Señor presidente; detenga esta locura Chávez dejo la solución escrita

Señor presidente; en sus manos está la iniciativa para salir de esta locura donde nos encontramos sumergidos. Hace casi veinte años; quienes se oponían a los cambios que comenzaron a generarse en nuestro país, trataban de descalificar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, calificándola de; “la constitución de Chávez”; hoy afortunadamente todos la aceptamos como nuestra carta fundamental. Pero en honor a la verdad sería una mezquindad, no reconocer que los grandes mecanismos de resolución de conflictos de manera civilizada y democrática, que están en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se deben en gran medida al presidente Chávez. De allí, podemos decir que en esta hora terrible que padece el pueblo venezolano; Chávez dejo la solución escrita.

El artículo 71 de la CRBV; sin opción a distintas interpretaciones, sin crear confusión alguna, abre la posibilidad de encontrar luz en el túnel. Dice el referido artículo:
“Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral.”

Le pregunto presidente: ¿No es de especial trascendencia nacional, la situación actual? Usted que habla siempre de dialogo ¿No cree que un referendo consultivo sea la expresión más amplia de dialogo, que el pueblo mayoritariamente exprese su opinión?

Ante los clarines de guerra, de amenaza de intervención extranjera, de gobiernos violando descaradamente el derecho internacional, que proclama la auto determinación de los pueblos y que constantemente están inmiscuyéndose en nuestros asuntos, ante la vileza de un sector de oposición antinacionalista que le hace el juego a la solución violenta preferida por los imperios, que facilitaría un rápido desmontaje de todo el andamiaje jurídico de la Quinta República.

Ante ese escenario terrible al que poco a poco nos acercamos, ¿Por qué no acudir a lo que ustedes han levantado como bandera? AL SOBERANO; ¿Por qué no acudir a lo que está escrito en el artículo 5 de la constitución?

“La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.”

Un referendo consultivo, con una previa organización, que genere confianza y con la participación de observadores nacionales e internacionales, frenaría la estrategia de los violentos y antinacionalista. ¿Por qué no dejar que el soberano se exprese en una consulta sencilla, donde responda si quiere o no, la relegitimación de los poderes públicos? ¿O es que ahora se le tiene miedo a la participación popular? Ustedes no dicen siempre, que solo el pueblo salva al pueblo.

Yo sé lo que me respondería usted señor presidente o alguien de su gobierno;

“Aquí se realizaron unas elecciones hace menos de un año donde el pueblo se expresó mayoritariamente por nosotros, con un respaldo del 67 % de la votación, el porcentaje más alto sacado por presidente alguna en nuestra república”.

No se engañe señor presidente, en esas elecciones de; 20 526. 978 electores, solo votaron 9.389.056 electores, menos de la mitad o sea 45% de participación, en un proceso presidencial que tradicionalmente son los de mayor afluencia de electores. Tan clara como la luna llena, en esas elecciones del 20 de mayo de 2018, usted entusiasmo y logró el respaldo de apenas el 30,44 % de los venezolanos; un gobierno de minorías. Cuando no lo conocían como gobernante en las elecciones presidenciales del 2013 usted entusiasmo y logró el respaldo de 40,13 % de los electores, o sea, seis años después se vino a menos, y en un proceso electoral atípico, donde ustedes adelantaron las elecciones; estableciendo un cronograma electoral apresurado que obstaculizó la participación de otras opciones patrióticas y que en definitiva creaban un escenarios a favor del partido que usted representa; una treta muy parecida a la cuarta república, que ustedes tanto cuestionan. Se acuerda señor presidente como AD y COPEI separaron las elecciones legislativas y presidenciales en plena carrera electoral en el año 1998, ante la amenaza de ser barridos por la opción bolivariana.

Otra repuesta muy en boga por su gobierno cuando se toca la opción electoral es “Nosotros no vamos a ceder a presiones y chantaje de enemigos internacionales, nosotros somos un país soberano que realizara elecciones cuando le corresponda”.

Yo también creo que no se deben de realizar consultas electorales porque lo pidan sectores foráneos; pero aquí no se trata de satisfacer a poderes externos, aquí lo que se trata es de mirarnos hacia dentro y sin engaños constatar que existe una insostenible situación política, económica y social.

LA REALIDAD QUE VE USTED NO ES LA REALIDAD QUE VIVE EL PUEBLO.

Señor presidente usted ve un la realidad y el pueblo vive la realidad de nuestra tragedia.

Usted y su gobierno creen que el pueblo no sale masivamente a respaldar a los mequetrefes de ultraderecha y antinacionalista, porque los respalda a ustedes; y consume horas y horas en declaraciones televisivas; expresando y alabando el heroísmo del pueblo y admirando sus niveles de conciencia; pero la realidad es otro señor presidente.

El pueblo anda en su supervivencia diaria, anda con su cruz a cuesta, sin tener quien le ayude a cargarla, nuestro pueblo se está muriendo de hambre, la mayor parte del día la pasamos en la calle, entre grandes colas del banco, para que de nuestro dinero, nos den lo que ellos quieran darnos y después caminar como zombis, de un lugar a otro, tratando de estirar un dinero que no alcanza para mucho; ahorrándonos mil bolívares menos, tal vez en un arroz de tercer, llamado arroz picado (arroz de deshecho) o maíz en concha, o en recortes de pollo, en muchos casos hay quienes compran aserrín de hueso; ¿Sabe lo que es el aserrín de hueso señor presidente? Es el residuo de grasa y hueso que dejan las sierras en las carnicerías; ya no es la perrarina de la cuarta república, es el aserrín de hueso, es el aserrín de hueso de la quinta.

Las conversas diarias en cualquier sitio, son sobre las miles de tretas que hacemos diariamente para medio comer.

Y qué decir de quienes requieren tratamiento médico; allí la situación es catastrófica; recomiendo sinceramente a quienes son sensibles a escenas trágicas, que por favor no se les ocurra visitar la emergencia de un hospital público.

NO HAY EQUIPO DE GOBIERNO PARA SALIR DE ESTA TRISTE SITUACIÓN:

Señor presidente, usted mismo habrá perdido la cuenta, de cuantas formulas ha propuesto, ha implementado para salir de este desastre; que si gabinetes regionales, que si vice presidencias sociales, que si vice presidencia económicas, que si reconversión, que si petro, que si congresos de la patria, que si gabinetes móviles , que si chamba juvenil, carne de la patria, que si golpe de timón, que si reestructuración de PDVSA, misión abastecimiento soberano, los yo no sé cuántos motores; y pare de contar. No, no señor presidente, no ve venga a justificar todo, con la guerra económica y el saboteo.

Yo sí creo que existe la guerra económica, y esa no comenzó el 2015 como usted lo dice; esa es una expresión de los juegos de intereses imperiales y aquí empezó desde el mismo 6 de diciembre de 1998 cuando se supo de la victoria de Hugo Chávez; al imperio sobre todo en Latinoamérica, nunca ha tolerado a gobiernos más o menos independiente de sus dictámenes; ahora bien ese es el trabajo del imperio, esa es su naturaleza, ellos viven así y están para eso; lo que ha sucedido realmente y hablando en términos boxístico; es que Chávez era un mejor boxeador; pasaba golpes y daba golpes; en cambio su gobierno ha sido muy torpe; ni da golpes y lo recibe todos y eso se debe en gran parte a usted señor presidente.

Usted desarmo los mecanismos de defensa de la sociedad, del estado, usted señor presidente en vez de fortalecer el estado como un ente sistémico, lo que hizo fue acelerar la destrucción de las instituciones del estado; primero sustituyendo a los capaces por las incondicionales y segundo imponiendo la discrecionalidad por encima de las normas institucionalizadas.

Porque más que la paupérrima situación económica social, la destrucción del aparato estatal, es una tragedia que borra la esperanza de alcanzar temprano, nuestros niveles de vida de hace 10 años.

Usted y su gobierno, señor presidente, en vez de corregir los errores de la gestión de Chávez, en cuanto a disminuir la discrecionalidad, la influencia individual sobre los procesos sistémico de la estructura del estado, lo que hizo fue acelerar el poder de las jefaturas por sobre lo reglamentado.

Tratare de explicarme más claramente:

La sociedad no funciona como una suma de individuos, la sociedad funciona como una suma de sistemas; o campos, como dice Enrique Dussel (que tanto les recomendó Chávez que estudiaran). Y los sistemas se han creado precisamente, entre otras cosas, para evitar que se imponga la voluntad individual por encima del interés colectivo. La misma separación de los poderes públicos fue argumentada por los pensadores del siglo XVIII, como la vía más idónea para acabar con la monopolización que de esta hacia la monarquía absolutista. Pero no solo son los poderes públicos que funcionan como sistema, son infinidades de sistemas; la familia es un sistema, un consejo comunal es un sistema, un partido político, un club deportivo, una alcaldía, una empresa, un ministerio; y el deber ser de todo ciudadano es privilegiar el sistema por sobre las individualidades, porque en la medida que los sistemas funcionan se benefician las individualidades. Mientras se fortalece la familia como sistema tendremos mejores hijos. Si fortalecemos la escuela como sistema, tendremos mejores estudiantes. Si fortalecemos la alcaldía como sistema, como entidad municipal, tendremos una mejor ciudad y si tenemos mejor ciudad, tendremos mejores ciudadanos.

Pero que ha pasado en estos años; ustedes señor presidente, han propiciado que la discrecionalidad pase por sobre los sistemas, han pervertido las normas, todas las instituciones del estado, empresas públicas, universidades, organizaciones comunitarias y hasta el partido de gobierno les han castrado su funcionamiento sistémico y solo se mueven según el criterio particular de las jefaturas.

Le pongo un ejemplo; PDVSA, un alto gerente ordena ingresar a la industria; a un amigo, ¿Que sucede? Inmediatamente como debe de ser en una empresa seria y de gran importancia estratégica, el expediente con los datos del candidato a ingresar, pasa por varios filtros; de RRHH, Jurídico y la gerencia de Seguridad Integral, todos con la misión de preservar el patrimonio de la industria; de repente el candidato a ingresar resulto no apto para trabajar en la industria; hasta allí está funcionando eficientemente el sistema; pero cuál es la triste realidad, que no se imponen los sistemas de control sino la voluntad del jefe; es común escuchar de un gerente medio cuando un supervisado le lanza el alerta de lo peligroso de contratar a una persona que salió rebotado; “No le pare, mételo; es orden del jefe”.

Otro ejemplo muy pertinente en estos momentos, es el caso de Hugo “El Pollo” Carvajal; en el 2015 previo a las elecciones de la Asamblea Nacional, se anunció que el PSUV iba a escoger sus candidatos en una consulta democrática a través de sus organismos de base (UBCH ), eso fue un llamado para que el sistema de democracia partidista funcionara; pero mentira señor presidente, usted sabe que la realidad fue otra; en el circuito número 2 del estado Monagas; las UBCH, postularon inmediatamente candidatos de bases y con reconocimiento popular, ¿Pero qué paso? Que la “flamante” gobernadora y la dirección regional del partido giraron una instrucción, un LINEA MIENTO; que el candidato debía ser el “Pollo Carvajal”; inmediatamente todos se cuadraron con la LINEA OFICIAL, y los dirigentes de base y candidatos que no aceptaron tal orden, sufrieron retaliaciones; la historia más reciente de Hugo “El Pollo” Carvajal, ya todos la conocemos; ahora no venga a decir señor presidente que Hugo “El Pollo” Carvajal es un traidor; Carvajal no es ningún traidor, él siempre ha mantenido su misma posición, traidores son los que impulsaron su candidatura.

Esos dos ejemplos; ilustran la fatal destrucción de la institucionalidad, en su gobierno no importa las capacidades sino las incondicionalidades. Los amigos de confianza, los nexos familiares, las alianzas por intereses económicos, el pragmatismo como antítesis de los principios ha cundido en las estructuras de poder. Nuestra sociedad señor presidente, es una sociedad capitalista con un gobierno feudal. Aquí mandan los apellidos, las familias; dígame señor presidente ¿Cuantos de sus familiares están en cargos de responsabilidad en su gobierno? ¿Dígame, por qué están? ¿Estarán porque son los más aptos o porque son familia? Esas son pregunta que se hace el pueblo. Así como a nivel nacional hay cinco o siete familias, eso se va replicando como en cascada a cada región, municipio, empresas públicas y hasta minúsculas dependencias. Todas están pervertidas por una forma nepotista de ejercer el poder. Estas estructura de clanes señor presidente, ha sustituido al aparato estatal; la asistencia y servicios públicos funcionan a través de estos perversos mecanismos; si a un ciudadano le roban el vehículo ya no pone la denuncia ante los organismos policiales sino que busca el servicio de un jefe de pandilla en la cárcel y este a pesar de la vacuna, le garantiza recuperar su vehículo en buenas condiciones; si un ciudadano se ha cansado de reportar una avería en su línea telefónica, simplemente paga 20 dólares a unos trabajadores de CANTV y le solucionan el problema.

Ahora con todo esto que he señalado señor presidente, es imposible cualquier plan de recuperación, usted podrá tener ideas y propuestas interesantes pero todas caerán en saco roto, porque usted está al frente de un estado fragmentado, sumamente corrompido, con un gran número de grupos de poder económico y político muy parecidos a los grupos caudillistas que constituían la cuarta república a raíz de la muerte del Libertador en 1830; eso de un solo gobierno señor presidente; es simplemente una entelequia.

LA MORAL ES TAN IMPORTANTE EN UNA GUERRA COMO EL ARMAMENTO.

Un ejército podrá tener el armamento más sofisticado y poderoso, pero si esta desmoralizado no ganara la guerra; Vietnam y la guerra de Corea son los ejemplos más claros de esa afirmación. La moral la proporcionan los lideres; usted presidente y su equipo de gobierno; constantemente están haciendo llamados a los trabajadores y al pueblo, pidiendo más fortaleza, más resistencia, más dignidad, más esfuerzo y más confianza en el gobierno para salir adelante. Pero que moral puede suministrar una dirigencia que vive en la opulencia, mientras el pueblo vive con el estómago pegado al espinazo. Esto no es ninguna calumnia, porque ustedes, señor presidente, son muy susceptibles a que le digamos verdades no agradables a sus oídos; pero revise los patrimonios de los líderes nacionales, regionales y locales. Hace unos 25 o 30 años nosotros, desde la izquierda, armábamos tremendas protestas porque un alcalde o presidente de la cámara municipal se compraba un carro nuevo sin justificar la procedencia del dinero que dispuso para tal compra, hoy me rio con triste ironía, al ver alcaldes que ayer eran modestos trabajadores; choferes de carrito por puesto, maestros, trabajadores petroleros; vivían en humildes barriadas; hoy viven en mansiones, tienen lujosos carros, y no les falta una gran finca. Nos piden sacrificios y ahorita con el problema eléctrico a ellos no les falta una planta eléctrica, mientras centros de salud no la tienen. ¿Con que moral, nos piden moral?



A MI ENTENDER; DOS OPCIONES TIENE PRESIDENTE:

Una; asumir con responsabilidad la cruda realidad, y consultar al pueblo, sin ningún tipo de temor lo que debe de hacerse, como lo menciona el artículo 71 de la constitución; yo estoy seguro que se abrirá las puertas para que los sectores nacionalistas, por la vía constitucional y pacifica transiten el camino que facilite, salir de este tremendo abismo en que estamos sumergidos.

La otra opción es que usted se mantenga en esta obstinada actitud de creer en la dicotomía de ustedes o los apátridas fascistas, cerrándose a que en el país hay patriotas, revolucionarios y hasta chavistas que no están con ustedes. Y dependiendo cada día más del apoyo de las potencias foráneas en el marco de la lucha geopolítica internacional, igual a la errada política rectora de la antigua Unión Soviética; confirmando de esta forma que el socialismo del siglo XXI impulsado por Chávez degenero en el viejo y burocrático socialismo real del siglo pasado.

Para concluir, y sin presumir ser adivino, aquí le dejo lo que podría ser una analogía del último día del proceso iniciado por Chávez, de mantenerse usted cerrado en esta segunda opción de todo o nada.

El párrafo que a continuación copio, son las triste palabras de un revolucionario que vio la caída de la URSS en 1991.

25 de diciembre
El Presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, habló por la televisión central. Su discurso fue de 12 minutos. Declaró su renuncia al cargo de Presidente. Trató de fundamentar que adoptaba esta decisión por consideraciones de principios. Simultáneamente pro-metió ayudar a la CEI (¿!).
En el Kremlin se baja la bandera roja de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La población del país está alarmada. Sin embargo, se comporta en su gran mayoría pa-cíficamente.
Es evidente que el pueblo está extenuado de tantas e inútiles batallas políticas, de las constantes y absurdas reorganizaciones, de los discursos vacíos y de los líderes de la perestroika... Sólo que el alma duele: ¡¿Qué será de la Patria?! “











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