Del “Por ahora” al “Para ya”

¿Sabes Nicolás, hoy conmemoramos el primer cuarto de siglo de aquel alzamiento militar que estremeciera la historia venezolana quebrantándola para siempre, lo recuerdas?

Ya van 25 años de aquel sonoro "Por ahora", frase de apenas dos palabras que en la voz de Hugo Chávez se convirtió en consigna, en esperanza, en una ilusión que llenó de dignidad la gesta que por amor a la patria tuviese una excusa armada.

Las expectativas de un pueblo pisoteado parecieron alcanzar el cielo de lo plausible. Los anhelos de esa masa anónima que era llamada cada cinco años para que acudiera a renovar sus votos en el "altar de la democracia", se hicieron certidumbres guiadas por las arengas de un anónimo -hasta ese momento- militar, surgido de los terrones de una llanura yerma y que decidió tomar las armas, convertirse en tolvanera y alzar las banderas otrora enarboladas por nuestros decimonónicos libertadores.

Banderas arriadas e ilusiones traicionadas fueron los frutos que engendró el árbol de la democracia puntofijista, abonado por las boñigas que en alternancia verde y blanca entregaban los "demócratas" entre la indulgencia y la complicidad.

Ahora tras 20 años de gobierno "revolucionario" -el cual ni hay qué dudarlo ha alcanzado muchos logros-, vemos con tristeza, peor aún, sufrimos diariamente en carne propia los embates de la improvisación, de la incompetencia, la inoperancia, la negligencia, la ignorancia, la desidia y sobre todo de la corrupción rampante que adorna últimamente a esta gestión.

Por supuesto que es real, que resulta evidente el asedio al que desde el exterior, está sometida nuestra nación y que es indiscutible la actuación artera de una derecha traidora, que reniega de su propio país e intenta entregarlo en bandeja de plata a las apetencias extranjeras a cambio de una cuota de poder que los votos le han negado, causándole un inmenso sufrimiento a los más necesitados.

Pero también es innegable que la acción gubernamental en el aspecto económico no ayuda para nada a la tranquilidad del pueblo. Por ahora, ésta gestión, la de Nicolás Maduro está siendo dinamitada desde adentro por las pésimas actuaciones de algunos de sus planificadores, por la prevaricación de sus miembros y por la malversación de sus socios.

¿Cuántos planes económicos han fracasado?, ¿alguien dentro de tú gobierno lleva la cuenta de los naufragios Nicolás? Las últimas medidas sólo han generado decepciones; los acuerdos de precios han sido un fiasco. Los empresarios se vacilan al mismísimo Presidente y este hace una cadena a cada rato para confesarse un damnificado más de esos chascos.

El Bolívar soberano literalmente anda por el suelo y hasta el dólar ha caído víctima de la especulación monetaria. Los precios aumentan inexorablemente y los organismos encargados de la fiscalización y de imponer las leyes se han visto desbordados, inútiles para retomar el orden en los precios y en el mercado.

De los servicios ni hablemos. Tenemos más ministerios que nunca y ninguno sirve para nada. No sale agua por los grifos. La electricidad falla a cada rato. Del gas, producto del que nos ufanamos de ser uno de los más importantes reservorios a nivel mundial, hace muchos meses que no sabemos por dónde se está escapando. Los hospitales se encuentran en coma. Y de repente vuelves tú a la pantalla Nicolás para anunciar que invertirás 1.000 millones de euros en remozar las principales ciudades.

Tú deberías saber Nicolás que parte del deterioro de esas urbes es debido a que la delincuencia desatada se ha robado el cableado de los postes, las luminarias, el mobiliario urbano, la estatuaria de las plazas y parques, las barandas de los puentes y hasta las maticas de las jardineras.

Haz como hacía Chávez Nicolás, disfrázate, sal a la calle, visita algún hospital de incognito para que te enteres de primera mano de las condiciones en las que atienden a tus conciudadanos.

Sal un rato de tú entorno Nicolás y trata de hacer mercado, eso sí, llévate 18 mil soberanos -que es lo que cobramos todos los trabajadores-, y le llegas a Cilia con lo que encuentres y logres adquirir con esos churupitos para que te prepare algo sabroso de comer cuando llegues de patear las calles sofocado.

¿En dónde está el Volkswagen rojo que en algún momento le regalaron a Chávez? Conociendo la pasión de tus ministros por el uso de automóviles blindados, debe estar guardado, arrumado en Miraflores. ¡Sácalo Nicolás, e intenta ir a echarle gasolina para que entiendas porque es que hay tanto chavista arrepentido y tanto escuálido emocionado con la inminente llegada de los marines y sus acorazados!

¿Sabías Nicolás que ya en las estaciones de servicio (que tienen el logo de PDV), al igual que en algunas de las taquillas de los bancos del Estado no reciben ya los billetes de dos bolívares del "nuevo" cono monetario?

Por ahora, la dignidad de la patria se ha conservado, pero ¿la del pueblo Nicolás tú piensas que no se ha marchitado? ¿Has visto la cantidad de adultos mayores -de viejitos pues-, que hacen largas colas a pleno sol para sacar el escasísimo dinero que luego de toda una vida de trabajo reciben a cuentagotas en las agencias de los bancos del estado?

Por ahora, esos pobres abuelitos caen como pajaritos víctimas de soponcios, calorones, insolaciones, subidas de tensión, hipoglicemias y arrecheras esperando para que le entreguen piches doscientos bolívares y eso que tú "ordenaste" que les fuera cancelado ad integro su sueldo de pensionados.

¿Sabes Nicolás que la soberanía de la patria se ha ido difuminando y en la mitad de Venezuela (de Barquisimeto para allá) son monedas de curso legal no sólo el dólar, sino también los pesos colombianos? Por ahora, aún reciben en ciertos lugares los billetes con valor de cinco soberanos en adelante pero, al paso que vamos en donde ni los cuidadores de carros que se encuentran en las calles quieren aceptar sino de cincuenta en adelante no te garantizo nada.

La gente te suplica, te exige Nicolás que te ajustes los pantalones, que dejes de ser discurso y que te vuelvas acción. Que desistas de las cadenas y entres en combate real. Que prescindas de esos ministros inútiles y te dediques a gobernar. Que rechaces el nihilismo gubernamental y el desbarajuste privado. Que castigues ejemplarmente a los corruptos. Que no desampares a los pobres. Que honres la memoria de Chávez que creyendo en ti te dejó encargado de este proceso. Que no arruines su obra ni nuestras esperanzas. Que no huyas, que no dimitas, que pases la página, que avances, que dejes el "Por ahora" fundacional y te dediques a hacer realidad los cambios anhelados, no para después o para ahora, porque lo necesitamos "Para ya".



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Carlos Pérez Mujica


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