La construcción artificial de una realidad

Nuevamente se repite el guion. El final es el mismo. La película vista por enésima vez. Hoy vemos como nuevamente la desesperanza arropa el campo opositor. Y no podría ser de otra manera. En artículos anteriores ya he tocado el tema de la "Comunicación Política" y como esta es capaz de generar una cosmovisión del universo político para actuar y tratar de modificar en última instancia su esencia, su estructura. Vamos desglosar de manera metódica lo que considero que fueron los principales errores cometidos en la elaboración del mensaje político opositor.

1-. Se parte de evaluaciones y análisis incorrectos e inadecuados. La no correspondencia entre lo propuesto y la realidad es el primer error cometido. Se generan estrategias basados en suposiciones que tienen más que ver con requerimientos emocionales y discursivos que con condiciones políticas objetivas. La construcción artificial del expediente de "estado fallido" (necesario para sostener el discurso de #AyudaHumanitaria o #IntervencionMilitar) privo por sobre la realidad política venezolana. Se quiso hacer ver que el gobierno revolucionario se basaba en un grupo de "generales narcotraficantes", sin base social. Al invisibilizar el apoyo popular, real y constatable empíricamente, es claro que tanto las estrategias como las tácticas implementadas se estrellaran con una variable que no fue analizada correctamente. Pero este es un riesgo calculado, necesario para crear la leyenda de una supuesta mayoría aplastante, en la cual descansa la pretendida "presidencia encargada". Es decir subestimación del adversario y sobreestimación de fuerzas.

2-. El trabajo de emisión de los contenidos mensajes políticos, nuevamente se basó en exageraciones, falsas premisas, situaciones imaginarias, ilusiones, espejismos y engaños. Lo que en la jerga moderna se conoce como #FakeNews o la llamada #PostVerdad articulados como mecanismos de condicionamientos de conducta emocional/sensorial. Los contenidos generados se dirigieron a la manipulación de las emociones humanas negativas, tanto las "simples": odio, miedo, rabia, temor, tristeza, apatía; como de las "complejas": incredulidad, negación, frustración, desmotivación. En la Inmigración Inducida ("me robaron mi futuro", "me quitaron mi país") la Crisis Humanitaria ("miles de muertos por hambruna", "no hay comida, no hay medicinas") la Intervención Militar ("nos están matando", "no podemos solos") se basó en la construcción de una realidad alterna toma cuerpo en el sector opositor. La clave: manipular la desesperanza. Se podía hablar inclusive de una suerte de "ideología de la desesperanza". La desesperanza cultivada en este sector social, anula la capacidad de raciocinio, del razonamiento lógico y abona el terreno en el cual un individuo cualquiera que sea, se proclama "presidente encargado" y logra la aceptación mecánica sin que se cuestione la veracidad, la autenticidad y la legitimidad de este hecho.

3-. Un plan político mal concebido y un mensaje político basado en la desesperanza es un coctel peligroso que tarde o temprano hará implosión por ser insostenible, ilógico e inadmisible por la realidad. Los llamados a la insurrección a la FANB tanto por actores criollos como foráneos fue un claro indicio que el plan no estaba funcionando como se había previsto. La versión que se produciría una deserción masiva dentro del campo militar que supondría un cambio sustancial en el equilibrio de fuerzas, fue uno de los supuestos negados extraídos del calor emotivo, no de un análisis serio, verificable. La presión diplomática de ciertos aliados a la supuesta "presidencia encargada" fue importante (a diferencia de sector opositor, el sector revolucionario si sopesa, asigna y determina la importancia estratégica que realmente poseen a sus adversarios) logrando que un grupo importante de países lo reconocieran. Y claro está, el reconocimiento se logra por presiones ejercidas por el Departamento de Estado de los EEUU, principal aliado, que posteriormente y sin desparpajo se coloca a la cabeza de la agresión, cuando la estrategia opositora comienza a "hacer agua" por todos los flancos. Pero se sabe que la sola presión diplomática no basta, cuando un sector importante de la población esta concientizado y movilizado en defensa política-militar activa.

4-. Al no lograr la confrontación interna, ni el consenso internacional unánime en torno a la presumida "presidencia interina" (tanto en la OEA, como en el autodenominado grupo de Lima, la tesis norteamericana-opositora sufrió reveses importantes) era cuestión de horas que el "momentum" opositor se comenzara a desvanecer y dejara al descubierto su estela de engaños, y artificios irreales. Es importante, pero a la vez sospechoso, que el "New York Times", la revista Forbes y la multinacional de noticias CNN hayan comenzado el desmontaje de la "postverdad" opositora. ¿Que habrá detrás de este estallido de sinceridad sin precedentes que echa al cesto de la basura la opinión de los voceros más representativos y conspicuos de la Casa Blanca? Bolton, Abrams y Rubio quedaron descubiertos y desmentidos.

5-. La teoría del "Caos Constructivo", es decir la generación de condiciones caóticas que les permitiese avanzar en la toma del poder y la "construcción" de un estado neoliberal al servicio trasnacional energético, no les resulto. Y el punto álgido de este criminal accionar, fue sin lugar a dudas el ataque terrorista al Sistema Eléctrico Nacional. Allí quedo demostrado que no son una mayoría del 90% (como le hicieron creer a sus seguidores) ni que el pueblo venezolano está dispuesto a matarse unos contra otros, para que, sobre miles de nuestros muertos (la denominada "inversión a futuro") los EEUU y su entramado internacional se apropien de nuestros recursos.

Nuevamente fracaso la intentona. La torpeza política, la falta de unidad, el infantilismo, la improvisación, la ineptitud y la incapacidad conjugada con una entrega total y absoluta a actores extranjeros son las causas y el saldo que esta desventura ha dejado en el campo opositor. Y nuevamente el "opositor de a pie" es la víctima, no del gobierno, ni de una dictadura "narco-comunista" sino de la incompetencia de su liderazgo. Este nuevo revés debe servir para que surja una nueva oposición política, real y venezolana que cambien de una vez por todas a ese grupete insolvente e inmoral que tiene secuestrado y chantajeado a una parte importante de la población venezolana.



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