En Venezuela en las universidades suele fomentarse el aprendizaje de un sinnúmero de disciplinas que muchas veces el alumno tarda en poner en práctica o se encuentra desorientado a la hora de aplicar a la experiencia cotidiana. Es por esta razón que existen formas de lograr un puente entre ambas situaciones, formas que implican un primer acercamiento mediante pasantías. La práctica laboral es una herramienta fundamental para todo estudiante ya que esto permite que se forme como profesional, personal y emocionalmente en su entorno de la mejor manera, debido a las destrezas que este puede adquirir en su formación.
Es importante destacar que, (Schon,1983) advierte que "la práctica laboral en la racionalidad técnica, es la transmisión a sus estudiantes del conocimiento general y sistemático que es la base de la actuación profesional." Epistemológicamente la idea de la práctica que se manifiesta de diversas formas en los currículos de formación, se percibe como un conocimiento de la realidad.
Desde una perspectiva más general, se puede señalar que la Educación Universitaria viene a constituirse como el proceso formativo trascendente, el cual responde a los diferentes cambios del complejo mundo globalizado en que vivimos, y el cual constituye un espacio de apropiación social e intencional de la cultura universitaria, a través de las relaciones sociales de carácter formativo que se desarrollan entre los individuos, el cual conlleva a la transformación sustentable de la realidad como un proceso de gestión cultural.
Con la llegada del SARS COV2 a finales del año 2019, ocurrida en Wuhan (provincia de china) y de todo el desastre que ha causado, cómo ha influido en el desarrollo de la normalidad de nuestras vidas. Por un largo tiempo será nuestra realidad y todo se verá permeado o afectado por los efectos colaterales de la pandemia. El coronavirus además de la salud, también ha afectado las relaciones sociales, la educación y las oportunidades laborales, entre esas, las prácticas laborales que en muchas de las universidades del país son un requisito fundamental para poder conseguir el grado. La estrategia más común es que las universidades firman convenios con empresas y envían cada semestre a sus estudiantes para realizar las prácticas laborales, lo que no ha podido hacerse por el cierre de las universidades desde el mes de marzo del año 2020 así como las empresas por temor al contagio no han aceptado a los pasantes; lo que ha causado angustia, desespero y en algunos casos desesperanza en los estudiantes.
Las Universidades tienen que buscar estrategias que permitan que los estudiantes puedan realizar las Prácticas Laborales en modalidad Online o a distancia. Lo que, hoy en día viene a convertirse en una de las tendencias del mercado laboral, provocando que las Prácticas Laborales, acorten el espacio entre lo que sucede dentro del aula, y el ejercicio profesional, debido a que los estudiantes generalmente encuentran en el mundo laboral, situaciones muy distintas a lo planteado dentro del salón de clases. Es indudable que la formación práctica de un estudiante universitario es de gran importancia tanto para el desempeño de la profesión como para su desarrollo personal y académico.
De acuerdo a lo señalado anteriormente, se puede precisar que el desarrollo de las Prácticas Laborales se regirá por varias predisposiciones, como la globalización, la incorporación de nuevos cambios o la innovación de las tecnologías, formas nuevas de distribución, según las tendencias educativas de los últimos años en educación superior, el aprendizaje semipresencial o B-learning (Blended Learning) es el más recomendado para el logro de las nuevas competencias (Llorente, 2009; Johnson, Becker, Estrada, & Freeman, 2015) .
Es de suma importancia que las organizaciones se preparen para el desafío de llevar un adecuado y robusto proceso de inducción en un escenario remoto para sus practicantes para que estén al tanto de los procesos de la empresa. En el caso de los estudiantes, es fundamental la autonomía para buscar información en los canales y recursos disponibles con el fin de obtener el mayor aprendizaje posible.
Por consiguiente, los nuevos profesionales deben saber ser exitosos y enfrentarse a los cambios y nuevos retos, cuando llegue la nueva normalidad y la actividad económica se recupere. El reto también es para los gobiernos de la mano de las universidades y organizaciones fomentar los programas de actividad laboral digital que debe estar garantizada por una mayor participación, inclusividad tecnológica, y garantías como: futura estabilidad laboral, seguridad, igualdad y justicia.
Msc: Eliz Lafuente;
Licenciada en Educación
Correo: academico.lafuente@gmail.com