La ANC porqué no pudo redactar una nueva Carta Magna para enrumbarse al estado comunal

Luego de aprobada la nueva ley anti-bloqueo por la ANC surgen inquietudes sobre el contexto que la antecedió y si esta medida es comparable con las que adoptó la constituyente de 1999 para poder dedicarse a redactar la Carta Magna vigente.

Para dilucidar este aspecto urge comparar las dos constituyentes. Chávez lideró la suya desde la campaña electoral precedente a las presidenciales de 1998, hasta la aprobación del texto final de la nueva constitución bolivariana en diciembre de 1999. La adopción de una nueva constitución era concebida por Chávez como el primero y mas importante paso para abordar todo un programa de gobierno guiado por la democracia participativa y con el concurso activo y protagónico del pueblo proletario. La elección constituyente fue elegida en abril de 1999. Fue instalada a principios de agosto del mismo año y sesionó durante los meses subsiguientes hasta someter el texto a referéndum aprobatorio el 15 de diciembre de 1999. Este intenso cronograma muestra que la constituyente de 1999 cumplió con el país y con la revolución al redactar, en menos de cuatro meses, el texto de la Constitución que hoy rige la república.

La constituyente del 2017 por su parte fue primeramente adoptada para generar un clima de dialogo nacional con el cual enfrentar la violencia fascista de los partidos de la oposición. Fue convocada con prisa, anunciada tácticamente el primero de mayo, para ser elegida tres meses después el 30 de Julio. Sin embargo, a diferencia de la convocada por Chávez para radicar la democracia participativa y protagónica, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Delcy Rodríguez nunca vieron la constituyente como la medida mas importante para una refundación política. Aunque la ANC inició sus trabajos adoptando leyes fundamentales para pacificar el país, no logró consolidar una meta medular específica sobre la comuna por ejemplo – la que Chávez había especificado como el próximo objetivo de su gestión presidencial. Durante los tres años que siguieron la ANC se redujo a un ente con el cual legitimar los objetivos del gobierno del presidente Maduro - bloqueado en su accionar ejecutivo con el desacato de la Asamblea Nacional.

Desde su instalación fue muy vago si el verdadero objetivo de la ANC era redactar una nueva constitución que reemplazara la adoptada por Chávez o nó. Con las mejores intenciones la ANC se propuso profundizar algunos contenidos para despejar las lagunas jurídicas que la derecha terrorista ha utilizado para accionar al amparo de la ley. Por esta vía llegó a formular la ley antibloqueo, pero paradójicamente no contra las acciones iniciadas por la asamblea nacional que en desacato ha bloqueado al poder ejecutivo. Sino para supuestamente "bloquear al imperialismo norteamericano". El contenido de la ley da cuenta de que su articulado fundamentalmente invita la participación de capitalistas extranjeros. Hasta el momento de la adopción de esta ley estos capitalistas habían venido haciendo negocios en el país sin la anuencia de los instrumentos de control que exige la constitución. Es a estos capitalistas a quienes la nueva ley les garantiza legalidad para sustraer ganancias, y mantenerse en secreto para burlar el bloqueo imperial impuesto con las medidas coercitivas unilaterales del gobierno de los Estados Unidos.

Esto es lo que podría denominarse un desplazamiento de significados. El bloqueo de la ley anti-bloqueo no es para combatir ni a los capitalistas que se aventuran a invertir en Venezuela, ni a los llamado a un bloqueo imperial elevados por una Asamblea Nacional en desacato. Es decir, no combate una Asamblea Nacional que ha podido promover a Juan Guaidó como autoproclamado presidente del poder ejecutivo; que ha llamado impunemente a que agentes imperiales se apropien de los bienes y reservas de la república; y que puede hacer todas estas maniobras como si el marco jurídico de la republica fuese el de una democracia parlamentaria. O sea, donde la Asamblea Nacional quita al jefe del estado de acuerdo a las mayorías parlamentarias que dominen en su seno. Para hacer las cosas mas complejas, la ley anti-bloqueo fue aprobada en un contexto donde las gestiones presidenciales han sido destinadas a procurar la participación de esa misma Asamblea Nacional en desacato en las elecciones legislativas del 6 de Diciembre.

Otro gran desplazamiento de significados consiste en que el trabajo de la ANC, muy al contrario de la búsqueda de la participación activa y protagónica del proletariado venezolano se direccionó y ejecutó desde arriba. Y así como empezó terminó cuando Diosdado Cabello anunció su disolución sin llegar a ningún texto en una entrevista en el programa de televisión "Aquí con Ernesto Villegas" (6 de septiembre 2020). Esta decisión que cayó como una ’noticia bomba’ en el argot periodístico, tuvo como agravante no haber sido consultada ni con los constituyentes, ni mucho menos con las bases proletarias chavistas. Como anuncio, este también es ilustrativo del pobre compromiso de la dirigencia del PSUV con la participación activa y protagónica del proletariado venezolano en la grandiosa oportunidad que se le encomendó a la ANC, durante tres años y medio, para profundizar la revolución luego de derrotar las guarimbas tanto en las calles como en las urnas.

Y aquí es necesario subrayar una vez más que La ANC del 2017 enfrentó un contexto extremadamente mucho más hostil al enfrentado por Chávez en 1999. Logró finalmente restituir la gobernabilidad del país al derrotar el terrorismo racista y fascista. Pero estas no son razones suficientes para eximir a la ANC de responder a la historia por no haber redactado la propuesta de carta magna.

Este fracaso es algo totalmente insólito. Por un lado las bases de la revolución, con sus organizaciones comunales ganaron la batalla por la paz en el terreno. En especial levantando propuestas concretas de articulados para darle rango constitucional a las misiones y caminar hacia el estado comunal. Por otro lado los dirigentes del PSUV elegidos a la ANC fueron incapaces de traducir esa victoria en una nueva legislación. La victoria electoral del 30 de julio del 2017 como una victoria militar del proletariado chavista que enfrentó las guarimbas en las calles debe ser reconocida y valorada. Y en correspondencia la ANC debiera humildemente explicarle al proletariado venezolano porqué esta victoria tan determinante para la gobernabilidad de la república no los llevó a redactar la nueva constitución que se les encomendó para abordar la transición al hacia el estado comunal

Es muy probable que los elegidos a esa ANC se ’durmieron en los laureles’. Las leyes sancionadas por la ANC desde el 2017 siguen siendo apéndices para enfrentar las emergencias del momento que las presionaron. En su momento fueron acciones reactivas. Pero pudieron haber sentado pilares de un edificio legal mas completo y consistente.

La ley antibloqueo, la última acción de la ANC antes de disolverse, fue precedida de una iniciativa que, muy al contrario de la metodología adoptada por la constituyente de 1999, nació de una comisión especial. Fue asignada de manera especial, para enfrentar una situación especial, en un período especial. Le queda entonces a la historia evaluar las razones que tuvo la ANC del 2017 para fracasar en la redacción de una nueva constitución, sino además concluir sus funciones con una ley que, como lo resaltó Luis Britto Garcia en Aporrea, puede poner a la constitución vigente en paréntesis.

De ahí que este fracaso deja espacio a profundas dudas. Es posible que los enemigos de la revolución, mas allá de estar enquistados en el corazón de su organismo, lo que se denomina como "corrupción", lo están también en el cerebro mismo de sus presuntos conductores? Diosdado Cabello en su programa el "Con mazo dando" (programa 314) sostuvo que dudar de las intenciones del presidente Maduro con esta nueva ley ofende. Analizar los planteamientos de Cabello en esa alocución amerita un nuevo texto. Pero en esencia descalificar la duda no es argumento suficiente para explicar ni el contenido de la ley, ni la forma como la ANC fue utilizada para otros objetivos que para redactar una nueva constitución. Ni Maduro, ni Cabello, ni D. Rodríguez, ni juristas estrella como Hermann Escarrá se apersonaron de darle dirección al trabajo de la ANC hacia el estado comunal. En su lugar discurrieron retóricamente, y con justas razones, en una lucha anti-imperialista. Pero ante la falta de análisis sistémico para enfrentar la corrupción y las traiciones a los intereses nacionales, la ley parece contribuir más a empeorar la precaria situación por la que atraviesa la revolución bolivariana.

Por eso las elecciones parlamentarias del 6 de Diciembre, con el Lema de "recuperar la Asamblea Nacional para enderezar la revolución" suena un poco irreal, por decir lo menos. Con mayoría absoluta en la ANC el PSUV y su dirigencia no pudieron formular una nueva propuesta de constitución. De ahí que la pregunta es: Que seguridad tienen los electores del PSUV, de que una asamblea con amplia participación burguesa, y en amplia aposición al Partido Comunista de Venezuela y a la APR, podrá siquiera defender el plan de la Patria que redactó Chávez o dar un golpe de timón hacia la materialización del estado comunal?



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