Siendo testigos de los últimos acontecimientos, nuestra capacidad de interpretar el momento histórico que vive la Patria nos hace identificar elementos políticos e ideológicos que motivan la amenaza de la hiena imperial que muestra intensiones claras de despedazar la Soberanía Nacional.
Muchas cosas se dicen acerca del tratamiento que han dado los gobiernos gringos a la Venezuela Revolucionaria; unos acuden a la razón económica en la que destacan las riquezas que posee nuestro territorio; otros atribuyen los ataques a una estrategia de control global en la visión hegemónica de la maquinaria bélica más grande del mundo que requiere materia prima y energía para funcionar; un tercer escenario nos pone en medio de la lucha provocada por la emergencia de nuevos polos de poder que se disputan el bocado apetecible que es Suramerica.
En fin, los análisis dan para conclusiones diversas, en las que tal vez de manera intencionada se deje de lado el carácter ideológico que pone en tela de juicio al capitalismo y sus estructuras en la satisfacción de necesidades, en la preservación del planeta y en la génesis de formas alternativas de poder que pongan de manifiesto la condición humana necesaria para conformar un nuevo modo de vida, basado en la espiritualidad del ser, el bien común y el ejercicio pleno de los derechos sin más mediaciones que la Soberanía, la Independencia y la Autodeterminación.
El Socialismo Bolivariano como propuesta al capitalismo salvaje, establece entre sus conceptos básicos la idea del poder comunitario, del modelo asambleísta, de la consulta permanente, del desarrollo de la capacidad interna, de la integridad territorial, de la participación consciente, del rescate de la identidad venezolana, de la historia y la cultura que nos define en el ámbito mundial como un Pueblo Libertario, cuna de grandes gestas y ejemplo a seguir.
La materialización del Proyecto de la Revolución Bolivariana permite hoy día visualizar el Otro Mundo Posible, en el que la Multipolaridad define el ámbito en el que deben darse las relaciones internacionales, concretando así, la aplicación de los conceptos y principios contenidos en la Carta de Naciones Unidas, que debe fungir como norma inviolable para el respeto y la convivencia.
La última actuación del gobierno de los Estados Unidos a cargo de un personaje como Donald Trump, caracteriza de manera inequívoca la lucha ideológica en la que un País como el nuestro decide andar su propio camino, construir bases de su propio modelo y establecer parámetros que rompen los esquemas en la producción y administración de sus riquezas, dando cuerpo a un Proyecto plasmado en la Constitución y consultado al Pueblo en su momento, eso es considerado por la hegemonía imperial una ofensa a su condición de dueños del "patio trasero" que ha representado históricamente América Latina.
Mediaticamente solo se presenta la acción agresiva, que sabotea, que bloquea, que sanciona, que impide el desenvolvimiento normal de la vida en el País, inobjetablemente los hechos marcan un intento desesperado por impedir que el modelo Socialista Bolivariano funcione y se convierta en referencia, para eso se invierten infinidad de recursos y se aplican groseras medidas que hacen caso omiso al derecho internacional, eso lo saben muy bien quienes secundan a la hiena imperial y se comportan como malinches al desconocer la dignidad de los Pueblos en su lucha por la Libertad.
Es tiempo de volver a la esencia de un proceso que tiene en el desarrollo endógeno la capacidad suficiente para enfrentar la coyuntura material, pero que además cuenta con experiencias desarrolladas y en marcha que garantizan la Independencia Económica, el desarrollo de las fuerzas productivas y el intercambio comercial en igualdad de condiciones.
El objetivo convertido en mandato Constitucional de Refundar la República, pasa por reconocer y aceptar a cada sector y su liderazgo, pasa por acabar con la idea de la ganancia fácil y el patriotismo falso, en el que el Estado se considera una piñata o rebatiña y la lucha política se hace exclusivamente para lograr la entrada al reparto.
Nuestros planteamientos deben estructurarse sobre la base de la Revolución Bolivariana, Socialista, Popular, Comunal, Chavista, con la carga histórica que representa la Libertad lograda a sangre y fuego, en esos escenarios consideramos urgente radicalizar nuestras acciones en función de consolidar la organización del Pueblo, la Unión Cívico Militar y la integración Latinoamericana como muro de contención a los zarpazos de fiera herida que lanza el capitalismo en su crisis cíclica.
"Es preciso que el gobierno se identifique, por así decirlo, al carácter de las circunstancias, de los tiempos y de los hombres que lo rodean. Si estos son prósperos y serenos, el debe ser dulce y protector; pero si son calamitosos y turbulentos el debe mostrarse terrible, y armarse de una firmeza igual a los peligros, sin atender a leyes ni constituciones, ínterin no se restablecen la felicidad y la paz" Simón Bolívar, Manifiesto de Cartagena 15 de diciembre 1812
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