Reflexiones de un venezolano optimista

Pensándolo bien, Venezuela actualmente está mejor que nunca.

No podemos quejarnos. Nunca antes habíamos estado mejor que ahora.

Los venezolanos nos encontramos actualmente en condiciones ideales, como nunca antes habíamos estado y además, muy difíciles de mejorar: tenemos dos gobiernos a cual más honestos y deseosos de arreglar el país: el que fue elegido el pasado 20 de Mayo de cuya legitimidad algunos incrédulos tienen dudas y el auto-proclamado el pasado 23 de Enero apoyado por Trump. Ambos gobiernos igualmente capacitados, eficientes y dispuestos para gobernar en las más austeras y duras condiciones que se puedan presentar. Ya sus protagonistas han dado muestras de estas cualidades en ocasiones anteriores. Contamos además con dos presidentes que individualmente ya son apreciados por sus cualidades excepcionales en muchos países del mundo; y con mayor razón si gobernaran simultáneamente.

Como si esto fuera poco, disponemos de dos extraordinarias burguesías a cual más eficientes, laboriosas, organizadas y trabajadoras: la que generó el petróleo durante cinco décadas del siglo veinte a partir de la tercera y la nueva "burguesía revolucionaria" que se formó en las dos primeras décadas del siglo XXI. La unión de los intereses de estas dos burguesías le darán a Venezuela una fortaleza insuperable, que la convertirán en una nueva potencia mundial en el siglo XXI.

Pero como las dichas usualmente vienen acompañadas, ambos gobiernos cuentan con el apoyo y respaldo solidario y desinteresado de potencias mundiales reconocidas, tanto en el aspecto económico como en el financiero y militar, lo cual nos permitirá tener la paz, la seguridad y la calidad de vida que nos merecemos y que siempre hemos deseado los venezolanos y además sin tanto esfuerzo y sacrificio de nuestra parte.

Las elites de ambos gobiernos gozan de un extraordinario respeto y estimación en el mundo entero, no solamente por su honestidad a toda prueba sino por su sorprendente sabiduría. Claramente podemos concluir que no será necesario preocuparnos de luchar por nuestra Independencia o nuestra Soberanía, pues con la protección y colaboración que nos brindarán las potencias antes mencionadas será más que suficiente, ya que bastará hacerles saber a "nuestros gobiernos amigos", nuestras necesidades, inquietudes y deseos y ellos raudamente acudirán a nuestro llamado. Los venezolanos y venezolanas podremos estar orgullosos y seguros de que nuestros deseos serán atendidos con la premura requerida.

Como si todo lo dicho anteriormente fuera poco, a esto le debemos agregar la ayuda económica, financiera y humanitaria junto con el asesoramiento que nos brindarán las empresas transnacionales gringas, chinas, rusas, europeas, etc., en agradecimiento por el trato especial que siempre han recibido de parte de nuestros gobiernos.

La Ley de Promoción y Protección a la Inversión Extranjera, junto con las Zonas Económicas Especiales, la eliminación de impuestos a las empresas transnacionales, los tratados de Doble Tributación, etc., encontrarán consenso entre los dos gobiernos. Esto le permitirá a Venezuela ofrecer a las empresas transnacionales las mejores condiciones para invertir en nuestro país proporcionándoles además la mano de obra más barata que país alguno pueda ofrecer, lo cual nos convertirá en una potencia exportadora tanto de materias primas como de productos superfluos.

Contamos además con nuestra pujante industria petrolera, gasífera y minera que día a día se fortalece más debido a la estratégica incorporación de grandes empresas de todo el mundo.

Nuestra economía, sabiamente dirigida hasta ahora por el Banco Central de Venezuela y el talentoso equipo del gobierno actual, se verá fortalecida por el FMI y los más grandes bancos del mundo, los cuales estarán dispuestos a concedernos préstamos solidarios con muy bajos intereses. De tal forma que nuestro pueblo no necesitará preocuparse por tener que desarrollar la agricultura o el trabajo productivo de la pequeña o mediana industria nacional.

No hay duda que la justicia en Venezuela será mucho más completa de lo que hasta ahora ha sido, pues nuestro TSJ en el exilio podrá también ejercer sus funciones en territorio venezolano logrando de esta manera agilizar todos los procesos que hasta ahora no se han podido atender por falta de suficientes magistrados. Indudablemente dos TSJ hacen más que uno.

El Grupo de Lima, junto con sus líderes y defensores de la democracia en Latinoamérica, tendrán la oportunidad de ayudarnos a consolidarla en Venezuela de la misma forma que ellos han podido hacerlo en sus respectivos países.

Igualmente podremos contar con miles de dirigentes políticos venezolanos que hoy se encuentran en el exterior y a quienes se les podrá facilitar su regreso para que cumplan sus deseos de trabajar por Venezuela y sus riquezas. La iluminación en Venezuela aumentará con los enchufados del nuevo gobierno, los cuales con sus luces y sapiencia lograrán incrementar la claridad del pueblo venezolano.

La ANC que para efectos prácticos se constituyó sin consultar al Soberano, pero que a pesar de todo ha sido muy útil, pues le ha permitido al gobierno revolucionario y socialista darle una mayor flexibilidad a la CRBV, ahora junto con la Asamblea Nacional se complementarán de manera maravillosa con el objeto de discutir nuevas leyes para el país.

Todos los venezolanos esperamos ansiosamente la designación del CNE que propondrá el gobierno de Guaidó, el cual indudablemente fortalecerá la democracia venezolana. Como dijimos en el caso del TSJ, dos CNE hacen más que uno.

De esta manera, todos los problemas electorales, legales y de justicia que actualmente afronta el pueblo venezolano se verán solucionados y desaparecerá la incertidumbre y la injusticia en Venezuela.

Por último, sin pensar que sea lo menos importante, contamos adicionalmente con dos millones de valientes milicianos que conformarán las 50.000 Unidades de Defensa Revolucionarias, comandadas por más de 2.000 heróicos Generales de la Patria al mando de nuestros ejércitos de aguerridos soldados y valerosos milicianos en todo el territorio nacional, para defendernos de cualquier intervención extranjera que pretenda atacar nuestra Revolución Socialista o mancillar nuestro territorio y dignidad.

Ahora sí es verdad que Venezuela podrá superar muy pronto la crisis estructural que nos tenía desanimados, pesimistas y desconcertados.



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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