Caballo de Troya evangélico

El proceso de secularización ha sido lento en América Latina, lo que hace que sigamos siendo una región, predominantemente cristiana, donde los católicos son cada vez menos, en contraposición con aquellos que se definen fieles en otras iglesias, entre las que destacan las pentecostales.
En Venezuela la participación en las iglesias evangélicas viene creciendo sostenidamente, en particular en los sectores populares, con "un discurso y una práctica religiosa que promueve la movilidad socioeconómica, tienen un mensaje atractivo que no se limita a la participación en el rito", tal como lo afirma mi colega Álvaro Verzi. Para su tarea evangélica disponen de millones de dólares, recaudados en diezmos y en apoyos de otras iglesias en el extranjero; que les permite sostener un vasto aparato organizativo, comunicacional y logístico.

Los evangélicos se expresan políticamente y para ello las iglesias donde se congregan y sus liderazgos, son actores claves que buscan influir en la correlación de fuerzas en el campo político venezolano, conformando un abanico de posiciones, contrario a la iglesia católica, hoy aparentemente replegada y con una clara y cohesionada posición de derecha.

Los evangélicos ocupan y han ocupado posiciones relevantes en la revolución bolivariana, donde no solo llevan sus prácticas, sino que ha venido incorporando en su discurso político elementos del cristianismo evangélico, generando un nuevo tipo de sincretismo. También existen los que han tomado posición contra Maduro o la revolución bolivariana, que en este momento no es lo mismo; como el pastor-empresario Bertucci, quien en las últimas elecciones presidenciales logro un importante millón de votos y hoy uno de los actores en las negociaciones nacionales.

El presidente Maduro luego de confrontarlos, hace poco se reunía con el liderazgo de algunas iglesias evangélicas, y les prometía: conmemorar el día del Pastor, crear la universidad teológica evangélica y asignar tierras a comunidades cristianas. Frente a este hecho solo queda pensar en aquel adagio popular: cuando veas las bardas de tu vecino arder, por las tuyas en remojo.

Al final conviene preguntarse ¿Son un caballo de Troya?. Al respondernos no podemos ser ingenuos, sobretodo viendo los acontecimientos en la región. En mi opinión la agenda de la mayoría de las iglesias evangélicas no es la de la revolución bolivariana, al contrario en el plano económico buscan la restauración de los regímenes neoliberales en América Latina, en lo social el mensaje evangélico reafirma del patriarcado, una posición contra el reconocimiento de quienes se definen sexualmente diversos o los abogan por el aborto. Y por si no bastara su política no se define en nuestros países, sino en los centros mundiales de poder.



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Jesús Alberto Rondón

Sociólogo. Se desempeña como Facilitador en el Inpsasel, ha sido electo Delegado de Prevención (2011-2013 y 2013-2015) y es Vice-Presidente del Consejo de Vigilancia de la Caja de Ahorros de los Trabajadores y Trabajadoras del Inpsasel (2.011).

 jesusalbertorondon@gmail.com      @JesusRondonVen

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