Redimensión del discurso político en Venezuela hacia la construcción de nuevas audiencias

Un discurso político se adapta a las distintas audiencias o lugares escogidos; para la presentación, en ese accionar deben prepararse módulos de discurso sobre cada uno de "temas" principales de lo que se disertara. Actualmente en Venezuela los procesos de transformación social y sus paradigmas exigen cambios y hallazgos de todo tipo, la política no podía quedar relegada, a tal punto, que los nuevos modos, para abordar los temas de la Ciencia Política desde lo estratégico a lo comunicacional poseen novísimas técnicas. Nuestros gobernantes de cualquier tilde político deben tomar en cuenta de manera irrestricta que cada discurso político tiene un objetivo específico y, para lograrlo, se utilizan recursos retóricos como la persuasión, la argumentación y la identificación de un enemigo.

Asimismo, los efectos del discurso actual, han configurado una imagen en los ciudadanos pasivos y desinteresados de todo lo que ocurre en el ámbito político, se considera que esto ha adquirido tal fuerza en el discurso social del venezolano, esta percepción, que a veces parece casi unánime en toda la opinión pública a lo largo y ancho del territorio nacional, también tiene su correlato en la investigación académica, en la que predominan los análisis sobre la desafección y el desinterés político, o sobre la baja predisposición a participar en la vida política de nuestra actual sociedad,. Si se realiza por un momento el análisis del lenguaje político, será notable observar que las acciones formativas carecen de rol protagónico, tanto hacia fuera como hacia adentro de los grupos, por lo que esto a dificultado modificar comportamientos y actitudes incrustadas en la cultura del Venezolano.

En este mismo orden de ideas, se considera que no podrá cambiársele a un ciudadano su ideología de la noche a la mañana tomando en consideración mas de 500 años de invasión cultural, por ende, es importante potenciar la estrategia de como ideologizar, concientizar a través del discurso político. Si citamos a Eagleton (19971997: 277) se puede apreciar que el autor dice que: ... "si se considera que la ideología tiene que ver discurso con ciertos efectos discursivos concretos, representa los puntos en que el poder incide en ciertas expresiones y se inscribe tácitamente en ellas. El concepto de ideología pretende revelar algo de la relación entre una expresión y sus condiciones materiales de posibilidad, cuando se consideran dichas condiciones de posibilidad a la luz de ciertas luchas de poder centrales para la reproducción (o también, para algunas teorías, la contestación) de toda una forma de vida social. Existen varias definiciones e interpretaciones del concepto discurso, dependiendo de la posición teórica que uno adopta. Siguiendo a Pecheux (1978) y Robin (1973), entiendo por discurso "toda práctica enunciativa considerada en función de sus condiciones sociales de producción, que son fundamentalmente condiciones institucionales, ideológico-culturales e histórico coyunturales".

Conociendo esto, cabría preguntarse: ¿Existe un discurso político legitimado en Venezuela actualmente que permita la invención política? Si durante décadas anteriores ciertos pensadores influyentes a nivel internacional (como, por ejemplo, Foucault con las tecnologías del yo, o Deleuze con la formación permitieron comprender que el discurso político supone necesariamente que existen discursos que no son políticos, lo cual presupone ciertas hipótesis sobre una tipología de discursos sociales. Sin embargo, podemos reconocer apoyándonos en alguna bibliografía existente sobre el tema, que el deber de aquellos sujetos que hacen política es inventar nuevas formas de vínculo que vayan más allá de la desacralización que opera el capitalismo con respecto a las sociedades premodernas, las cuales funcionaban a través de relaciones establecidas por el mismo ser o sustancia únicamente no partiendo de lo colectivo.

En este sentido, como señala Alain Badiou, el interés burgués regulado por la lógica del capital, a pesar de sus resultados catastróficos, aparece hoy como "condición ontológica" de "grupúsculos y sociedades secretas", las cuales se apartaron del campo político la reflexión sobre la dimensión masiva, hoy parece existir cierta urgencia por pensar de manera global la vida colectiva (es decir, Michael Hardt y Antonio Negri a través de la multitud y el imperio, Peter Sloterdijk con la filosofía de la globalización, Jacques Ranciére y el retorno del pueblo, entre otros), menos por una moda que por una imposición del funcionamiento actual del mundo. Al parecer, aunque no podemos calcular aún estas magnitudes, como reflexión académica del campo político hay que admitir que los discursos políticos en Venezuela se han estancado en una retórica, han eclipsado, es decir se han agotado. Para que un discurso llegue al ciudadano común de este país, debe avanzarse en la construcción de su objeto, un punto de equilibrio entre la legibilidad y la comprensión de los fenómenos que actualmente subyacen en el país producto de una guerra. Clausewitz y su concepto interesado sobre la guerra, acercaba un concepto filosófico relacionado de "guerra absoluta" que cualquier ciudadano común en Venezuela no comprendería, ya que por lo general, la caracterización de la palabra "guerra " y "política" péndulan entre opciones demasiado restrictivas, o bien poco específicas que no permiten identificar al enemigo interno y externo en este país, al contrario se banaliza cualquier esfuerzo por comunicar esta idea, tomando en consideración que las políticas públicas de estos días exigen establecer indicadores y resultados, lo que hacen mas aun incrédula a la opinión publica que a diario es víctima de todo tipo de agresión económica, social, política entre otros de forma progresiva y sin retroceso alguno, mientras que los políticos se comprometen en sus campañas a resolver infinidades de problemas. Para concluir con esta reflexión, se puede decir que Venezuela se encuentra en una encrucijada con unas reservas de petróleo certificadas como las más grandes del mundo (en torno a 300.000 millones de barriles). A esa cantidad de oro negro hay que sumar estar entre las 10 principales reservas de gas, biodiversidad, y minerales y "tierras raras", como el coltán, esto aunado al desentendimiento de la mayoría de la población del contexto coyuntural por el que atraviesa la nación, lo que exige una redimensión del discurso político por parte de los líderes políticos que permita la comprensión de la realidad social, así como la conexión verdadera del mensaje comunicacional a las masas, a fin de garantizarse la seguridad de nuestra nación en todos sus ámbitos

Lectura Consultada:

Landi, Óscar. (1987). La trama cultural de la política. Cultura política y democratización. En: Lechner, Norbert (comp.). Cultura política y democratización (pp. 39–64).Santiago de Chile Clacso, Flacso. ICI.

De la Guerra Carl Von Clausewitz (2005) Editorial La Esfera del Libro



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Mineyomar Romero

Guayanesa de sentimiento. Administradora de Carrera, Profesora universitaria con un diplomado en investigación, Magíster en Ciencias Políticas. Actualmente estudiante de Doctorado. Cantante de Jazz y Bossa Nova. Su lema: Amor a Dios a la Patria Ciencia y Disciplina.

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