Noruega y el cierre del negocio

—Compadre se enteró que la gente se fue pa´ Noruega a negociar.

—Será qué necesitan mucho terreno para hablar. En ese caso, se podían haber ido pa´ La Gran Sábana o pa´ los llanos que bastante tierra hay. Y sin producir nada, porque todo eso está acabao.

—Es que tenían que irse bien lejos, porque aquí hay mucho metiche, asomao y metió. Que les gusta opinar de todo como si fuesen entediós en la materia.

No ve usted esas vejuconas periodistas que se la pasan llamando a la abstención, y vienen los políticos y le hacen caso. Así hay un poco de gente queriendo meter la cuchara donde no los han llamado.

—Bueno, así será. ¿Y dónde queda esa Noruega?

—Tengo entendido que eso que queda pa´ya pa´l norte, bien lejos.

—¿Pa´ La Orchila, será?

—No compadre, eso queda por allá en el Polo Norte o algo más lejos. Eso dicen los que han ido, y que es muy frío.

—A lo mejor esa gente sí los sienta en una buena mesa, y les dicen: «déjense de pendejadas y pónganse de acuerdo en la repartición del coroto, cuerda de manganzones». Porque eso es lo que son.

—Yo creo que más de uno está buscando puesto en ese avión de salida. Porque recuerde que el cooperante, el primero de mayo, estaba como palo de gallinero porque y que lo habían dejao por fuera, cuando ya todo el mundo estaba con las maletas listas para agarrar pista.

—Eso es verdad. Ese debe haber mandado a uno de los suyos que le apartara cupo en primera clase. Yo le dijo otra cosa, habrá mucho papel que quemar, para ocultar tanta sinvergüencería.

No tiene nada de raro que estos días se incendie algún edificio acá en Caracas, donde a lo mejor se guardan esas facturas y contratos. Aunque muchos se han hecho de boca nada más, para que no quede rastro. Pero nunca se sabe.

—Eso es muy cierto, porque recuerde que aquí a la caída de cada régimen se queman las sedes de los organismos de inteligencia. Arrasan con todo para que no queden evidencias. Mucho rabo de paja ahí por estos lados.

—Hay que estar pendientes de esas conversas, porque lo que están es tratando de salvar el pellejo, porque el candelero cada vez está más cerca.

—Los osos y las águilas y que ya se pusieron de acuerdo, y negociaron lo suyo. Esa gente se pone de acuerdo rápido, porque lo que importa es el billete. Esos están claros, en cambio éstos como andan en puras mentiras y tramoyas lo que buscan es saber cuánto les toca y dónde.

—Son tramperos. Por eso que no dan píe con bola. Y si toda la vida han vivido de la trácala, porque no saben hacer más nada, cuando salgan qué van ser. Lo que andan es pidiendo que le aseguren una buena cuenta bancaria.

Porque quién les va a dar trabajo. Primero, porque esos nunca han trabajado, solo ha sido meter la mano hasta el codo. Y si les llegaran a dar trabajo, lo primero que hacen es quebrar el negocio para llevarse todo.

—Con ese historial quién sabe dónde se irán a meter. Porque a más de uno lo andan buscando unos muchachos vestidos de negro, que cuando chiquitos repartían bofetá.

—Calabozo les sale a más de uno, por vagabundo y alzao.

—¿Cuánto costará un pasaje para esa cosa de Noruega?

—A lo mejor se los dan fiao. Porque los osos, los cambures y las águilas están es desesperaos por salir de estos vocingleros. Porque lo son es buenos para nada. A lo mejor llegaron allá, como es su costumbre, pidiendo 18 años y prepagos.

—Ah, no va a saberlo usted. Ni dudarlo, esos llevan la vagabundería por dentro.

—Le dijo que el rancho está ardiendo. Pero, el macilento sigue adelante. Está acostumbrado a llevar palo, solo se mueve si alguien lo arrea, esa es la verdad. No hay mucho que esperar de éste.

—A ese conque le zumben algo la va llevando. Se queja pero de ahí no sale.

—La verdad es que no creo que se vayan a tardar mucho, por lo que creo es que hay que poner la ropa en remojo. Como las barbas del vecino. Porque en cualquier madrugada se oye salir el avión y chao contigo, si te e visto no me acuerdo.

—Así va a ser y muchos se van a quedar con los crespos hechos.

—Mientras tanto voy a ver el camburito, que creo que ya está pintón. Y le repito. Por ahora, apriete.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2656 veces.



Obed Delfín


Visite el perfil de Obed Delfín para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Obed Delfín

Obed Delfín

Más artículos de este autor