Tríptico II: Chuao contra el oportunismo

Varios días han pasado desde que amanecimos con la noticia de un desembarco fallido por la costa occidental de nuestro país. La operación Gedeón se presenta como un acontecimiento que, aunque sigue en desarrollo, ya nos permite sopesar algunas de sus consecuencias inmediatas.

Como situación objetiva de la realidad nacional y como muestra de la coyuntura geopolítica, la victoria de Chuao nos devela una crisis profunda que está determinado el metabolismo del NarcoImperio Neo liberal y que, en términos Gramscianos, podría definirse como Crisis Orgánica en el sistema de dominación.

Sería absurdo aislar las jornadas de Macuto y Chuao, de la consecutivas derrotas en el ámbito militar que esta sufriendo el imperio global en Siria y en Irán; tampoco podemos desvincular esas acciones del inminente colapso económico yanqui, ante la avanzada planetaria de Rusia y de China.

Esa victoria, lograda por varios pescadores y una mujer policía, representa un buen ejemplo de lo que nos quiso decir El Presidente Mao, cuando nos advertía que "El imperialismo es una tigre de papel" y hoy en día la nobleza y la valentía del pueblo pescador demostraron que el dispositivo Cívico-Militar-Policial, creado por la revolución Bolivariana, puede devenir en yesquero capaz enfrentar a ese tigre.

La gráfica que muestra el momento en que un pescador le da señales de alto al comando invasor, no solo devela la torpeza y la ambición que dieron forma a una estafa que aun está mostrando sus costuras, la acción también está propinadole una derrota estratégica a las distintas narrativas que constituyen el discurso oportunista que tanto ha insistido en frivolizar las determinaciones reales del momento histórico y en despreciar las fuerzas del movimiento popular organizado.

Son varias las lineas discursivas que le dan forma a lo que conocemos como el relato oportunista, en él se despliega un entramado de ocultamientos de la realidad concreta, crítica malsana, ambiciones personales, resentimientos añejados, soberbia, motivaciones arribistas, mezquindad, negación de responsabilidades y carencias ónticas para leer correctamente el momento histórico.

Tengamos en cuenta que una de las matrices jurídico-mediáticas, entre las tantas, que impulsa el imperio para acabar con el modelo democrático Bolivariano, es la de posicionar al Gobierno Revolucionario como un Estado Fallido que deviene en "amenaza inusual y extraordinaria" tanto a la seguridad internacional, como para la seguridad interna de EEUU. Recordemos lo planteado en la primera parte de este triptico, "No hay discursos inocentes". (https://www.aporrea.org/oposicion/a290717.html)

En ese marco ideológico, que articula la matriz de estado fallido con el discurso oportunista, podemos vislumbrar el impacto real de las acciones en el eje Macuto-Chuao y las distintas dimensiones que abarca la victoria conseguida por la organizacion popular. Hagamos un ejercicio de lobotomía y hurguemos en algunas de las lineas que componen el discurso oportunista para asomarnos a una orgánica que subyace, agazapada, en nuestra dinámica política.

En primer termino, es publico y notorio que el discurso oportunista se empalma al concepto "estado fallido" en el argumento de que "el chavismo, como movimiento de masas, carece de apoyo popular y se reduce a un grupito de dirigentes que se resguarda entre las paredes de Miraflores". Embuídos en su soberbia, los agentes de la reacción no se han repuesto de la impresión que les generó un chavismo preparado para el combate como una fuerza militar popular desplegada en todo el territorio venezolano y como una orgánica territorial multiforme, con plena disposición a las tareas que el momento exija.

En palabras de Oscar Schemmel "El chavismo es una comunidad afectiva", reducir este fenómeno político histórico cultural y sensorial, no solo implica un error de calculo político, también es un acto de egoísmo que poco aporta a la construcción de la democracia en el hemisferio. Como vemos la matriz discursiva del chavismo como un grupito de gente, esta montada sobre una falla de origen que muestra un desprecio horrible hacia las grandes mayorías venezolanas.

Otro discurso que es derrotado en nuestras costas es el que plantea que "en este país no hay una guerra" y que el gobierno comete un error histórico al llamar a una tregua en un país que no vive bajo el signo de un confrontación bélica. En ésta afirmación queda clara la posición claudicante de los sectores oportunistas y el descaro de los agentes directos del imperio, que se desmonta con el análisis sobre la derrota del fascismo en el Triptico I, y es enterrada con las acciones de la Operación Negro Primero.

El hecho de negar la multidimensionalidad del escenario bélico en Venezuela, puede obedecer a dos determinaciones; u obedece a la ingenuidad malévola y egoísta de quienes se encierran en la masturbación de sus elucubraciones, o es una patraña ideológica que busca deslindarse de las dinámicas inherentes a la lucha de clases en general y de la confrontación Imperio-Soberanía en particular.

Esta argumento niega el sabotaje a los servicios eléctricos, niega la incidencia del dolar criminal en nuestra economía, niega las operaciones que se impulsan desde el narco gobierno colombiano, niega la paramilitarización del hampa y el intento de magnicidio contra el compañero Nicolas, niega la incursión mercenaria en Chuao... Pero, Sigamos con Foucault, "no hay discurso inocente" y no perdamos de vista los esfuerzos imperiales por negar su injerencia en nuestros territorio, preguntemosle al oportunismo; ¿A que juegan?.

Otra de las cartas favoritas del oportunismo, y que fue derrotada por la disciplina del pueblo pescador, es el relato de que "el gobierno no tiene capacidad de jugar en el tablero político", que el chavismo en tareas de Estado está contra las cuerdas, inmovilizado, e imposibilitado para operar en ningún ámbito de la vida social venezolana y que por ello, valga el capricho, debe renunciar.

A veces, resulta ocioso ponerse a refutar esos argumentos; mucho mas cuando ves las experiencias que el chavismo va construyendo para dar respuestas concretas al conflicto que plantean los intereses imperiales. Cuando vemos las fortalezas que muestra la política de alianzas en el ámbito internacional, cuando vemos los ejercicios de soberanía alimentaria, que lenta pero decididamente van aflorando en todo el país, cuando vemos como se desmontan los grupos imponibles en cada territorio comunitario y como se enfrenta la emergencia sanitaria por el CONVID19, Así cuando vemos la respuesta de los pescadores de macuto y la mujer policía de Chuao, volvemos al principio y decimos, es ocioso ponerse a refutarlos.

¿Hay problemas?, claro que los hay, son miles, son intensos y se acumulan en la vida cotidiana de cada ciudadana de este país. La crisis que nos determina es quizás la mas profunda que hallamos vivido en las ultimas décadas, negarla sería absurdo, e irresponsable. Tan absurdo y tan irresponsable, como resulta denunciarla mirando solo los errores del chavismo, sin reconocer también sus aciertos.

No debemos perfumar la mierda, es verdad (Saludos Karelys), pero tampoco debemos permitir que se le eche mierda al perfume que tanto sufrimiento nos ha costado producir. Hay que mantener en alto esa dignidad a la que le canta Carlos Puebla en uno de sus coros; "Nuestro vino de plátano, nuestro vino... y si sabe agrio, es nuestro vino".

Volviendo al tema, el mito de "La invasión tipo Panamá" que ejecutaría quirurgicamente el imperio para sacar a Nicolas (Como lo hizo Bush padre, para sacar del poder al dictador y NarcoAliado de USA, Manuel Noriega), es también un relato que se hunde en la derrota de Chuao. Para dolor de este sector de la reacción, esas tesis no pueden, ni podrán ser aplicadas en nuestra querida y escoñetada patria, por razones que ya abordamos en otro articulo titulado "Venezuela no es Panamá" (https://www.aporrea.org/tiburon/a275610.html) y que se recomienda para ahondar en este punto.

Macuto y Chuao, demostraron que no es posible una estrategia de ese tipo cuando el ejercito de la nación mas poderosa, mas cruel y embustera de la historia, está empantanado en guerras que lo único que le aportan son derrotas y desmoralización. No señores oportunistas, no es posible una invasión tipo Panamá, porque el fascismo venezolano se compone de un cartel de estafadores que, lejos de buscar una salida política para el país, se limitan a comprar barato en el mercado de la guerra para quedarse con los reales del mandado, ya nuestras madres nos dijeron hasta el cansancio que, "lo barato sale caro".

En esa misma linea de desmontar matrices que fundamentan el discurso oportunista, está la que le da sustento al discurso hegemonía de dominación, la matriz de los mercenarios tipo Rambo, tipo Gi Joe, que van por el mundo sembrando la paz, la democracia y la libertad en los pueblos oprimidos por regímenes criminales y gobiernos forajidos. Esa imagen espectacular del Super Soldado "papiaísimo", mega entrenado para invasiones y formado para combatir en cualquier territorio, también encontró su derrumbe en las costas de Venezuela.

Juegos de vídeo masivos, películas que baten récords de taquilla, noticieros de Prime Time, propagaron una imagen sobrestimada de las capacidades reales del ejercito yanqui ante un publico marcado por el Síndrome de Vietnam y necesitado de olvidar los sucesos de Playa Girón, recordemos que el ejercito estadounidense jamas ha ganado guerra alguna, lo demás es una producción de Hollywood.

En el secreto de sus tertulias y en sus reuniones de café, esa invasión triunfante es la esperanza oculta, el tema tabú, el deseo secreto mejor guardado de los oportunistas; al igual que las señoronas de El Cafetál, deseaban que llegaran unos catíres bien armados a cumplir la tarea que ellos no tienen como realizar y luego de que derribaran al régimen, ellos saldrían impolutos y dispuestos a asumir el papel de una izquierda "Pret a Porte", al gusto del invasor.

En lo personal, el descalabro discursivo que mas me he disfrutado es el que ha venido posicionando a nuestra Milicia Bolivariana y a nuestros Cuerpos Combatientes, como una parranda de viejitos incapaces de dar un combate de tú a tú, contra los Boinas Verdes imperiales.

Los "MilAncianos" los han llamado, con menosprecio por la tercera edad; también se burlaron de las mujeres de nuestros pueblos, de sus curvas, de sus facciones negras, indias, proletarias. Subestimaron la fuerza de tres millones de revolucionarias en armas, menospreciaron nuestra doctrina de "la guerra de todo el pueblo" y con ello, han generado un efecto demostración que manifiesta, ante un mundo interconectado comunicacionalmente, que un grupo de viejitos y de mujeres gorditas pueden hacer sangrar a la bestia... y que la bestia está herida.

Las jornadas que coronan con la victoria de Chuao y que se vienen gestando desde el arranque de la temporada guaidosista, le mostró al fascismo y a su hermano menor, el oportunismo, que la lealtad de la Fuerza Armada Bolivariana es inquebrantable, batiendo contra el suelo esa otra matriz de autoengaño que les impulsaba a hacer llamados yermos hacia el universo militar venezolano.

Con el desenmascaramiento del fascismo criollo como parte de un conglomerado criminal internacional, éste se desdibuja como opción inmediata de poder en Venezuela y con la progresivamente acelerada ciada del NarcoImperio neoliberal, el oportunismo está buscando fuerzas para aprovechar esa ventaja y conquistar algunos espacios de poder para impulsar una agenda que posibilite sus resentidas aspiraciones.

"Todos oportunista es flojo", nos dijo alguna vez el Gordo Paez, y si antes se presentaban como rémoras en las dinámicas fascistas, hoy en dia los agentes de la reacción vuelan en circulo sobre las orgánicas fascistas para aprovecharse de lo que quede de ellas y siembran discordia y recelo en las estructuras revolucionarias para sacar alguna tajada de la crisis inducida por las fuerzas imperiales.

Nuestro proceso revolucionario necesita que se organice una oposición sana, democrática, con alta sensibilidad patria y que luche en favor de la soberanía y la paz desde sus propias construcciones programáticas. Luego de cumplir la tarea histórica de aislar, desgastar y desenamascarar al fascismo maldito, nos toca esperar que se termine de articular una oposición que pueda estar a la altura de este momento histórico, marcado por un cambio estructural en las relaciones geopoliticas de poder y que sea consciente de nuestro papel en esas dinámicas.

Como hemos visto en estas dos partes del triptico, Chuao nos mostró que las estrategias del imperio son derrotables con organizacion, con disciplina y con la consciencia de que en Venezuela gobernamos las venezolanas y los venezolanos.

Con un fascismo que sí tiene "el juego trancao" y con un progresivo avance político del oportunismo, en el próximo cuerpo de este triptico, estaremos chequeando las posibles jugadas que aun le quedan a las fuerzas reaccionarias y revisaremos las tareas que nos involucran como movimiento popular.



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Robert Galbán


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