Venezuela ha regresado a 1830

Casualidades históricas o como lo queramos llamar, pero hay momentos históricos que parecieran repetirse. Hoy Venezuela ha regresado a 1830 y Dios quiera que esta tragedia no se extienda como la primera que duro casi 70 años.

Existen características parecidas que antecedieron a estos tristes momentos.

- Antes de 1830 existió una figura extraordinariamente carismática que logro unir para la causa independentistas, sectores sociales con disimiles intereses históricos y profundo prejuicios raciales:

  • Esclavos y esclavistas.

  • Campesino y latifundistas.

  • Blancos mantuanos y blancos de orilla.

  • Indios y negros.

  • Mestizos y mulatos.

  • Soldados haciendo carrera política y soldados construyendo patria.

Bolívar logro unir circunstancialmente en torno a un objetivo estratégico esa enorme gamas de sectores; con sus rencores, resentimientos, odios, miserias e intereses sociales, económicos y políticos distintos.

- En 1998 Chávez para terminar de darle la estocada final a la deteriorada alianza puntofijista, logra conformar una gran emulsión de intereses sociales y políticos inmiscibles:

  • Ex-adecos y ex-copeyanos, marginados del poder por ser honestos e íntegros.

  • Ex-adecos y ex-copeyanos, resentidos que no lograron en sus tiempos de gloria disfrutar de las mieles del poder.

  • Una izquierda idealista y soñadora representada en los "Comandantes Faema"; esos que tumbaban gobiernos y hacían revoluciones en la cafetería de la Universidad, conversando alrededor de la maquina Faema.

  • Una izquierda que aprendió del puntofijismo a disfrutar de las migajas del poder en gremios, sindicatos, congreso, alcaldía y gobernaciones.

  • Una izquierda diminuta pero que rompió con las otras dos y estaba construyendo muy discretamente con el pueblo, organizaciones de poder revolucionario.

  • Militares resentidos que fueron marginados del convite adeco-copeyano.

  • Militares nacionalistas patrióticos y honestos.

  • Nuevas promociones de militares que en su futuro inmediato se les presentaba una disyuntiva o hacer carrera politiqueara o servir dignamente a la patria.

Tanto Bolívar como Chávez tuvieron la habilidad o el liderazgo para unir tan diversos y antagónicos intereses y tanto a Bolívar como a Chávez les sucedieron unos lideres que despedazaron al país.

Desaparecido Bolívar sus antiguos subalternos se repartieron el país como a una piñata, cada general tenia su tropa y tenia su territorio y tenia sus haciendas y sus minas y sus grandes casas. Para definir quien debía de estar al frente del gobierno bastaba el acuerdo de dos o tres caudillos, unir sus fuerzas y emprender una guerrita o una mal llamada revolución y en pocos meses estaban instalados en Caracas. Todos proclamaban las banderas del "taita" Bolívar y la muchedumbre de descamisados que colocaron de escudo sus pechos desnudos contra las huestes españolas seguían a sus comandantes con la misma esperanza de tierra y libertad ofrecida por el libertador, aunque el enemigo ya no era el invasor europeo sino sus antiguos compañeros de armas y de sueños.

Igual paso con Chávez; su mas cercanos seguidores esos que públicamente parecían unidos al lado del "padre Chávez", pero que subrepticiamente se daban puñaladas, se montaban ollas podridas, se ajustaban cuentas, se descalificaban, se tumbaban negocios; esos, sus mal llamados "hijos", una vez desaparecido el líder fundamental se lanzaron sin freno y sin bozal en una guerra de rapiña por el reparto del poder. Los alacranes se agruparon en diferentes grupos, se odiaban todos, como una familia enfrentada por la herencia, sin embargo algunos se necesitaban; eso los llevo a pactar ciertos acuerdo, tanto para sobrevivir como para ir descartando a otros grupos de "herederos incómodos".

Ellos hablan de patria, de revolución, de socialismo, de protagonismo; pero ellos son la patria, ellos son la revolución, ellos son los protagonistas; y el socialismo son solo 10 letras pintada en una unidad policial que dice "Policía Socialista" o Alcaldía Socialista o Gobernación Socialista. Igual que en 1830 con las mismas banderas liberadoras se repartieron la patria.

Todavía hoy, una gran parte de los descamisados del siglo 21, apaciguan las necesidades con la esperanza de oropel que ofrecen estos nuevos Páez.

Tal vez alguno me escribirá llamándome traidor, mientras su gobernador bolivariano se restregá las manos sacando cuentas del beneficioso negocio de una mina de oro, que socava la tierra, que destruye los ríos, la flora, la fauna y solo queda la muerte y con ella un antiguo 5 objetivo que decía; "Preservar la vida en el planeta y salvar la especie humana".



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