Nos están robando nuestros peces

Si alguna persona extrae un barril de petróleo del subsuelo y lo vende en el exterior, apropiándose el producto de la venta para beneficio propio, debe ser calificado, este acto, como un defalco al patrimonio nacional, según la Constitución del año 1999, en su artículo 12 Veamos:.

"Los yacimientos mineros y de hidrocarburos,

Cualquiera que sea su naturaleza, existente en el territorio

nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica

exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la

República, son bienes del dominio público y, por tanto,

inalienables e imprescriptibles. Las costas marinas son bienes

del dominio público".

:

Igualmente, el recurso que Venezuela tiene dentro de la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la república, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Según el Artículo 12 de nuestra Constitución Nacional, vigente desde el año 1999. De igual manera la República tiene plena soberanía sobre todos los recursos que en ellos se encuentren, según el Artículo 11 de la misma constitución.

Igual que el petróleo, debemos agregar, que todas las especies vivas que se encuentren dentro de nuestros mares territoriales, que se extienden hasta 200 kilómetros al Norte de nuestras costas, son de soberanía exclusiva de la República Bolivariana de Venezuela, y por lo tanto son bienes del dominio público.

Entonces es aceptable que gran parte de nuestros pescadores de orilla, hayan tomado el arte de pescar, es decir, tomar libre y legalmente el recurso, que es de todos los venezolanos, para beneficio de la colectividad, en beneficio de todos los venezolanos, colocando el producto de la pesca en el territorio y para el consumo nacional.

Lo que es inaceptable, es que ese recurso común, es decir el producto de la pesca, sea extraído del territorio nacional, para de manera fraudulenta ser vendido a embarcaciones extranjeras o en las islas vecinas del Caribe, para beneficio exclusivo de estos pescadores, lo cobran con moneda extranjera y luego regresan, para de manera fraudulenta, también, participar en el mercado cambiario ilegal, con lo cual le están realizando un doble robo a la nación.

Es notorio que en el relanzamiento del Plan Pesquero Nacional realizado en el día de ayer, 29 de mayo de los presentes, nadie haya hecho referencia a tal situación, para instruir al Presidente, que al igual que nosotros, debe estar necesariamente informado de esta situación, que a nuestro entender, es la causante principal, de toda la distorsión, que existe en este importante sector de la economía venezolana, a tal punto, que hayan desaparecido de la mesa de los venezolanos de a pie, especies consideradas de alto valor comercial. Veamos:

Venezuela, se encuentra en una posición envidiable a nivel global, ubicada al Norte de Sur América, a nivel ecuatorial, con las aguas más cálidas del todo el globo terráqueo, en donde desemboca el Orinoco, que trae las aguas duces, y materia orgánica, indispensables para el desove, de muchas especies, que vienen a realizarlo acá. Ello trae como consecuencia que en nuestras aguas se encuentre la mayor concentración de especies marinas de todo el globo. Hugo Chávez, en el 2001, con la Ley de Pesca prohibió la pesca de arrastre, produjo un gran beneficio de todo este ecosistema, al eliminar el efecto depredador que ocasionaba dicho proceso de arrastre. Desde ese entonces, comenzaron a aparecer especies en nuestras costas, que anteriormente estaban desaparecidas, nos referimos a especies de alto valor comercial, como el carite, sierra, mero, pargo y otros, que son los que son vendidos en el exterior. No Podemos estimar la cantidad de ellos que son extraídos, robados de la mesa de los venezolanos, al ser sometidos al contrabando de extracción, sin embargo, podemos asegurar que dichas especies, de quedarse en nuestros mercados, pudieran solucionar el consumo de proteínas, que estamos padeciendo, producto de la guerra económica, que nos están haciendo.

Nosotros, aunque tenemos años estudiando esta problemática, no tenemos una barita mágica para darle solución a todo este complicado asunto. Sin embargo podemos hacer algunas sugerencias, que pueden servir, para avanzar hacia unas relaciones de producción más justas, donde el pueblo venezolano sea el primer beneficiado al tener acceso a una proteína, de primera calidad, a la que hasta hoy, solo es accesible a un sector privilegiado de la sociedad. Veamos:

  1. Al pescador solo se le debe financiar sus embarcaciones, insumos de pesca, y su vivienda, para alcanzar un mejor vivir.
  2. Cualquier otro financiamiento necesario debe hacerse a la comunidad organizada, es decir, las comunas o al mismo Estado a través de una gran empresa de adquisición distribución y ventas de pescado, que le ponga orden, dentro de unas relaciones de producción, que no incluya los vicios del capitalismo Neoliberal. No estamos en desacuerdo con esas empresas de corte capitalistas, pero lo que no aceptamos, es que un gobierno, que se diga socialista o en vías de alcanzarlo, tenga que financiar nuevas empresas de corte capitalista. Ellos, bien pueden invertir sus propios recursos y autofinanciarse, Ya el tiempo del Estado paternalista debe haber quedado atrás. Solo así pueden coexistir empresas de corte capitalista y poderosas empresas socialistas, que existan dentro de un gran mercado nacional. Así se podrá controlar el poderoso monopolio que actualmente existe y que eleva especulativamente los precios.
  3. Proponemos que esta gran empresa de comercialización y distribución de pescado y afines, tenga por objeto comprar todo el producto de la pesca a nivel nacional, esté en capacidad de almacenar y controlar toda la cadena de frío, procesarlos adecuadamente separando los subproductos, para producir harina de pescado. Esto es fundamental, debido a la gran erogación que el Estado, hace anualmente, para la importación de harina de soya, producto indispensable como materia prima para la fabricación de alimentos concentrados para animales y que puede ser sustituido con ventaja por este producto de origen animal. La comercialización de los alimentos para el consumo animal, se encuentra monopolizada por una empresa del grupo Mendoza, la cual es la que suministra el alimento concentrado a la mayoría de los criadores del mercado nacional.
  4. Para lograr el atractivo necesario, para que los pescadores en vez de vender el producto de su pesca en el exterior, lo hagan acá, proponemos que esta gran empresa comercializadora fije niveles de precios para la compra, que estén al mismo nivel, o más, del que obtienen al venderlos afuera. Con ello se lograría capturar a todo este volumen de pescado de alta calidad, que de otra manera iría a parar al exterior, tal cual está sucediendo actualmente. Esto solo debe existir para los rublos pesqueros citados como de alta calidad. El resto: Las sardinas y demás peses de orilla se mantendría al precio actual fluctuante.
  5. Todas estas unidades de recepción del producto de la pesca, de esta gran empresa deben estar provistas de cadenas de frío, pantas de procesamiento, servicio de distribución y, muy importante, hornos para la fabricación de la harina de pescado. Solo así se le podrá dar cobertura a todas las aristas y complejidad que indudablemente presenta esta actividad económica. Este tipo de empresa ya existe en el territorio nacional, como la planta de sardina La Gaviota en Cumaná, y la nueva planta inaugurada ayer en el Estado Nueva Esparta. Solo que estas tienen cobertura local.

Estas apreciaciones la hacemos con iniciativa propia, por lo que cualquier crítica o ataques que ellas susciten, las asumimos con plena responsabilidad.

 

 



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Jouseff Kan

Master en Ciencia Política. Enfoque Sur.

 joukap10@outlook.es

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