¡Es insostenible continuar en el cargo!

Estas fueron las palabras lapidarias como inició la intervención del profesor Bernardo Méndez al informar que renunciaba al cargo de Vicerrector Administrativo de la UCV durante la sesión ordinaria del Consejo Universitario de fecha 15 de enero del presente año.

Después de 11 años y 7 meses de gestión rectoral, se ve el comienzo del fin de un equipo que llegó con el 75 % de los votos universitarios y que por primera vez en la historia contemporánea de la UCV, eran elegidos todos de la misma formula electoral y con el mayor tiempo de estar ejerciendo los cargos de máximas autoridades de esta casa de estudio. Una gran oportunidad que tuvieron para lograr cambios significativos de la universidad, pero cayeron en el pantano de la ineficiencia, desidia y corrupción.

Apenas la comunidad universitaria comenzaba días atrás a reintegrarse del asueto navideño, pero fueron pocos los que se enteraron de la larga agenda del CU que se distribuyó el día anterior, martes 14 de enero, entre los miembros de esta instancia, destacando el punto relacionado con la renuncia del Vicerrector Administrativo.

Ese día, 15 de enero, se iba a realizar la primera sesión del CU del 2020, del cual, todos los miembros, incluyendo la rectora, esperaban con ansias los motivos de la inesperada renuncia del académico (la rectora en su corta intervención luego de las graves denuncias del renunciante, confiesa al cuerpo académico que ella no conocía tales motivos sino solo un oficio de cuatro líneas del profesor Méndez sin dar mayores detalles).

Después de haber realizado una síntesis oral de su trayectoria académica, el profesor Méndez decide leer una larga carta que contiene los motivos de su renuncia, ya harta conocida por la opinión pública, la cual difundida por las redes sociales a pocos horas después de la renuncia.

El silencio se fue haciendo cada vez más denso entre los presentes al ir escuchando las palabras que fluían de un profesor que quiso salir con la frente en alto de una gestión, cuya comunidad universitaria tenía sospechas desde hace tiempo de estar altamente corrompida. El profesor Méndez lentamente desnudaba a la rectora ante los Decanos, representantes estudiantiles, egresados y profesorales, a medida que describía con fechas, oficios, cantidades de los numerosos hechos que ocurrieron durante esos años de gestión, de los cuales fue testigo directo al ser parte del equipo rectoral.

Mencionó casos que fueron en su momento denunciados por mi persona y el movimiento político de profesores de la UCV “Proyecto Socialista” y publicados con lujos de detalles en el boletín PLURAL (http://plural-ucv.blogspot.com/). Entre los casos nombrados están los siguientes, de los cuales, algunos de ellos pueden ser estipulados como delitos de acuerdo a la legislación venezolana:

a) Aprobación unilateral por parte de la rectora de las disponibilidades presupuestarias.
b) Establecimiento de comisiones de contratación paralelas.
c) Asignación de recursos a obras con recursos destinados a otras partidas presupuestarias. Malversación de fondos.
d) Manejo ilegal y directo de los recursos del Fondo de Jubilaciones de la UCV y sus bienes por parte de la rectora sin aval de administración ni control del CU. Más de 200 millones de dólares en bienes y cuentas en el exterior.
e) Compra de un inmueble CEDIVI sin proceso de contrataciones, sin disponibilidad presupuestaria y sin la aprobación del CU Estamos hablando de un valor entre los equipos usados y el inmueble de 934.377,22 dólares norteamericanos.
f) Pago de primas de seguros en dólares para SAMHOI sin soporte de deudas reales y tráfico de influencias para pago de dudosas deudas con los recursos del fondo de jubilaciones.
g) Intención de contratación de pólizas de HCM sin procesos de contratación ni disponibilidad presupuestaria.

Al terminar de leer el académico, hubo un minuto de silencio, nadie habló, nadie dijo nada, apenas respiraban, digiriendo cada uno las palabras pronunciadas por un vicerrector enrojecido y con semblante muy tenso. Se observa que la rectora menciona a su vicerrector Académico (profesor Nicolás Bianco) que hablara primero... y fue peor.

Entre otras cosas, el académico Bianco comienza a titubear, a carraspear, a ver como se plantea un discurso de defensa a la indefendible rectora. Me imagino que ha sido uno de los peores momentos que ha tenido el galeno para lograr convencer a los presentes de la inmaculada rectora, esfuerzos perdidos. Abogó por ella, metió las manos en el fuego por ella, pero los argumentos esgrimidos fueron en vanos, no hubo cambio de miradas de los once (11) Decanos. Mas bien trató de banalizar los hechos al expresar que lo dicho por el profesor Méndez era opiniones solamente y como tal deben ser tratadas, obviando la gravedad de las afirmaciones y sustentadas por el renunciante, tal como se lo hizo saber cuando intervino el profesor Víctor Márquez, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (APUCV), acérrimo enemigo del gobierno de Hugo Chávez y ahora, de Nicolás Maduro.

Si Bianco inició mal la defensa de la callada rectora, fue mucho peor la esgrimida por el Secretario Amalio Belmonte, iniciando su cantifladas expresando a su amigo Bernardo (¡?) en que es mejor optar a la lealtad y no a la sumisión... Hasta el profesor Bernardo se sonrió de tal mamarrachada.

Pero no contento con eso, mencionó que debería reflexionar sobre la renuncia ya que pondría en bandeja de plata a la universidad para que el gobierno la intervenga. Peor, que este hecho va a ser usado por sectores que están presentes en la sesión (¡?), que todo esto es un asunto personal que tiene el profesor Méndez (nuevamente vuelve a sonreír el renunciante). Al terminar, el semblante de las autoridades eran de película... de terror (ver fotos).

Inmediatamente la rectora tomó el micrófono y expresó vivamente que no iba a intervenir en estos momentos y que el punto era la renuncia del vicerrector administrativo y NO sus razones para su renuncia, por lo cual somete a consideración el punto para votar...

No pudo terminar de hablar cuando levantaron la mano cuatro miembros para solicitar la palabra, incluyéndome, pero la rectora negó tal solicitud y tuve que argumentar intensamente que la intervención del profesor implica una discusión ya que eran gravísimas las afirmaciones dadas por él y era un punto de agenda, por lo cual, según reglamento, se debía discutir y votar. Además, expresé que estaba seguro que no iba a estar más nunca el vicerrector en este cuerpo y debíamos aprovechar para que responda a las dudas que han suscitado por la lectura de la carta suscrita por el susodicho.

Tuvo que ceder la rectora, con mala cara, increpando que ella tenía el derecho a la defensa, por lo cual exclamé, que nadie se la estaba quitando...

Intervinieron cuatro (04) profesores; Ricardo Ríos, Alberto Fernández, Víctor Marquéz y mi persona. Los dos primeros se enfocaron en dar una despedida al profesor Méndez, todos pertenecientes a la misma Facultad, la de Ciencias. Sin embargo, el profesor Marquéz y mi persona de forma muy corta y precisa, destacaron la gravedad de las afirmaciones del vicerrector, que no eran opiniones ni mucho menos un asunto personal, tal como quisieron enfocarlo el vicerrector Académico y el Secretario de la UCV. Que esperábamos las pertinentes explicaciones de la rectora ante las acusaciones escuchadas. Se le preguntó si el equipo del vicerrectorado administrativo había manejado por lo menos un centavo de un dólar de los 18 millones de dolares que estaban en cuentas extranjeras bajo la administración de la rectora, recursos provenientes de la liquidación del Fondo de Jubilaciones de los profesores de la UCV... El profesor Méndez afirmó que NUNCA manejaron esos recursos, solamente los alquileres de los inmuebles provenientes del mencionado fondo, tal como lo había decidido el CU en una fecha determinada.

Por otra parte, se le preguntó si hubo prohibiciones por parte del equipo rectoral para que él no informara de la situación del SAMHOI. El profesor respondió que no hubo prohibición alguna, solamente como coordinador de la Comisión para garantizar el SAMHOI, entregó el noveno y décimo informe a la comisión sobre la situación real del SAMHOI en el mes de octubre y el rectorado los usó para cambiar la formula de pago del SAMHOI jugando con la tasa cambiaría de las divisas.


Solo quedaba el cierre de estos intensos minutos (duró dos horas aproximadamente). La rectora solo mencionó con emoción contenida que iba a ejercer el derecho a la defensa ante las graves denuncias hechas por el vicerrector Méndez, que debía probar cada una de las mismas. Que No hablaría ese día sino en la siguiente sesión. Pero no podía dejar de tirar una de las suyas antes de terminar la discusión e iniciar la votación de la aceptación o no de la renuncia de Bernardo... Mencionó que ese día que daría las explicaciones NO comenzaría´con la ridiculez de dar su CV de su trayectoria académica en la UCV (risas del profesor Méndez), sino que iría directo al grano... Se le olvido el CV que dio para el Honoris causa en fechas pasadas.

Seguidamente se planteó el absurdo de votar si se aceptaba o no la renuncia del vicerrector, cuando es un derecho de cualquier trabajador, funcionario, independientemente del cargo que ejerce, de renunciar sin que nadie se lo impida. Tuvo que intervenir la Decana de Derecho y el propio Vicerrector Méndez para aclarar el punto, del cual, este ultimo expresó que su renuncia ha sido pensada por largo tiempo y era irrevocable. Pues se votó aceptando la renuncia del profesor por parte del CU de forma unánime.

Se levantó el profesor, ya como Ex vicerrector, y nadie se levantó, nadie se despidió de su aliado político por mas de 11 años. Los Decanos quedaron incómodos, sentados sin pronunciar ni una sola palabra. El diente roto, libro famoso del escritor venezolano Pedro Emilio Coll, fue reflejado en esta escena de la salida del profesor por las puertas de la sede del CU..

Se nombró temporalmente al Secretario Amalio Belmonte como vicerrector interino.

Solo me queda hacer una reflexión final (por ahora) de estos hechos y solo quiero enfocarlo en algo que me afectó mucho de la información suministrada por el profesor Bernardo Méndez. Me refiero cuando detalló la situación del SAMHOI del cual textualmente extraigo un párrafo de su carta de renuncia:
Actualmente el seguro SAMHOI cubre al profesor y su grupo familiar hasta un monto de 60.000.000,00 equivalente a unos 2000$, estimación realizada con el valor de la paridad cambiaria para el momento de la aprobación de la ampliación de la cobertura por el Consejo Universitario. El monto del aporte de la UCV equivale a unos 50.000$ mensuales lo que representaría un aporte de unos 600.000$ anuales si agregamos el aporte del IPP, es costo anual del seguro SAHMOI estaría en el orden de 1.200.000,00 $ para una cobertura de 2000$ para el profesor y su grupo familiar.
La contratación que se plantea efectuar asciende a la cantidad de Bs. 135.000.000.000,00 si aplicamos el cambio monetario actual equivaldrían a 3.376.000,00 $ y solo cubriría al profesor.
Los análisis de los siniestros ocurridos durante el año 2019 permiten indicar que con un aporte total de la UCV y del IPP de 2.400.000,00 $ se pudo haber cubierto el monto TOTAL (Facturado) de TODOS los siniestros ocurridos, no solo el monto indemnizado.

¡Cuantas vidas se pudo haber salvado de nuestros colegas universitarios o familiares si se hubiese cubierto todos los siniestros! Había la disponibilidad financiera pero imperó la ambición de algunos, pero no solo eso, sino que están dispuestos a usar esos cuantiosos recursos para pagar una empresa privada sin cubrir a todos los profesores y familiares para la seguridad social, en este caso, la salud.

No digo más, vendrán mas paginas para ahondar en los acontecimientos que se suscitaran de esta renuncia que marca el comienzo del fin de una dictadura académica.

Dr Miguel Alfonzo PhD

Profesor titular de la UCV

Miembro del Consejo universitario de la UCV



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