Treinta días más de confinamiento

Desde hace ya mucho rato he comenzado a desconfiar de la ingenuidad, sobre todo cuando se trata de la ingenuidad en política. Ya Foucault nos lo decía "no hay discurso inocente" y este tema del coronavirus COVID19 prefiero pensar que quienes asumen posiciones ingenuas para abordar el tema de esta pandemis gllobal, están alardeando de su ignorancia, o, simplemente son gente malvada, que aspira legitimar sus opiniones con la muerte de varios miles de personas.

O quizás, en el caso de la cuarentena y su extensión por 30 días mas es que, entre quienes sostienen la tesis de volver a los sitios de trabajo porque ya esta controlado el virus, este funcionando un pensamiento suicida en estado larvario; pero ingenuos no son.

Vamos al punto. Aquí, en nuestra querida y escoñetada Venezuela; con disciplina popular y mucha consciencia colectiva, hemos logrado mantener a raya la propagación de un virus letal que amenaza con expandirse desde cada palmo de nuestras porosas fronteras y aunque estamos muy lejos de haber controlado la situación; la propagación del COVID19 no es tan brutal como en los países que han asumido el sistema neo liberal de privatizaciones en los servicios públicos.

Treinta días mas de confinamiento pueden parecer una eternidad, que se prolonga en la certeza de que no serán suficientes para superar este momento de crisis global; incluso existe la posibilidad de que este virus se quede con nosotros, trastocando cada espacio de nuestros estilos de vida y convirtiendo nuestras realidades en otra cosa, aun no avizorada.

Sin embargo, esas condiciones que determinan la vida social se imponen a la disciplina que nos exige el momento; ya sea por factores psicosociales (hastío, strees de encierro, abstinencia sexual) o, por razones propias de la crisis económica (abastecimiento, dependencia de un empleo informal o de un emprendimiento propio) obligan a que la gente salga a la calle sin mucha atención a las restricciones que el caso ameríta.

Pero ademas (y como era de esperarse), la extensión de la cuarentena por otros 30 días, trajo consigo el desespero de las hidras deseosas de caos y la piquiña anal de los expertos en cualquier cosa, sabedores de todos los temas, excelsos opinadores que ahora hacen gala de sus conocimientos sobre Virología GeoEstrategica y Biología Político-Molecular para explicar una realidad que no logran comprender del todo, pero sobre la que hay que opinar al precio que sea (aunque ese precio sea el ridículo).

El ataque despiadado contra las medidas de prevención lo encabezan, como era de esperarse, los GuaidoLovers y los Fanaticos Trumpistas, Fedecamaras, Consecomercio y alguna que otra tendencia oportunista que se asume vocera (AutoProclamada) de pequeños comerciantes y emprendedores.

La posición de Fedecamaras, de Consecomercio y de las distintas cámaras y gremios comerciales se comprende; porque su metabolismo depende del crecimiento del capital, sin importar los medios que se usen para lograr ese fin. Es decir, obedientes a la decadente religión neoliberal, hacen preponderar los intereses del capital por encima, incluso, de la vida humana.

Ademas, para nadie es secreto que estos sectores han apostado desde hace 20 años al aniquilamiento del chavismo y del gobierno revolucionario, ellos nunca han ocultado sus intenciones macabras al aplicar las distintas formas que ha asumido la guerra económica; en ese abanico que va desde la especulación criminal, hasta el aniquilamiento de nuestro cono monetario.

En ese sentido, al sector de los comerciantes fascistas le conviene la propagación de ese virus, que permita el colapso de la estructura sanitaria y con ello avanzar en la estrategia de invasión corporativa imperial, disfrazada de "Ayuda Humanitaria". Ellos están promoviendo el desacato al confinamiento, porque simple y llanamente les conviene una mortandad en Venezuela; lo peor es que hay sectores que por ignorancia, o por conveniencia (nunca por ingenuidad), les hacen el coro.

También, está el grupo de los incrédulos. Cuya motivación varía desde la ignorancia supina, hasta el egoísmo puro y duro. Egolatras, hedonistas, para ellos el virus es un invento del gobierno, las estadísticas no son un asunto para preocuparse y por ello hay que acabar con esta farsa saliendo, rumbeando y ocupando el espacio publico. Quizás, este grupo no sea algo distinto al target que recibe pasivamente los mensajes del primero y por ello es una población victima de su propia barbarie.

Otro grupo está representado por las tendencias oportunistas y aunque sus motivaciones son distintas, el sentido es el mismo. En ese sector político, funciona un dispositivo mental que gira en torno a la idea aldeana de que un país puede aislarse de su contexto-mundo. Esa limitación óntica les impide asumirse como especies, como habitantes de un planeta en el que conviven múltiples formas de vida, como participantes de una red planetaria llamada vida.

Para ellos, el COVID19 tiene la capacidad de respetar fronteras y razona desde las lógicas de los estados nacionales. Enceguecidos por sus frustraciones no se permiten ver un poco mas allá de sus cotidianidades, ni son capaces de empatizar con la realidad de un mundo cada vez mas conectado ya que solo se mueven de acuerdo a los parámetros de su conveniencia.

en todos estos sectores se hace alarde de tener mejores datos que la OMS y de poseer fuentes (casi siempre limitadas a cadenas conspiranoicas y fake news que pululan en RRSS) mas veraces que los informes de farmacéuticas y de laboratorios que están en la primera linea de batalla contra la propagación del virus. Y, por supuesto, conocen la situación de la pandemia en Venezuela mejor que la comisión medica creada con el fin de hacerle seguimiento a la propagación del COVI19 en nuestro país.

El argumento mas popular en estos sectores, es que en Venezuela la propagación está controlada y, por tanto, ya podemos salir a copar el espacio publico y a reactivar la economía; que otros países ya lo están haciendo, que aquí el problema no es el coronavirus, sino la gasolina. Entonces, estamos ante un falso argumento que reduce la realidad de la pandemia al asunto económico; cayendo en el juego del grupo económicamente mas poderoso.

En nuestra patria querida vivimos un día a día que va desde el Kung Fu cotidiano por conseguir gasolina, hasta la confrontación cuerpo a cuerpo contra especuladores, bodegueros mafiosos y militares corruptos. Es obvio que el tema de la gasolina es delicado y complejo, en este momento pudiera estar siendo el embrión de un escenario de conflicto social muy rudo, pero ese representa un tema de otro análisis que está en construcción,

La ansiedad, el desespero, el agotamiento emocional, son situaciones personales que vienen de la mano con el confinamiento y es natural; pero si a todo eso, le sumamos el caos en los servicios públicos y el desabastecimiento de la gasolina nos encontraremos con una realidad que intensifica el descontento y en la medida en que transcurran los días se irá incrementando la presión social, complicando el escenario político-sanitario. Las protestas y los conatos de saqueos que han sido constantes en el interior del país generan aglomeraciones que podrían devenir en focos de propagación del virus. No está nada fácil.

Pero de ahí a sostener "ingenuamente" que el confinamiento es una jugada de Maduro para evitar un estallido social por la falta de gasolina, es ser victima de una matriz diseñada para jugar a la desestabilización y consumida por quienes realmente no están entendiendo de que se trata todo este asunto de la guerra asimétrica.

Quien crea que el virus esta controlado y que por ello podemos salir a hacer vida publica y social, esta terriblemente equivocado. Justamente, por haber mantenido un control mínimo sobre la pandemia en nuestro país, tenemos que redoblar los esfuerzos para evitar el crecimiento del numero de infectados y controlar la llegada de casos venidos de otras latitudes. No perdamos de vista el caso de Nueva Esparta; allí la irresponsabilidad del gobernador y de un grupito de empresarios esta elevando la cifra de contagiados a niveles tan preocupantes que pudiera revertir todo lo que hemos conquistado hasta ahora.

El resto del mundo esta teniendo comportamientos que pueden servirnos de guía sobre que podemos hacer y que cosas evitar. Comprendamos de una vez que, 30 días nos son mas que el inicio de una temporada de reclusión mucho mas larga. Sepamos que la humanidad está todavía muy lejos de encontrar una cura para el COVID 19, una vacuna contra esta enfermedad es aun un objetivo a alcanzar y en esa tarea están dejando el pellejo miles de trabajadores de la salud a nivel global (Saludos Alejandra, Saludos Loira).

A pesar de lo que opina el vulgo, en china no se han levantado las normas de confinamiento en su totalidad y el gobierno del Partido Comunista está expectante ante la posibilidad de un rebrote de la enfermedad después de 11 semanas de confinamiento y de un consecuente relajamiento de las normas de prevención. En el momento de escribir este articulo, el gigante asiático está tratando el primer caso luego del relajamiento de las mediadas de encierro, lo cual hace inferir un futuro inmediato no muy prometedor.

Trump y Bolsonaro, son las voces internacionales mas visibles en la defensa de los intereses del capital, aún por encima de la salud publica.No perdamos de vista que Brasil esta a punto de posicionarse (junto a yankilandia) como el primer foco de infección en el mundo y que Colombia está teniendo un aumento progresivamente acelerado en su curva de infectados.

Es publico, notorio y comunicacional, el desastre sanitario en que se han convertido el Ecuador de Lenin Moreno y el ascenso en la curva de Contagió que está viviendo el pueblo de Perú, que también son nuestros vecinos cercanos y representan una alarma para mantener nuestras barbas en remojo.

Teniendo esto en cuenta, no está demás recordar la porosidad de nuestras fronteras, los efectos de la migración que retorna de esos países y la posibilidad de un desencadenamiento del virus en nuestro territorio. Recordemos que no estamos aislados.

Entonces, si los comerciantes quieren romper el confinamiento y por ello buscan las formas de convencernos de acompañarles en esa locura; debemos preguntarnos: ¿Por que el interes de los comerciantes debe estar por encima del derecho a la vida de todas nosotras? O es que ¿Vamos a seguir dándole respuestas individuales a problemas colectivos?

Nos queda esperar una vacuna, o alguna respuesta que pueda darnos la ciencia; mientras, deberíamos conservar la calma, la cordura, el distanciamiento social y las medidas de higiene.Porque la tarea fundamental en este momento sigue siendo la misma que nos plantea el Che en su guerra de guerrillas, "cuando nos dice que la tarea fundamental de un combatiente revolucionario es mantenerse vivo y, por extensión, para poder ejercer los derechos económicos, para poder mantener un negocio en pie, o para hacer crecer un emprendimiento la condición fundamental es estar vivas. Si mueres, no vas a poder abrir tu negocio, ni vas a poder resolver el día a día, ni vas a poder llevarle el sustento a tus pollitos.



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Robert Galbán


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