Artillería del Análisis

Una Historia Política Para Análisis y Reflexión (XXI)

Para el Consejo Nacional Bolivariano Derechos Humanos (CONABDH), hoy partimos desde esta peña e ilustración, en cuanto a lo que, Dijo San Juan a través del Santo Evangelio: "Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan". Seguidamente, Jesús manifestó: "Yo soy el que doy testimonio de mi mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mi". Interpretándose en pocas palabras, que Jesús es Luz del Mundo y quienes le sigue, no andarán en tinieblas. "En él estaba la vida, y la vida era la Luz de los hombres".

El punto determinante para cualquier análisis y reflexión está en que pretendamos hacer del funcionamiento de nuestro Sistema de Justicia en Venezuela, debe implicar prioritariamente una reconsideración del estudio del Derecho y de cada una de sus instituciones, de las estructuras de la sociedad y del hombre mismo, quien es en definitiva el conductor de la construcción del Estado, por cuanto el Estado de Derecho, este se caracteriza por esta sometido a normas jurídicas preestablecidas, las personas obedecen a los principios y a las leyes y los funcionarios se someten y limitan a ellas. Por eso, que: "El Estado garantizara a toda persona, conforme al principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y el ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los Derechos Humanos". (Artículo 19 Constitucional).

Para que hechos acontecidos como fue el asesinato de Hilda de Rosales de cuatro (4) crímenes y cuatro (4) poderes, no ocurran y al propósito, continuamos desarrollándolos así:

--Malas noticias – tuve que reconocer ante mi subordinado--, la cedula de identidad 1.718.064, no corresponde a ningún Pedro García es del Señor Rodolfo Gutiérrez, Venezolano, Ingeniero civil, de 41 años de edad, Casado, tengo todos los datos de él, inclusive la dirección de su residencia.

--No esperaba menos inspector—contesto al oír el resultado de las investigaciones--, fácil sería que la cedula fuera de Pedro García mocho flaco como Agustín Lara y que la Señora de la agencia lo reconociese como el que llevo la Virgen.

--De todas formas –le instruí--, te agradezco visites al Ingeniero Gutiérrez, entrevístalo, es posible que su cedula la haya perdido, pregúntale sobre el mocho, algo tendrá que salir bien a lo mejor el Ingeniero te aporta algún dato valioso para el esclarecimiento del crimen.

--Salgo a eso comisario Martínez—Respondió Lazo.

--Está bien ¿tu hablaste con el Dr. Patiño sobre el comandante Gabaldón?

--Si le di los detalles que usted quiere entonces procesa lo del Ingeniero, acá tienes fotos parecidas al tipo que envió la bomba yo las necesito para enseñárselas al señor, mi opinión personal es que ninguno de estos es llevare a Gheremberg a la noche y elaboremos un retrato hablado.

--Voy saliendo, por ahora no necesito las fotos, las dejare aquí las hojas de vida de estos tipos se las están procesando pronto las subirán.

--Cualquier otro cosa Lazo, hablaremos mañana.

--De acuerdo Comisario—asistió al retirarse.

Me quede solo en la oficina pensando y analizando el caso de la Sra. Hilda de Rosales; indiscutiblemente que era difícil, no contaba con ninguna colaboración, salvo la de la Sra. de la agencia, no estaba pesimista, porque era de costumbre que los casos criminales en diversas oportunidades se prestaran complicados, mi optimismo era muy limitado. Si estaba en lo cierto y mi hipótesis, de que el asesino era el Diputado ese optimismo no desvanecía, no era sencillo para mí, el logro de pruebas para demostrarlo, ojala acumulara evidencias, pero tenía que enfrentarme al PODER POLITICO, estaba consciente del terreno que debía pisar; mis esperanzas eran que durante el proceso investigativo surgiera otra tesis contraria, y resolviera el hecho criminal sin ningún contratiempos; a pesar de las presiones periodísticas, podía trabajar el caso sin tanto apuro, esto permitiría andar con pie de plomo, era necesario hilar fino, mucho más, si el Diputado era el culpable, ¿pero cómo lo investigaría?. Tome mi agenda revise los puntos que estaban pendientes. Todo se estaba procesando, anote: Congreso Diputado Rosales: decidí tratar de hablar con él en los pasillos del Congreso Nacional, no perdía nada, quería estudiar su reacción, lo que podía ocurrir era que se quejase posteriormente, yo alegaría que era una entrevista muy personal, me jugaría esa carta mañana, por última vez solicitaría de él su colaboración para esclarecer el crimen de su esposa. Mientras analizaba esta situación tan compleja, me llamo mi secretaria, me esperaba un funcionario de la Sección de Hojas de Vida.

--Por favor que pase—repuse.

--Buenas tardes Comisario son para Usted.

--Si gracias, muchas gracias.

--A su orden Comisario.

Estudie con detenimiento las dos hojas de vida ahí estaban todos los datos de los individuos su record delictivo, modus operandi, si estaban o no en libertad, características especiales, familiares, amigos, y tantos datos más, era, como su nombre lo indica, la hoja de vida del individuo, no tenía ninguna duda, ninguno de los dos era el mocho que solicitaba, uno estaba preso por homicidio y el otro estaba en libertad (confiscado), en San Felipe Estado Yaracuy. En nuestra delegación en San Felipe constaría este último dato, no era mi hombre. Estaba seguro, pero mi deber era chequearlo, tenía que actuar en forma lógica, no es conveniente en una investigación descartar un sospechoso sin pesquisarlo, el chequeo era fácil y nuestros hombres de la delegación la efectuarían eficazmente. Llame de nuevo a mi secretaria ordene transmisiones para que transcribieran todos los datos del individuo con el fin de constatar su presencia en esa y sus actividades en los últimos quince días.

Nuevamente sonó el teléfono.

--Comisario lo llama el Dr. Patiño Fiscal del Ministerio Publico.

--Dr. Buenas tardes—respondí, a su orden, si lo escucho perfectamente, de acuerdo, si, correcto, si agradecido muchas gracias, usted lo entiende así es correcto, estamos de acuerdo si lo llamare gracias por su colaboración Doctor, buenas tardes.

Colgué nuevamente a pensar, me pare de la silla y me asome por la ventana de mi oficina que majestuoso lucia el cerro el Ávila largamente disfrute de tan preciosa vista; volví de nuevo a la vida, a enfrentarme a mi problema, soñé por varios minutos pero debía vivir la realidad, era el Comisario León Martínez funcionario de la Policía Judicial responsable del esclarecimiento de un hecho criminal repudiable, un cangrejo, yo tenía que resolverlo. Ahora no tenía ninguna duda, el terrorismo no envió el terrorismo la bomba, el Dr. Patiño lo ratifico después de haberse entrevistado con el Comandante Gabaldón ellos no la mataron. ¿Entonces quién? ¿El mocho? No el mocho fue el mensajero y no era posible que el mocho fuera un experto de explosivos y perdiera el brazo en una explosión de un artefacto. Parecía lógico, pero no podía ser, no investigaría esta posibilidad, perder el brazo derecho y no afectarse el izquierdo, aunque sea la mano debía dañársela, ¿y el rostro? Si perdió el brazo derecho en una explosión, no puede ser de todas formas no descartaría, seguiría adelante con la pesquisa inicial y si no lograba ninguna pista interesante y todo se me caía. Investigaría esta última posibilidad, buscaría en los Hospitales y Clínicas el ingreso de un herido por explosivos al que imputaron el brazo derecho. No sé qué me pasaba pero estaba seguro y convencido que por esa vía, no lograría nada, perdería el tiempo, lo pesquisaría de último, si fuera necesario. Una cosa había logrado ya descartadas las organizaciones clandestinas: en este crimen me tranquilizo esta posibilidad y se me despejo el panorama mi hipótesis tomo para mi mayor fuerza y lógica, el Diputado asesino a su esposa, sonaba muy bien, pruébelo Comisario Martínez, demuéstrelo: era difícil, pero iba a tratarlo.

A la caída de la tarde estaba de nuevo donde mi fiel colaboradora.

--Señora, buenas noches.

--Buenas noches pasen adelante, pase Comisario

--Nos alentó con su amable invitación.

--Señora el Señor Gheremberg trabaja con nosotros.

--Mucho gusto señora—expreso el aludido.

--El gusto es mío Señor Gheremberg, pero siéntense ¿quieren tomar algo?

El cafecito que usted me ofreció—manifesté.

--¿Usted también quiere café?

--Si Señora, gracias.

El apartamento modestamente lucia bien arregladito, ella era muy cortes de unos cincuenta y dos años más o menos, cuando joven debió ser hermosa no había más personas en la residencia yo no sabía con quien vivía, no le preguntaría, me fije en una fotografía con su portarretrato de plata que estaba en una mesa situada en un rincón del recibo, una joven vestida de novia.

Una vez concluida estos análisis, procederemos a dar un pronunciamiento sobe el interés Constitucional, por lo que próximamente serán el artículo 22 sobre el análisis y relatoría de cuatro (4) crímenes y cuatro (4) poderes.

En pies de lucha con y por la Revolución de Cristo y de la Patria de Bolívar, en contacto apreciados (a) lectores de Aporrea por conabdh@gmail.com. Y @conabdh



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1203 veces.



Julio César Del Valle

Analista e Investigador, Especialista, Escritor y consecuente Defensor de los Derechos Humanos, y Pdte. Consejo Nacional Bolivariano Derechos Humanos.

 conabdh@gmail.com      @conabdh

Visite el perfil de Julio César Del Valle para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: