la jodas! Por cierto los nombres de los productos anotados abajo, son hechos por un gringo que odia a los latinos. Nosotros los revolucionarios no somos borregos. No adquiramos estas bagatelas. Dile no al racismo y a la segregación que nos viene de USA today. Estos son sus nombres: Kimberly Clark, Kotex, Kleenex, Scout, Huggies, Depend,Andrex.

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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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